Del “Todos al suelo” al “Tranquilo Jordi” y a la conversación con Tejero: la trepidante historia del 23-F en directo

Así vivió y transmitió Europa Press la noche del intento golpista, mientras temía que llegaran efectivos militares para cortarles los teletipos

Antonio Tejero, en el Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981 (Foto: Europa Press).

El intento de golpe de Estado protagonizado por Antonio Tejero fue transmitido, casi minuto a minuto, a periódicos y radios de toda España por la Agencia Europa Press, cuyas noticias mantuvieron informados a esos medios del desarrollo de los acontecimientos.

Un relato casi en primera persona se recogió en la tesis doctoral (aún sin publicar) “Antonio Herrero y Europa Press”, de José Apezarena, entonces redactor jefe de dicha agencia y por tanto testigo directo del trabajo desarrollado por la agencia. Antonio Herrero Losada era el director, y el otro redactor jefe era Jesús Frías. José María Armero era presidente de la agencia.

Reproducimos a continuación el capítulo de dicha tesis dedicado a la intentona golpista del 23-F.

El flash urgente

“Flash flash urgente urgente urgente

A las seis  y veinticuatro de la tarde, un grupo de policías y miembros de la guardia civil ha irrumpido en el pleno del Congreso de los Diputados donde se estaba celebrando la votación de investidura. Los miembros de las FOP han apuntado con sus armas al presidente de la Cámara, al tiempo que gritaban: ‘Todo el mundo al suelo’.

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Inmediatamente después se han escuchado varios disparos sin que, a las seis y veinticinco de la tarde, se pueda precisar si ha habido alguna persona herida, o si se han tratado de disparos de intimidación.

A las seis y veintisiete minutos de la tarde, la Cadena Ser, que estaba transmitiendo en directo el pleno y los incidentes, ha interrumpido la programación y ha comenzado a emitir música.

Se ignora a esta hora si esta decisión ha sido adoptada por la Cadena Ser voluntariamente o si se trata de una medida por presiones de los miembros de las FOP que han irrumpido en la Cámara armados.

Momentos antes, el informador de la Ser que estaba transmitiendo el acto en directo  ha dicho: ‘Las personas están apuntando con sus armas al presidente… Ahora nos han apuntado también a nosotros…’”.

El primer teletipo

Datado a las 18,28 horas de aquel 23 de febrero de 1981, éste fue el primer teletipo, una vez más de Europa Press, que llegó a las redacciones de periódicos y radios de toda España informando de que se estaba produciendo un golpe de estado.

Las características de ese mensaje constituyen, en sí mismas, un ejemplo práctico de periodismo de agencia. De entrada, se cortó sobre la marcha la noticia que en ese momento se estaba transmitiendo, para lanzar el flas. Comenzó con la advertencia sonora de que ocurría algo importante: el aviso de que se trataba de un flash urgente venía precedido y remachado por el sonido de campanillas, que se escuchaban en los cuartos de teletipos para alertar al personal.

  A continuación, esta vez ni siquiera había título, en contra de la práctica en la agencia. Motivo: la urgencia de iniciar cuanto antes la transmisión, sin perder un segundo. Por el estilo, la noticia no se escribió a máquina por un redactor y se pasó después para que perforara la cinta, sino que fue dictada directamente al teletipista. En su contenido, se narra lo que se sabe en ese momento, anotando la hora de la información; se cuenta lo que ocurre, aunque todavía se desconoce el motivo, como se aprecia en el caso de la interrupción de la transmisión por parte de la Cadena Ser.

A partir de este momento, Europa Press se dedicó a suministrar, sin parar, cuantas informaciones iban llegando sobre el desarrollo de los sucesos dentro del Congreso, pero también de cuanto ocurría fuera de la Cámara, en los medios radiofónicos y en Televisión Española, en los alrededores de la carrera de San Jerónimo, en los organismos oficiales, en las capitanías generales, en toda España… Un espectacular despliegue de informaciones rápidas y completas, en las que siempre se anotaba la hora en que iba ocurriendo cada asunto y la fuente de donde procedían los datos.

