Telecinco ha prescindido este año de medio centenar de profesionales: directivos y técnicos comienzan a hablar de una auténtica “caza de brujas”

El pasado 5 de diciembre se informó del despido de tres empleados de la cadena de Fuencarral integrados en el área de producción interna. Ahora, se ha conocido que la cadena de Paolo Vasile lleva contabilizadas al menos medio centenar de bajas en lo que va de año, más de una decena en el último mes. Inquietud y zozobra entre los trabajadores del canal.

La situación de los trabajadores de Telecinco no pasa por su mejor momento. El Confidencial Digital ha recabado diversas informaciones entre los empleados del medio –también directivos- que cifran en más de cincuenta las salidas que se han efectuado en la cadena durante este 2006 que ahora termina.

Las fuentes consultadas por ECD sostienen que mediante buenos finiquitos, acuerdos personales, pactos medidos para rescindir los contratos y otras técnicas ‘disuasorias de problemas’, la cadena que dirige Paolo Vasile ha realizado ‘importantes’ despidos de manera discreta. Algunas de estas fuentes sostienen que serían 13 sólo en el mes de noviembre.

ECD ha podido escuchar denuncias de empleados que hablan de “despidos injustificados” o maquillados bajo el genérico tipo de “baja productividad”. Sin embargo se habla del deseo expreso de la dirección del canal de mejor su cuenta de resultados mediante el recorte de gastos. Para ello sería prioritario reducir la carga de personal pero sin las algaradas que se derivarían de un Expediente de Regulación de Empleo. “La empresa no quiere conflictos”, explican los empleados, ni las malas relaciones con los jefes de área, o las tensiones de origen sindical.

Conviene recordar aquí que dos de los tres despedidosde los que daba cuenta este confidencial hace dos semanas habían sido enlaces sindicales en su día. Hay quienes refuerzan estas hipótesis alegando el desembolso económico que no ha dudado en hacer a la empresa en el caso de muchos de estos despidos, lo que trasluce un verdadero interés por “adelgazar” la plantilla.

Concretamente, según ha podido confirmar ECD, la empresa ha presentado a algunos de los despedidos una carta de cese en el que se alega un motivo vago y difuso: falta de confianza de los superiores, escaso rendimiento, etc. Para evitar que el despedido provoque “quebraderos de cabeza” en magistratura, se les presenta otro escrito, en el que el firmante se compromete a no demandar a la empresa, a cambio de un finiquito negociado al alza.

Hay que decir que este último texto incluye una cláusula de confidencialidad donde el trabajador se compromete a no publicitar ese papel, especificando que no se podrá desvelar su existencia a ningún medio de comunicación.

También se recuerda cómo una quincena de empleados adscritos a Publiespaña S.A., la división de Telecinco que gestiona en exclusiva la explotación, en nombre propio y por cuenta de la cadena, de sus recursos publicitarios, se marcharon hace meses a La Sexta. La mayor parte de estos profesionales que siguieron a Giovanni Rier hasta Publiseis no han sido reemplazados.

Entre los empleados de la cadena ha llamado la atención que esta situación se presente en un momento en el que la cadena, que cotiza en bolsa, presenta unos excelentes resultados financieros. A esto se añade la falta de correspondencia entre los despidos y el ‘nivel de productividad’ de los empleados de los que se prescinde. En muchos casos se ha tratado de personal que estaba realizando bien su cometido. Esta situación está haciendo que muchos “no sepan a que atenerse”.

La situación de los trabajadores despedidos es crítica en algunos casos, ya que se trataba de profesionales veteranos, algunos con más de 10, 15 ó 20 años en Telecinco y con una edad que les dificulta la búsqueda de un nuevo empleo. Hay quien pone, como ejemplo, el caso reciente del propio consejero delegado, Paolo Vasile: “Si ha sido capaz de despedir a la que fuera su secretaria durante ocho años –explican-, no se va a detener ante nada”.

 

Como ya se contó en estas páginas, los profesionales de Telecinco temen los informes que periódicamente envían a la dirección de Personal los responsables de cada una de las áreas. En estas listas se especifican los nombres de los trabajadores a los que se consideraría “prescindibles” si se diera el caso de tener que prescindir de alguien. Los empleados de la cadena sospechan que en esos informes elevados a Personal se mezclan los criterios profesionales con las afinidades y desavenencias personales, por lo que ya se oye hablar de una ‘caza de brujas’ dentro del medio.

También se está denunciando la pasividad del Comité de Empresa que es acusado de connivencia con la jefatura de la cadena. Algunas fuentes consultadas por ECD consideran que debería haberles “parado los pies” a Paolo Vasile hace tiempo, cuando se iniciaron los despidos. Este confidencial ha intentado recabar la opinión de la dirección de este comité de manera infructuosa, a pesar de los reiterados intentos.

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