Telecinco busca soluciones a los dos grandes retos de ‘La Voz’: evitar el desgaste por la reciente emisión del ‘Número 1’ y un desplome de audiencia tras el ‘casting ciego’
Es la gran apuesta de la temporada, el concurso estrella del grupo, el espacio en el que están puestas todas las miradas. De ahí que Telecinco no quiera correr riesgos y haya centrado todo sus esfuerzos en solventar los dos grandes problemas del programa: el desgaste de este tipo de formatos y lo sucedido fuera de España.
Según ha podido confirmar El Confidencial Digital, los directivos de Mediaset llevan semanas de trabajo frenético para resolver estos dos graves desafíos, que preocupan mucho en la casa.
En primer lugar, existe el convencimiento de que la emisión de ‘El Número 1’ en Antena 3 ha hecho daño. No tanto por sus cifras de audiencia, que fueron de más a menos, como por la saturación que puede haber provocado en los aficionados al género televisivo musical.
En la casa tranquilizan algo las características de ‘La Voz’, una importante evolución con respecto a los ‘talents shows’ musicales. Gustará mucho –explican a ECD desde la cadena- la elección a ciegas de los aspirantes, con un juicio basado exclusivamente en las dotes musicales.
También va a sorprender la pelea de miembros del jurado por un mismo concursante, cuando aprieten a la vez el botón de selección. Es emocionante ver a dos profesionales de la canción intentando convencer a un novato (que debería estar suplicando una oportunidad) para que lo elijan a él y no al otro para la fase de formación.
El ‘family room’, con familiares de los aspirantes reunidos en una sala aneja al plató de ‘La Voz’, supone también, de algún modo, una novedad.
Pero en Telecinco no las tienen todas consigo: el formato –admiten en privado- ha sufrido un cierto desgaste. El objetivo es evitar que canse, que provoque algún tipo de hartazgo, añadiendo nuevos recursos. Se ha trabajado en ello.
Desplome en el Reino Unido
No obstante, la gran preocupación de Mediaset tiene que ver con lo sucedido fuera de nuestras fronteras. ‘The Voice’ arrancó de forma prometedora en todos los países. Registró un 19% de share el pasado mes de febrero en la emisión de la NBC para los Estados Unidos. Ese mismo mes, TF1 lo emitió en Francia y fue seguido por 9 millones de espectadores, el 38% de la audiencia.
En el Reino Unido, el formato se estrenó el pasado 24 de marzo, emitido por la BBC One y rompió los pronósticos más optimistas, con un 37,6% de share y ocho millones y medio de espectadores: cuatro más que el consolidado ‘Britains Got Talent’, con quien competía en día y hora.
Sin embargo, el concurso sufrió un desplome de audiencia cuando concluyó la fase del llamado ‘casting ciego’ y llegaron las galas. En el momento en el que se dio paso a la fase de ‘coaching’ y los aspirantes comenzaron a cantar en galas en directo hubo una huida masiva de telespectadores.
A esto se añadió una agria polémica cuando se acusó a la televisión británica de haber ‘estafado’ a la audiencia al vender como directos algunas actuaciones grabadas. Los miembros del jurado aparecieron vestidos con la misma ropa dos días diferentes y la BBC tuvo que admitir su error en una nota en la que se justificaba explicando que los directos eran muy caros.
También hubo críticas a la falta de ritmo del programa, a los despistes de algún miembro del jurado... La BBC reaccionó tomando medidas: incluyó a estrellas invitadas (como Adele), agilizó las intervenciones de unos y otros... aunque siguió emitiendo parte de las galas en diferido.
El temor es que en España suceda algo parecido. También por las similitudes de esta segunda fase del formato con el ‘Operación Triunfo’ que tantos síntomas de agotamiento dio en su última edición en Telecinco.
