La renovación del Grupo Godó se interpreta en Cataluña como una derrota del actual director de La Vanguardia

Josep Antich, el gran derrotado. Esta es al menos la lectura que se hace en algunos sectores catalanistas de la reciente renovación de la cúpula realizada por el Grupo Godó y que ha elevado al puesto de consejero delegado a Carlos Godó. En algunos ámbitos del nacionalismo catalán, la remodelación sufrida recientemente en el equipo directivo del Grupo Godó ha traído consigo algunas sorpresas. Por un lado, Carlos Godó ha salido reforzado del envite y convertido en el nuevo “hombre fuerte” de la compañía. También ha llamado la atención el desplazamiento de Antonio Cambredó, que deja de ser consejero delegado para ocuparse del relanzamiento del diario Avui desde su presidencia ejecutiva, un encargo que parece haber asumido como un reto personal y un modo de demostrar al grupo su valía. Esta reorganización, explican en el entorno de ERC, es considerada como una derrota en toda regla de Josep Antich, el actual director de La Vanguardia, que permanece en su puesto a pesar de aspirar al cargo que ahora ocupa Carlos Godó. Desde la formación que dirige Carod Rovira se considera, no obstante, que la misión más difícil correrá a cargo de Josep Caminal, nuevo director general de Presidencia, y Màrius Carol, director de comunicación y relaciones externas. Ellos serán los encargados de hacer de puente entre el conde de Godó y su hijo, y potenciar las buenas relaciones de la sociedad tanto con la Generalitat como con La Moncloa.