Temor a la llegada de fuerzas militares

El trabajo se fue cumpliendo a pesar de que la sensación que tenían Antonio Herrero, los redactores jefes y el resto de la redacción era que en cualquier momento podía pasar algo, que había riesgo de que su actividad tuviera que ser interrumpida por la llegada de efectivos militares a la agencia, como había ocurrido en varias emisoras de radio de Madrid.  

La agencia continuó trabajando. Con el golpe ya en marcha, cinco minutos antes de las 7 de la tarde, otro teletipo de Europa Press ofreció el relato de los primeros instantes del golpe tal como lo emitió en ese momento la Cadena Ser:

“Tras ser pronunciado el nombre del diputado Manuel Núñez Encabo para que emitiera su voto, el locutor de la Cadena Ser que transmitía el desarrollo de la sesión de investidura dijo lo siguiente:

‘Algo… en esos momentos se ha oído un golpe fuerte en la Cámara (un disparo, comenta alguien a su alrededor), no sabemos lo que es porque… La policía, la guardia civil, entra en estos momentos en el Congreso de los Diputados. Hay un teniente coronel que, con una pistola, sube hacia la tribuna. En estos momentos apunta… Es un guardia civil, está apuntando con la pistola. Entran más policías, entran más policías. Está apuntando al presidente del Congreso de los Diputados con la pistola, y vemos cómo, cómo (se oyen gritos en la Cámara) la policía… (se oyen gritos de ‘al suelo, al suelo. Todo el mundo al suelo, al suelo’). No podemos emitir más porque nos están apuntando. Llevan… llevan metralletas… (en ese momento comienzan oírse disparos y gritos en el interior del hemiciclo).

(Alguien dice: ‘No enfoques para acá la cámara, que te mato. Desenchufa eso. Desenchúfalo… Desenchúfalo eso’).

(Siguen oyéndose gritos).

(Alguien dice: ‘Tranquilo, tranquilo. No pasa nada’).

(Se oyen ruidos cerca de los micrófonos, y algunas voces confusas). Una voz dice: ‘Tranquilo, que no pasa nada. No está montada. ¡Coño, tranquilizarse!, no se va a apuntar a nadie. Está desmontada, tranquilízate. No ocurre absolutamente nada’.

En ese momento dejaron de oírse ruidos, y la Cadena Ser empezó a emitir música clásica”.

Dos redactores en el Congreso

Dos redactores de Europa Press, que llevaban la información parlamentaria, se encontraban esa tarde en el Congreso de los Diputados cubriendo la votación de investidura cuando se produjo el golpe: Mariano González y Jesús María Zuloaga. 

Éste es el relato de Zuloaga:

“Estábamos los dos en la tribuna de la prensa, cuando sonó el primer disparo, en la entrada. Un disparo con el que redujeron a todos los escoltas, un solo disparo.

Se lo comenté a Mariano, pero él me dijo: ‘Zulu, baja tú’. Por lo visto, yo era el ‘aguerrido’. Bajé, y en ese momento entraba ya un guardia civil, que me gritó: ‘¡Métete, métete para adentro!’. Llevaba un subfusil. Después me enteré de que se apodaba El Chino. Llevaba tabaco negro y rubio para ofrecer. Ése sí que sabía de qué iba. Había otros guardias que no lo sabían.

Europa Press tuvo un papel relevante en el 23-F que nunca lo he visto escrito y nunca se ha reconocido. Ocurría que en aquel momento la única agencia de noticias que tenía contratada el Congreso de los Diputados era Europa Press. Según se entraba en el Congreso, a la derecha, había un teletipo en el que se imprimían las informaciones: la gente lo leía, cortaba las noticias…

El Chino nos redujo a todos los que estábamos en la tribuna de prensa. Algunas de nuestras compañeras, que hoy son conspicuas comentaristas de tertulias políticas, estaban llorando, cosa muy lógica. Yo me sentía aterrado. El que diga que en esos momentos no pasó miedo, miente descaradamente.

“¿Ustedes son del sistema?”

El Chino decía, con acento medio andaluz: ‘No se preocupen, no se preocupen. Esto va contra el sistema. ¿Ustedes son del sistema?’. La gente, como en los partidos de tenis, hacía no con la cabeza, sin hablar nada.

Mariano salió del Congreso antes que yo. Fue a la agencia y escribió una primera crónica fantástica, acordándose de lo que yo no me había acordado. Tiene mejor retentiva que yo.

En el Congreso, yo estaba de los nervios. ¿Cuál era el problema? Que la noticia de Mariano, como es lógico, se transmitió a todos los abonados, pero a nadie en Europa Press se le había ocurrido no transmitirla al el Congreso, que es lo que había que haber hecho. Yo solía llevar entonces una zamarra de aspecto legionario, alguno me debió de confundir con alguien de allí y por eso me movía por un lado y otro allí sin problemas: a mí nadie me paraba. Así, una de las veces que yo bajé, me encontré a Tejero con la noticia del teletipo de Europa Press en la mano y gritando: ‘¿Quién ha publicado esto, quién ha sido?’. Yo llevaba a la vista la acreditación de la agencia. No sé como tuve fuerzas, pero me di la vuelta y subí las escaleras pensando: ‘Como éste me pare…’. Eran unos momentos de nerviosismo en los que me habría podido pasar de todo.

El bando de Milans del Bosch que se leyó en el hemiciclo era un teletipo de Europa Press. El capitán Jesús Muñecas se subió a la tribuna y se le dio a un guardia: ‘Léalo’. Pero no se habían percatado de que -cosas como de Pancho Villa- el manifiesto difundido por la agencia, como era su obligación porque se trataba de una noticia, llevaba antes otra noticia. Y el guardia empezó a leer: ‘Normalidad en el Cuartel General del Ejército. Madrid, 23, Europa Press. A las 7,20 la normalidad era completa en el Cuartel General del Ejército…’. Se lanzó Muñecas -todo esto delante de los diputados- diciendo: ‘No, eso no’. Le cogió el papel al guardia, le echó de allí, y él leyó el bando de Milans. Eso está recogido en el acta de sesiones, que se reconstruyó después.

La única agencia que reaccionó y que fue dando noticias, desde el exterior del Congreso, y desde el interior mientras pude yo, fue Europa Press.

Treinta minutos en el suelo

Cuando nos tiramos al suelo, tras los disparos al aire, estuvimos treinta o cuarenta minutos tumbados hasta que nos dejaron levantar, después de que cayeron los trozos del techo. Algunos los listos, como Pedro Calvo Hernando, habían preguntado al guardia rubio, que era del Parque Móvil y después le conocí en Valdemoro: ‘Oiga, esto será munición de fogueo verdad’. Y el agente respondió: ‘La Guardia Civil solamente utiliza munición de reglamento’.

Estando en el suelo, me volví, y vi cómo Chani y Ángel Mullor, que estaban tirados en la última fila, iban levantando el sintasol del suelo y escondiendo los carnets del Partido Comunista y de Comisiones Obreras.

Hay una cosa del 23-F a la que he dado vueltas, y que no sé qué habría pasado. Me di cuenta cuando ya estaba en la fila en la que nos cacheaban y nos tomaban la filiación para dejarnos salir del Congreso: creo que habría tenido posibilidad de quedarme. Había dos posibilidades. Una me la ofrecieron los de Fuerza Nueva, Joaquín Abad y Villamea, que son los que se quedaron dentro. Me dijeron: ‘Zulu, quédate, que tú no tendrás problema’. Yo siempre he tenido mucho predicamento en la Guardia Civil y he tenido buenos amigos dentro de la familia militar, pero me pareció que era malo que un redactor de Europa Press se quedara junto con los de Fuerza Nueva. No era bueno. 

