Protesta sin precedentes de las guionistas contra el machismo en las producciones

Dos profesionales del sector relatan a ECD la situación: discriminación en los equipos directivos, episodios de acoso laboral, desigualdad en los salarios y la contratación femenina solo para cumplir una cuota

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Mujeres sector audiovisual

Las acusaciones por machismo y acoso laboral llegan a la industria del guion en la producciones españolas. La representatividad de la mujer en un sector tan creativo como éste sigue siendo mínima y se denuncia que la gran mayoría de puestos directivos están ocupados por varones.

El movimiento de protesta surge ahora a raíz del primer estudio profesional elaborado por el Sindicato de guionistas ALMA que acaba de poner de manifiesto, con datos cuantitativos, la situación laboral en la escritura de series, programas y películas desde la perspectiva de género en nuestro país.

En este estudio, del que ECD se hizo eco hace unos días, se reveló que tres de cada cuatro mujeres guionistas aseguran haber presenciado o sufrido acoso o discriminación laboral, el doble que en el caso de los varones.

Además el estudio descubre que el machismo se materializa también en situaciones de escaso reconocimiento y pone de manifiesto la importante brecha salarial en el sector por cuestiones de género: los sueldos de las mujeres son inferiores al de sus colegas masculinos

Una pirámide profesional liderada por el sector masculino

La estructura laboral está capitaneada por los varones. “Es una pirámide infernal en la que es imposible ascender o dificilísimo”, revela Diana Aller, guionista que ha trabajado en formatos como ‘Quien quiere casarse con mi hijo’, ‘Alaska y Mario’, ‘Gran Hermano’, ‘Maestros de la costura’, ‘Las Campos’ o ‘La última cena’.

Aller explica que cuando una mujer consigue llegar a un puesto de cierta responsabilidad se encuentra totalmente sola. “A mí me ha pasado que me han llamado para sumarme a una empresa, en la que mi cometido era… ser mujer. Me contrataban por ser mujer, para que hubiese al menos una visión femenina en la compañía porque toda la cúpula directiva estaba formada por hombres y necesitaban una visión femenina, decían”.

En otras palabras, “te están diciendo a la cara que te contratan por ser una cuota, no por lo que tú vales”, confiesa la guionista. “Es una situación terrible. No lo rechazas porque es preciso estar ahí y tienes que aceptarlo para hacer hueco a las demás mujeres. Pero te sientes parte de un juego sucio”, añade.

Un circuito de hombres eligiendo a hombres

En esta estructura los que ejecutan, deciden la programación y toman las decisiones son hombres. Es un circuito en el que “los productores varones contratan a directores varones, que a su vez mandan sus películas a festivales donde el jurado lo conforman en su mayoría hombres”. Es decir, son “varones eligiendo a varones”, asegura Aller.

“La mayoría de los formatos son creados por hombres y no solo eso sino que además los formatos en los que trabajan mujeres o aquellos creados por ellas se consideran de un grado inferior”, explica Aller.

 

A pesar de todo, existe alguna excepción que ofrece “un poco de luz en el camino”. Cita el caso del grupo audiovisual Shine Iberia, que produce programas de éxito como ‘Masterchef’, ‘Prodigios’, ‘Maestros de la costura’ o ‘Me resbala’. Allí predominan mujeres porque la dirección ejecutiva la lleva una mujer, destaca Aller.

Los formatos creados por mujeres, infravalorados

Aller revela otro dato importante: “lo que está mejor visto en el guion de entretenimiento es el humor y ese tipo de trabajos está copado por hombres. Cada vez nos representa menos a las mujeres porque es excluyente”.

Al ser un sector liderado por hombres, la situación se retroalimenta. “Con los años se ha acabado por pensar que las mujeres no tenemos sentido del humor cuando es todo lo contrario”. A juicio de Aller, debido a esta opresión las mujeres guionistas han desarrollado “un humor más fino e irónico” pero sigue sin estar pagado, reconocido y valorado.

Es algo que también sucede en las estructuras empresariales. En las redacciones, son ellas las que están haciendo el trabajo de campo más duro, peor remunerado a juicio de Aller.

Son el “músculo del programa” y está formado normalmente por mujeres en su mayoría. Sin embargo en el mundo del guion, aquellos que al final “plasman la palabra”, hay “una escandalosa mayoría de hombres”.

El mérito se lo llevan siempre ellos

“Ellos son los que tienen nombre y los que se llevan las medallas”. Y añade: “Lo peor de todo es que no hay autocrítica ni reflexión porque la situación está tan asumida que se ve como normal”.

“Nos dicen que las mujeres no tenemos sentido del humor o se ve en los programas donde te ves relegada. Cuando mis compañeros llevaban todo el peso narrativo de los programas, a mí me mandaban a hacer el trabajo de las redactoras dando por hecho que yo no podría escribir un guion de continuidad”.

