Los piratas de series, libros y películas utilizan nuevos instrumentos: páginas web ‘setas’ y el Telegram

1. El Ministerio de Cultura
2. Telegram
3. ¿Cómo se lucha contra la piratería?

La innovación de Internet y las nuevas formas de negocio llegan también a los piratas, a los que se apropian de series, libros y películas. Fuentes especializadas del sector de la seguridad alertan de los nuevos métodos de los infractores para vulnerar los derechos de propiedad intelectual: las páginas web ‘setas’ y el Telegram.

Las páginas web ‘setas’, explican a Confidencial Digital, son una serie de dominios semejantes configurados en estructura piramidal y que tienen muy fácil réplica. De esta forma, cuando los encargados de velar por los derechos de los autores localizan una web pirata con el dominio .com y proceden a su clausura, los piratas tienen preparadas páginas con el mismo nombre y el dominio .org, .tv, .one... que pueden sustituir a la primera, a la segunda cuando también se cierre, a la tercera, y así sucesivamente.

Con este sistema de relevos, consiguen alargar los procedimientos del Ministerio de Cultura contra ellos, y retrasar una clausura definitiva.

Se les conoce como “páginas web’ setas porque, al igual que los hongos dispersan sus esporas por la velocidad del viento, estas aprovechan las capacidades de Internet para dispersar sus semillas y “seguir lucrándose” de los contenidos de otros.

El Ministerio de Cultura

El Ministerio de Cultura ha elaborado un informe sobre ese fenómeno de pirateo informático, al que ha tenido acceso ECD. El estudio ofrece ejemplos de este tipo de páginas web con una estructura idéntica. 

Hay casos donde solo hay dos copias “ww.pelis24.tv” y www.pelis24.live, pero el informe se detalla que algunas otras las paralizaron antes de que comenzaran a copiarse como “www.seriesflv.net”. 

Hay otros casos en los que se puede llegar a tener hasta cinco dominios diferentes desde donde se piratean libros, series y películas: “www.genteflowmp3.com”, “www.genteflowmp3.org”, “www.genteflowmp3.me”, “www.genteflowmp3.tv” “y www.genteflowmp3.one”.

Muchas de estas páginas webs están ya cerradas. En cuanto a las que siguen activas, a las cuales el informe recomienda no dar publicidad de sus nombres, se puede observar que “tienen un diseño muy sencillo y fácil de utilizar”. La publicidad, con la que ganar dinero gracias a los contenidos de autores que lo han generado y que no forman parte de esta página web, ocupa “un lugar protagonista”.

Telegram

Otro de los sistemas que se han utilizado en los últimos años para distribuir ilegalmente libros, series y películas sin derechos son los canales automáticos de Telegram. 

Telegram es una plataforma de mensajería y VOIP de origen ruso, desarrollada por los hermanos Nikolái y Pável Dúrov.^{nota 1} La aplicación está enfocada en la mensajería instantánea, el envío de varios archivos y la comunicación en masa. Se anunció oficialmente el 14 de agosto de 2013,⁴ tiempo después del autoexilio de los hermanos Dúrov y antiguos compañeros de VK a otros países por posturas opuestas al gobierno de Rusia.⁵ A julio de 2021 una organización autofinanciada que lleva su nombre gestiona su desarrollo, cuyo centro de operaciones está en Dubái, Emiratos Árabes, y su matriz está registrada legalmente en las Islas Vírgenes Británicas.^{nota 2}. En ella, han desarrollado ‘bots’ en los que, al entrar en este canal anónimo, si pides el nombre de un libro de un autor como Ken Follet, el programa contesta ofreciendo un enlace donde se puede descargar gratis el libro en formato digital en inglés, español, catalán…

¿Cómo se lucha contra la piratería?

Desde 2012 hasta mitad de 2022, que es cuando hay unos datos disponibles, el Ministerio de Cultura ha recibido 785 solicitudes de cierres de páginas webs por motivos de pirateo. De ellas, 375 eran incompletas y fue preciso requerir su subsanación.

Prosperaron 432 solicitudes con las que se comenzó un procedimiento sancionador, por considerar que esos dominios eran sospechosos de delito. De esas, 153 acabaron archivadas porque el infractor, al ser apercibido, retiró los contenidos o bien cesó la actividad de la página. No obstante, en otros casos fue imposible detectar al responsable de las páginas.

Con las 239 restantes, como última alternativa, se inició un proceso de avisos previo a la adopción de medidas judiciales. De ellas, 116 acabaron retirando voluntariamente los contenidos denunciados, y en 4 casos caducó el proceso.

De las otras 119, la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual del Ministerio de Cultura ordenó la retirada de los contenidos ilegales, llegando, en los casos más graves, a demandar la supresión del servicio de la sociedad de información.