Escondido en un despacho

La otra posibilidad era un despacho de la segunda planta, que yo sabía que estaba abierto y conocía dónde estaba la llave. Me subo, me encierro allí, y tenía sonido del hemiciclo, que no podían cortar. Habría estado muy bien. Lo que pasa es que, en esos momentos de indecisión, de sí o no, te encuentras con que el guardia te está empujando escaleras abajo. Un minuto antes, me habría podido quedar. Con advertir en la agencia: no digáis que estamos dentro, habríamos podido ir dando noticias (no muchas, porque no se produjeron muchas) de lo que pasaba, o haber dejado un teléfono descolgado conectado… De todas formas, desde fuera se sacaron muchas noticias.

Cuando salí al exterior, me encontré con Ángel Mullor (yo le conocía de los tiempos del franquismo, era el que me pasaba Mundo Obrero y terminó de director general de Iberia) y varios miembros del Partido Comunista, y me dijo: ‘Estamos preparando un salto, una manifestación espontánea del PCE contra la presencia del ejército. Ponte aquí, porque el salto va a ser por aquí’. Alguien en el Partido Comunista, no Santiago Carrillo, que estaba dentro, debió de pensar: ‘Esto es una barbaridad; es lo peor que podemos hacer. Vamos a organizar una provocación. Los militares, cuando vean que gente del Partido Comunista se moviliza en la calle, provocará que el golpe triunfe’. Y no hubo salto”.

El bando de Milans

Los diputados tuvieron conocimiento del bando de Milans del Bosch por un teletipo de Europa Press, como se ha contado. Pero ¿cómo llegó a la agencia la proclama del general golpista? 

Si la entrada en el Congreso se produjo hacia las seis y veinte de la tarde, a las siete menos cuarto Luis Herrero, director del diario Mediterráneo, recibía un sobre con el sello de la capitanía general de la III región, que acababan de entregar dos soldados de la policía militar armados con metralletas. Al abrirlo, lo que leyó fue el bando, que contenía diez disposiciones. 

Luis Herrero se lanzó al teléfono, llamó a Europa Press, le dijeron que en esos momentos no tenían otra información que lo que había difundido las emisoras de radio y la televisión, y pidió que le pasaran con el director. Le puso al corriente de lo que acababa de recibir, y Antonio Herrero. “con gran excitación periodística”, le pidió que se lo dictara. Ese fue el texto que transmitió la agencia, que llegó al congreso y se leyó ante los diputados.

Normalidad en las calles

A lo largo de la tarde y durante toda la noche, Europa Press siguió suministrando noticias de lo que ocurría, tanto en Madrid como también en toda España, en este caso gracias a las informaciones que enviaban los corresponsales. Además, José Mario Armero, llamaba periódicamente al director para informarle de lo que estaba pasando en el hemiciclo, ya que él era uno de los pocos privilegiados que tenía acceso a lo que mostraban las imágenes mientras la cámara de televisión siguió emitiendo.

Antonio Herrero guardó todos los teletipos transmitidos por la agencia, desde el instante en que se dio el primer flas hasta las 8,05 horas del día 24 de febrero, y los encuadernó en un volumen. En total más de doscientas noticias.

En los primeros momentos, los teletipos ofrecieron datos como los siguientes: normalidad en las calles de Madrid, tranquilidad exterior en La Moncloa y en la casa de Calvo Sotelo, normalidad en el Cuartel General del Ejército, medidas de seguridad en el Palau de la Generalitat, normalidad en Barcelona, el bando de Milans del Bosch, Radio Nacional deja de emitir marchas militares, unidades acorazadas han ocupado TVE…

Apoyo de los capitanes generales

Y muy temprano, a las 8,35, esta noticia relevante: 

“Una fuente gubernamental: el rey cuenta con el apoyo de los capitanes generales.

Madrid, 23. Europa Press.

A las 8,35 de la tarde, una fuente gubernamental, no vinculada al estamento militar, ha manifestado a Europa Press que el rey cuenta con el apoyo de todos los capitanes generales.

Según esta fuente, el rey don Juan Carlos ha mantenido contacto directo con todos los capitanes generales para conocer la situación en las respectivas demarcaciones”.

