El periodista Pablo González cumple tres semanas en una prisión de Polonia sin que sus familiares puedan visitarle

El reportero que viajó a cubrir el conflicto en Ucrania fue detenido acusado de ser un espía ruso. Se enfrenta a una pena de hasta diez años de cárcel

El periodista Pablo González.
Pablo González

Este lunes se cumplen tres semanas desde que el periodista español Pablo González, que estaba cubriendo la crisis de refugiados provocada por la guerra entre Rusia y Ucrania, fuera detenido en Polonia.

El periodista, colaborador de medios como el diario Público, es un experto en el mundo postsoviético. Esta detención provocó la reacción de varios grupos políticos como Unidas Podemos o EH Bildu que exigieron que se informara de las gestiones para la liberación inmediata del reportero.

Incomunicado

Cuando ya han pasado más de 20 días, su letrado Gonzalo Boye, reconoce a Confidencial Digital que todavía no han “podido hablar con él ni visitarle”. Según reconoce, la única información que tienen es que el lunes pasado, sólo el cónsul español destinado en el país, “le visitó” en la prisión de Rzeszów, una ciudad situada al sureste del país.

No obstante, considera que, aunque el Cónsul “ha hecho algunas gestiones” si el Gobierno “se hubiese puesto firme” podría haber sido “de más ayuda”. En estos momentos solo ha podido hablar brevemente con su mujer en una ocasión.

Boye denuncia además que no han recibido nada de información sobre cómo se encuentra y no le han proporcionado ningún dato adicional. Durante estos días, su familia “vive los días con mucha angustia” porque no se pueden comunicar con él ni verle. Además, protesta porque solo les han puesto “problemas y absurdos requisitos para poder visitarle”.

Acusación de espionaje ruso

González fue arrestado por la Agencia de Seguridad Interior de Polonia bajo la acusación de ser un espía que estaba trabajando en actividades especiales para Rusia. El gobierno del país señala que Pablo González fue “identificado como agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa”.

Las autoridades polacas le acusaron de haber infringido el artículo 130.1 del Código Penal polaco. En él se dice que “toda persona que participe en las actividades de inteligencia extranjera” contra la República de Polonia “será castigada con una pena de prisión de uno a diez años”.

El abogado apostilla que Pablo trabajaba desde Polonia y “repartía su tiempo entre su casa en el País Vasco y su trabajo desde Polonia”. Entre sus próximos pasos, Boye pretende “conseguir verle, hablar con él, acceder al procedimiento, estudiarlo y de ahí ver cómo enfrentar la causa”.

Reivindicación periodística

Su compañero Juan Teixeira, en el medio Eulixe, ofrece otra versión de los hechos. Según relata, Pablo González y él fueron a “conocer de primera mano”, sobre el terreno, qué posibilidad había de que cristalizase la tensión entre Rusia y la OTAN.

 

Según revela, después de una conexión con el programa ‘Al Rojo Vivo’ desde un pueblo llamado Avdeevka, tuvieron un primer encuentro con militares, que después de estar esperando para hacer un directo les invitaron a irse exigiendo que se borrase todo el material. Esa misma noche, recibieron una llamada de los servicios de inteligencia ucraniano que les demandaron regresar a Kiev para ser interrogados.

Aquel día, según su versión de los hechos, le acusaron de ser un agente ruso por “escribir para Gara y tener una tarjeta bancaria de Caja Laboral Kutxa”. Además, ante la acusación de que Pablo González dispone de dos pasaportes, su amigo Teixeira explica que el reportero tiene doble nacionalidad por lo que “en el pasaporte ruso aparece su nombre en ruso con el apellido de su madre, y en el pasaporte español aparece su nombre en español con el apellido de su madre”.

Video del día

Feijóo destaca el “modelo de la concordia” del PP en Cataluña
frente al “modelo rupturista” del resto de partidos catalanes
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato