José Ignacio Torreblanca rechaza una oferta de El País para llegar a un acuerdo extrajudicial por su despido

El juicio mediático de los despedidos de El País estaba a punto de llegar a su fin. Este miércoles 10 de abril, estaba previsto que José Ignacio Torreblanca, ex jefe de opinión del diario, solventase su situación de despido ante los tribunales, con la presencia de la actual directora, Soledad Gallego.

Torreblanca fue despedido en junio, tuvo un juicio de conciliación en septiembre y el de señalamiento el 30 de enero. Sin embargo, este último fue suspendido y aplazado al 10 de abril por la ausencia a última hora de Soledad Gallego.

Ahora ha vuelto a pasar algo similar. Y es que el juez había citado a ambos a las 11 de la mañana de este miércoles en el Juzgado de Primera Instancia número 37 de Madrid. Tanto Torreblanca como la directora acudieron, cada uno con su respectiva defensa. Sin embargo, el juicio, finalmente, no ha tenido lugar por razones técnicas.

Confidencial Digital ha podido confirmar que, tras esperar dos horas en la antesala, a las 13:00h han sido llamados a declarar. Entrando a la sala, ha sido cuando el juez ha comunicado que a las 14:00h se tenía que ir y que en una hora no le daba tiempo a ver todas las pruebas de antigüedad, hora extra, despido ideológico, etc.

Este hecho ha provocado la suspensión del juicio.  Por lo que el juez ha decidido aplazar el caso al próximo 17 de septiembre.

Han intentado llegar a un acuerdo de conciliación

ECD ha podido saber que Soledad Gallego ha intentado llegar a un acuerdo de conciliación con Torreblanca, tal y como pasó con los otros cuatro periodistas despedidos.

Sin embargo, la intención de Gallego no ha dado sus frutos. Torreblanca ya tiene el despido improcedente. Pero lo que el periodista quiere es pelear su antigüedad como colaborador -desde 2005- y como columnista -desde 2008-, así como las horas extra y un despido por “causas ideológicas”.

En su caso, la dirección del diario de Prisa le ofrece una indemnización que está por encima del despido improcedente,  pero al periodista no le compensa, ya que está muy lejos de lo que sería “ganarles la antigüedad y la dedicación” por todo el tiempo que ha estado en el diario.

El País no ha querido hacer ese “esfuerzo de reconocimiento” y por eso está todavía enfrentándose a los tribunales. Ahora  tendrá que esperar otros cinco meses.