En la misma línea, poco después ofreció desde Barcelona una declaración de Miguel Coll i Alentorn, consejero adjunto de Presidencia de la Generalitat: tranquilidad en La Zarzuela, el rey rechaza la intentona golpista. 

“Tranquilo Jordi”

Sucesivamente, Europa Press fue dando cuenta de que se había reunido la Junta de Jefes de Estado Mayor, de que grupos de personas estaban congregadas en las inmediaciones del Congreso y escuchando la radio, reunidos los secretarios de Estado y subsecretarios y el “tranquilo Jordi” de don Juan Carlos a Pujol.

Esta última noticia fue conseguida por Daniel Arasa, que se había desplazado a la sede de la Generalitat. Hacia las 8 de la tarde llegó a Pujol y dijo a los pocos periodistas que se encontraban allí: He hablado con el rey y me ha dicho ‘tranquilo, Jordi, tranquilo’. 

Los otros no dieron importancia al comentario, pero Daniel Arasa valoró que se trataba del primer dato sobre lo que pensaba el monarca acerca del golpe, porque de don Juan Carlos no se sabía nada aún, y envió la noticia a Madrid. Antonio Herrero llamó enseguida a Barcelona para saber la fuente, y cuando escuchó que era el propio Jordi Pujol, se transmitió por el teletipo. Efe lo dio bastante más tarde.

Siguió después la nota oficial de los secretarios de Estado y subsecretarios como “Gobierno de la nación”, y la noticia de que, a las 9,25, los periodistas abandonaron el Congreso. En esa última se daba cuenta de un hecho inquietante: Adolfo Suárez, Gutiérrez Mellado, Felipe González y Santiago Carrillo habían sido sacados fuera del hemiciclo y no se sabía dónde se encontraban.

Diario 16 sale a la calle

Más tarde, Europa Press anunció la inminente salida, calculada para las 11 de la noche, de una edición especial de Diario 16 con el título “Fracasa el golpe de Estado”. 

Se informó de que la Junta de Jefes de Estado Mayor había tomado las medidas necesarias para reprimir todo atentado contra la Constitución, que los ocupantes entraron en el Congreso en nombre del capitán general de la III Región (Milans del Bosch), y adelantó que el rey se dirigiría a la nación por TVE. Igualmente, dio cuenta de que en la agencia se habían recibido llamadas de emisoras de Estados Unidos, periódicos de Inglaterra (Daily Express, Evening Standard y Daily Mirror) y de un diario de Australia para requerir información sobre lo que estaba ocurriendo en España. 

Carros de combate en las calles de Valencia

Desde Valencia, contó que carros de combate habían ocupado las calles, y desde Madrid que la Primera Región Militar había informado al rey de que existía normalidad, lo mismo que en la Octava Región. 

Desde Barcelona, Jordi Pujol declaró que el capitán general de Cataluña respondía de las cuatro guarniciones. 

A las doce de la noche, reveló que los guardias civiles que ocupaban el Congreso estaban llamando por teléfono a sus familias para informarles de dónde estaban, y poco después se anunció que el general Armada había entrado en el edificio. 

Un redactor llamó a la capitanía general de Valencia para intentar hablar con Milans del Bosch pero resultó en vano: sólo pudo hacerlo con su ayudante. 

Siguieron noticias sobre normalidad en La Coruña, en el País Vasco, y el anuncio de que el Partido Comunista desconvocaba la manifestación que había anunciado en la plaza de Neptuno, junto con comunicados de condena de partidos, sindicatos, asociaciones de policía, confederaciones de empresarios... 

A la una de la madrugada, una declaración de Arzallus diciendo que la monarquía había salvado la democracia.

El mensaje del rey

A la una y cuarto de la madrugada, don Juan Carlos compareció en Televisión Española para confirmar su oposición a la intentona golpista, noticia que fue transmitida por Europa Press casi sobre la marcha. Además del texto íntegro del mensaje, se explicó que don Juan Carlos iba vestido con uniforme de capitán general, que compareció sentado en su mesa de despacho y con rostro serio. 

