Los desayunos de Carlotti en el comedor de su dirección general: “el marco laboral de Antena 3 TV va a cambiar”

Los que han pasado por allí, aseguran que la dinámica suele ser la siguiente: Un trabajador de cada departamento de Antena 3 TV es citado al desayuno desde la consejería delegada, tanto vía e-mail como a través de su jefe. Si no pudiera acudir a la cita, la persona designada debe justificar la causa de su ausencia y, en ese caso, será llamado después a una segunda o tercera convocatoria.

Los que han pasado por allí, aseguran que la dinámica suele ser la siguiente: Un trabajador de cada departamento de Antena 3 TV es citado al desayuno desde la consejería delegada, tanto vía e-mail como a través de su jefe. Si no pudiera acudir a la cita, la persona designada debe justificar la causa de su ausencia y, en ese caso, será llamado después a una segunda o tercera convocatoria.

El contenido de esas conversaciones que parecen ser todo menos “informales”, denuncian los sindicatos de la cadena, tienen un único objetivo: Maurizio Carlotti parece haber diseñado una estrategia para ir individualizando el tratamiento de las relaciones laborales de sus trabajadores, desprestigiar al comité de empresa, informar de que no se va a sentar nunca más a negociar con ellos, que va a romper el convenio y que el marco laboral de la empresa va a cambiar.

Concretamente, el consejero delegado de Antena 3 TV estaría ahora proponiendo a los trabajadores afectados por la reorganización de las delegaciones de la cadena en las distintas comunidades autónomas acuerdos a medida. Con esas negociaciones, acusan los sindicatos, se estaría evitando la subrogación legal que establece la legislación vigente y que permitiría a los profesionales de Antena 3 llevarse a la nueva empresa sus actuales condiciones de trabajo.

Carlotti estaría proponiendo, en cambio, bajas incentivadas o cambios en los contratos de reporteros y técnicos hasta conseguir nuevos arreglos con la productora que se encargará de servirle la información regional a Antena 3, presumiblemente la catalana MediaPro. Condición indispensable para cerrar esos pactos personalizados: que el salario no supere los 21.000 euros anuales.

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