Aller describe un hecho insólito pero más extendido de lo que pudiera parecer: “muchas veces cuando se hace un especial sobre mujeres… está dirigido por hombres”.

“Son hombres a los que se les llena la boca hablando de feminismo. Cuando si realmente defendieran esta causa cederían el espacio y el privilegio para compartirlo con las mujeres. Son incapaces de hacerlo porque ni siquiera se dan cuenta del absurdo”.

Para muchas mujeres del sector, “es como predicar en el desierto”. Sin embargo, recuerdan, “no hay que dejar de intentarlo”. Los varones no son conscientes de esto, aseguran, porque “es muy difícil despertar de tu propio privilegio”.

La brecha salarial

La brecha salarial pone de manifiesto un dato contundente y revelador. Se trata de una estadística realizada por el grupo político Más Madrid que revela que “todas las mujeres a partir del día 15 de cada mes trabajan gratis”. Así se traduce, según esta formación, la brecha salarial entre hombres y mujeres.

Es decir, un hombre, en la misma posición que una mujer, sigue cobrando a partir del 15 pero la mujer no. Esto ocurre en todos los sectores, no solo en el audiovisual. “Un dato realmente escandaloso y que está demostrado”, asegura Aller.

Las mujeres sufren acoso laboral

Otro de los datos relevantes es el citado acoso laboral que sufren una gran mayoría de mujeres en este sector. La guionista revela que el caso de un jefe que le llegó a preguntar: “si tu compañera me denuncia por acoso sexual, tú testificarías a mi favor, ¿verdad?”.

“Que alguien te diga eso te hace entender la gravedad de la situación”. En el sector, explica, hay todavía un grave silencio sobre esta cuestión, enormes presiones y mucho juego sucio. “Es algo terrible”.

Las plataformas empiezan a exigir mujeres

Otra de las guionistas que ha compartido sus experiencias con Confidencial Digital es Sara Alquézar, guionista de la exitosa serie ‘El último show’, de Aragon TV y distribuida por la plataforma HBO.

La guionista empezó hace quince años a trabajar en salas de guion y en casi todos los equipos que ha trabajado, sobre todo en productos dirigidos al horario de máxima audiencia, en el ‘prime time’, era la única mujer al lado de cinco o seis varones.

Las plataformas empiezan a exigir ahora que haya mujeres en el departamento de guion, explica Alquézar. “Me han llamado de varias productoras y exigen que haya un número mínimo de nosotras. En caso contrario, la serie no se hace”.

La guionista afirma que le gustaría que llegara un día en que los equipos estuvieran igualados y “que no te llamen para ser la única mujer de un plantel”.

Respecto a la brecha salarial relata que también la ha sufrido en primera persona al igual que muchas de sus compañeras. La queja suele caer en saco roto porque “el problema es que te arriesgas a quedarte sin el trabajo”.

De todos modos, entiende que se trata de un error para las propias compañías. Por su experiencia, “cuanta más variedad de género, de ideologías y de perspectivas a la hora de crear, más rica es la historia”.

En lo referente a la discriminación en el trabajo y de que la mujer está infravalorada también reconoce haberla sufrido. “A mí me ha pasado de trabajar en una serie donde me contrataban para que generase tramas con personajes femeninos en comedia y, a la hora de intentar contar esas tramas, me decían que la comedia con mujeres no funcionaba en España y que además las guionistas mujeres no éramos graciosas”.

“Es una etiqueta que te ponen que no es cierta y con la que tratan de callarte la boca”. Alquézar lamenta esta situación y entiende que es un error porque “no se le puede callar la boca a ningún guionista: trabajamos con ideas y las tenemos que expresar”.

Una labor muy poco reconocida

La labor de los guionistas, sobretodo de las mujeres, se reconoce muy poco. “No aparecemos en las noticias, ni nuestras caras aparecen en las revistas o las alfombras rojas”, lamenta.

De hecho, confiesa Alquézar, “hay galas o entregas de premios donde ni siquiera invitan al guionista cuando estaban nominados a mejor película, serie o incluso a mejor guion”.

Alquézar echa de menos a mujeres con más cargos de responsabilidad en el sector. “Aunque sí que hay coordinadoras y jefas de equipo de guion, pero por encima de ellas están los productores. Y por encima de los productores, ejecutivos de cadena que también suelen ser siempre hombres”.

“Productoras o ejecutivas mujeres sé que hay, pero no conozco a una gran jefa”. Alquézar, al igual que Diana Aller, desea que la situación cambie cuanto antes y las dos sugieren que el sector femenino se agrupe. “Debemos hacer piña porque es demasiado tiempo sufriendo la injusticia”.

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