A las dos menos veinte, transmitió que, según fuentes de la comisión de secretarios de Estado y subsecretarios, Milans del Bosch había ordenado la retirada de las tropas. A esa hora, contó que tropas de la división Acorazada Brunete habían llegado al Congreso. A las dos y media ofreció el mensaje del presidente de la Generalitat pidiendo a los catalanes serenidad y normalidad, en nombre del rey. 

Después de relatar que los guardias civiles que ocupaban el Congreso habían cenado a las 12,30, Europa Press reanudó la transmisión de la noticia del pleno de investidura y las intervenciones de los portavoces, interrumpida al producirse el golpe.

 A las tres, contó que, según el último guardia civil que había abandonado el Congreso, a las doce de la noche Tejero dijo a los guardias que se habían sumado al movimiento las regiones militares tercera y cuarta. 

Siguieron las tomas de posición contra el golpe, de Ferrer Salat y del PSOE, del comité ejecutivo de la Generalitat, de CDC, de las Cámaras de Comercio.

Edición especial de El País

Pasadas las tres y media, Europa Press informó de la aparición de una edición especial de El País, y reprodujo el editorial. A las cuatro y diez reveló que una persona que había conversado con Suárez daba cuenta de que el presidente del Gobierno se encontraba “muy entero y tranquilo”. 

Y diez minutos más tarde explicó lo que demandaba Tejero, según conversación con Juan Pla, ex director de El Imparcial: constitución de una junta militar que erradique el terrorismo y disolución del Parlamento. Posteriormente, la agencia transmitió esa conversación. 

El teniente coronel contó a Pla que Armada le había ofrecido prepararle un avión para irse de España y que le había contestado que se mareaba cuando vuela.

Hacia las cinco de la madrugada, una persona que dijo hablar en nombre de Tejero llamó por teléfono a la agencia y trasladó un comunicado del teniente coronel preparado para las agencias. Europa Press transmitió la noticia. 

Una conversación con Tejero

Y tomó ocasión de la llegada de esa nota para, con el argumento de confirmar su veracidad, intentar hablar con el propio teniente coronel Tejero. Lo logró. El contenido de la conversación se ofreció por el teletipo:

“Diálogo telefónico con el teniente coronel Tejero.

Al recibir el comunicado de la persona que dijo hablar en nombre del teniente coronel Tejero, un redactor de Europa Press se puso en contacto telefónico, a las 4,47 de la madrugada, con el palacio del Congreso de los Diputados y pidió hablar con el propio teniente coronel Tejero para confirmar la veracidad del mensaje anterior.

El teniente coronel Tejero accedió a ponerse al teléfono y mantuvo con el redactor de Europa Press el siguiente diálogo:

-Aquí el teniente coronel Tejero.

-Buenas noches, teniente coronel.

-Buenas noches.

-Nosotros no tenemos garantía de que el comunicado que nos han facilitado es auténticamente suyo.

-Ah… de la fuerza que está dentro.

-Sí, de la fuerza que está dentro.

-Indudablemente.

-¿Usted suscribe ese comunicado?

-Todos.

-Todas las personas que se encuentran con usted… ¿cuántas personas son?

-No tengo ni idea… muchas.

-Pero a su mando, ¿cuántas personas se encuentran?

-Yo no sé… no tengo ni idea… Además, ésa es una pregunta muy táctica y estratégica.

-Tengo entendido que usted ha hablado ya con bastantes personas, entre otras con representantes de los grupos parlamentarios.

-No.

-¿No ha hablado usted con ellos?

-No, no… yo no… Yo me limito a hacer mi misión, nada más… No hago política.

-Tengo entendido que usted ha hablado con el general Armada también.

-Ah, es un general del ejército, indudablemente.

-Según ha trascendido, se la ha ofrecido a usted un avión para abandonar el país.

-Hasta luego (el teniente coronel colgó el teléfono).

El tono del teniente coronel Tejero era, en cierto modo, calmado y distendido”.

Detenido García Carrés

A las seis menos cuarto, Europa Press anunció la detención de García Carrés. Y, a dos minutos de la seis, transmitía desde Valencia una ‘nota oficial’ de la capitanía general en la que Milans del Bosch intentaba ‘taparse’ y salir bien librado de su actuación en el golpe. 

Tras afirmar que, “recibidas instrucciones dictadas por Su Majestad el rey”, quedaba sin efecto el bando dictado horas antes, concluía con este párrafo: “En todo momento, la intención de este mando ha sido y es el servicio a España, el respeto a la ley bajo mando supremo de Su Majestad el rey cuya adhesión inquebrantable queda patente hoy más que nunca. Viva el rey. Viva siempre España”.

Poco después, la agencia informó de unas declaraciones del gobernador civil de Madrid diciendo que se estaba haciendo ver a los ocupantes del Congreso que “están solos, que no tienen apoyos exteriores”. 

Llega la Policía Militar

A las seis y diez, los jeeps de la policía militar al mando del capitán Abad entraron en el patio del Congreso. 

Luego, contó que la edición de El Alcázar de esa mañana había sido secuestrada, y habló de la edición especial de ABC, con un editorial titulado “Respeto a la Constitución y calma nacional”. 

A las ocho y cinco de la mañana, ya del 24 de febrero, se dio por concluido el servicio de noticias con fecha 23 de febrero y se inició el del día 24. La última noticia era la número 300.

Sobre la decisión de suspender la salida de El Alcázar, en realidad se procedió a retrasarla hasta las diez de la mañana. Lo contó días después Francisco Laína, en los entonces famosos Desayunos del Ritz que protagonizaban unas cuantas mujeres periodistas, explicando que el objetivo fue impedir la publicación del manifiesto de los guardias civiles. “Para ello, contactamos con el fiscal general del Estado, pero, ante las complicaciones legales para el secuestro, optamos por la retención del periódico hasta las diez de la mañana”.

Hasta aquí el relato de la noche en Europa Press.

Felicitaciones

Muchas felicitaciones mereció el espectacular trabajo realizado por Europa Press durante el 23-F, que recibiría el Premio Nacional de Prensa. 

El ministro del Interior, Juan José Rosón, dirigió una carta al presidente de la agencia, José Mario Armero:

“Querido amigo:

No quiero dejar pasar más tiempo sin mostrarte, y contigo a todos los que, desde la agencia Europa Press, contribuyeron con todo su esfuerzo a mantener informada a la opinión pública durante las inolvidables horas transcurridas a partir del asalto al Congreso de los Diputados, mi agradecimiento y efusiva felicitación.

Los periodistas han estado, momento a momento, acompañándonos a todos los españoles en situación tan triste e inolvidable. Se ha demostrado, una vez más, la fundamental labor de los profesionales de la información.

Reiterándote una vez más mi agradecimiento y felicitación, que espero hagas extensiva a cuantos integran ese medio, recibe un fuerte abrazo.

Juan José Rosón”.

Más expresiva aún fue la que remitió, en nombre del Gobierno, remitió a Antonio Herrero la secretaria de Estado para la Información, Rosa Posada:

“Mi querido amigo:

Quiero expresarte en nombre del Gobierno en funciones, mi felicitación y gratitud más cordial por vuestro ejemplar sentido de la profesionalidad durante los sucesos ocurridos los pasados días 23 y 24 de febrero.

Creo sinceramente que aquel esfuerzo informativo contribuyó de manera decisiva a tranquilizar a la opinión pública, apoyando su deseo de vivir en libertad y, en alguna medida, a la solución pacífica de los hechos.

En la confianza de que trasladarás a todos los profesionales de tu medio esta felicitación, te saluda atentamente,

Rosa Posada”.

Hubo, en el mismo sentido, oficios de sindicatos, como el remitido por la Federación Estatal de Artes Gráficas y Comunicación de USO, de medios informativos, jefes de prensa, ayuntamientos y partidos.