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Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio. El primero de la clase

Es un SUV con un talante extremadamente deportivo dentro del segmento de los todocamino de lujo.

Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio
Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio

Presenta unas credenciales que no pueden ser más contundentes: un motor V6 biturbo de gasolina que desarrolla 510 CV, alcanza una velocidad máxima de 283 km/h y es capaz de parar el cronómetro en 3,8 s para pasar de 0 a 100 km/h. Su nombre, Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio, el nuevo rey de su categoría en el emblemático trazado norte (Nordschleife) del circuito de Nürburgring.


Manuel Reyes

El nuevo Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio provoca tal número de sensaciones, encierra tanta tecnología bajo su bellísima envuelta, que resulta francamente complicado decidir por dónde empezar.

Para la marca italiana supone su segundo buque insignia, tras el lanzamiento de la berlina deportiva Giulia Quadrifoglio, con la que comparte el motor V6 de 510 CV. Cualquiera que observe el Stelvio Quadrifoglio podrá comprobar que la belleza intrínseca existe, una cualidad que no tiene en cuenta los gustos personales porque está por encima de los mismos.

Este Alfa, que recoge todo el buen hacer de la firma en materia de diseño a la vez que respeta profundamente su rico legado, ha nacido para gustar a todo el mundo.

Presenta un diseño muy musculoso, en línea con el poderío que encierra. Genuino estilo Alfa por los cuatro costados, destacando el legendario frontal presidido por el escudo (scudetto) y las bigoteras, un conjunto que también se conoce con el nombre de trilobulado.

Pero el Stelvio Quadrifoglio introduce una serie de cambios a nivel de carrocería para distinguirse del resto de sus hermanos de gama. El capó lleva dos salidas de ventilación del motor, los pasos de rueda están sobredimensionados para acoger los generosos neumáticos en medida 255/45 delante/285/40 detrás montados en llanta de 20 pulgadas, tanto los paragolpes delanteros como traseros son específicos y en la parte trasera destacan las cuatro salidas de escape.

Aditamentos que confieren a esta belleza un marcado aspecto racing.

En el interior los cambios introducidos inciden en remarcar la deportividad, además de conseguir una atmósfera de marcado lujo. Se emplean  materiales nobles como la piel, el tejido Alcantara o la fibra de carbono. El cuero está presente en los asientos, revestimiento de las puertas y del salpicadero, con costuras de contraste, mientras inserciones en fibra de carbono se encuentran en salpicadero, consola central, puertas y volante.

En el centro del salpicadero destaca la pantalla de 8,8 pulgadas del sistema multimedia Alfa Connect 3D. Contrasta con el tradicional cuadro de instrumentos en el que el protagonismo recae sobre los dos relojes convencionales (cuentarrevoluciones y velocímetros), remarcados por dos lóbulos, pero que también acoge una pantalla que facilita mucha información.

 

Con respecto a los asientos, monta de serie unos de corte muy deportivo tapizados en cuero y Alcantara que, por cierto, son muy cómodos a la par que sujetan muy bien el cuerpo en las curvas. Opcionalmente (3.000 euros) puede equipar unos asientos Sparco, tipo baquet, con estructura en fibra de carbono, asimismo recubiertos en cuero y Alcantara. 

Bajo la preciosa envuelta del Stelvio Quadrifoglio se ocultan un sofisticado propulsor y un chasis rigurosamente puesto a punto para pasar con total eficacia los 510 CV del motor al asfalto. Un chasis que cuenta con una elevada dosis de tecnología en todos sus componentes, desde el sistema de tracción integral, a la suspensión de dureza variable, pasando por el diferencial trasero activo a base de un doble embrague.

Todo enfocado a sacar el mayor partido posible al conjunto mecánico, proporcionando un alto disfrute en la conducción y unas sensaciones únicas. Pero conseguir el mejor comportamiento dinámico implica, de entrada, tener muy en cuenta tanto la distribución de pesos como la ligereza.

Ambos apartados han recibido un adecuado tratamiento. La distribución de pesos es sencillamente perfecta, 50/50, mientras la ligereza se ha conseguido utilizando materiales como la fibra de carbono y el aluminio. El árbol de transmisión está fabricado en fibra de carbono, mientras el aluminio se emplea en el motor, las suspensiones, los frenos, las puertas, las aletas, el capó y el portón trasero. Con un peso de 1.830 kg, el Stelvio Quadrifoglio es el todocamino más ligero de su segmento, con 150 kg menos de media.

La opción de los frenos carbocerámicos, por 5.900 euros, permite ahorrar 17 kg; una opción que resulta barata si se compara con el precio al que la ofrecen otras marcas (entre 11.000 y 12.000 euros).

Potente y refinado. Así es el motor que propulsa al Stelvio Quadrifoglio. Se trata de un V6 a 90º de gasolina alimentado mediante inyección directa y dos turbocompresores, con una cilindrada de 2,9 litros. Desarrolla una potencia máxima de 510 CV a 6.500 rpm, en tanto el par máximo, cifrado en 600 Nm,  se mantiene constante entre  las 2.500 rpm y las 5.000 rpm, lo que garantiza un brutal empujón al más mínimo requerimiento al acelerador.

Está fabricado por Alfa Romeo, si bien ha intervenido Ferrari en su desarrollo. Incluye multitud de refinamientos tomados del mundo de la competición o de la aviación, como las válvulas de escape rellenas de sodio para disipar mejor el calor, la lubricación mediante cárter seco o los dos circuitos de refrigeración. Además se caracteriza porque las explosiones en los cilindros son irregulares, es decir, se producen cada 90º y 150º.

A ello se debe en parte la melodía embriagadora que ofrece, sin menospreciar el trabajo de las válvulas de derivación de los escapes. Sin embargo esta mecánica también se puede mostrar ahorrativa, pues permite la desconexión de la bancada de cilindros derecha en modo Eco. De hecho, firma un consumo medio homologado bastante contenido: 9 l/100 km.

Las prestaciones que caben esperarse son brutales en términos absolutos y más teniendo en cuenta que se trata de un SUV: una velocidad máxima de 283 km/h y una aceleración de 3,8 s para pasar de 0 a 100 km/h. Cifras que complementan el mágico tiempo, de 7 minutos y 51,7 segundos,  empleado en completar los 20,6 km del exigente trazado norte del circuito de Nürburgring, lo que le ha valido para hacerse con el cetro de SUV más rápido del circuito. El nuevo récord de su clase en el emblemático circuito de Nürburgring.

A esto hay que añadir que tanto las características del motor como la ligereza del coche también han jugado magistralmente la baza que les correspondía. El motor es el que mejor potencia específica ofrece frente a su competencia: 176 CV/l; por otro lado, el contenido peso del vehículo propicia que asimismo sea el mejor de su segmento en la relación peso/potencia, con 3,6 kg/CV.

Aunque las comparaciones resulten odiosas, son necesarias. Un Mercedes-AMG GLC 63 S, con 510 CV, es igual de potente que el Stelvio Quadrifoglio, pero pesa 2.010 kg y su motor V8 tiene una cilindrada de 4 litros.

Acoplado al motor V6 va un cambio automático ZF de 8 relaciones. De rápida, pero suave respuesta, permite su manejo manual-secuencial mediante la propia palanca o las levas situadas en la columna de dirección. Tan magnífico conjunto motor-cambio necesita un chasis a la altura de las circunstancias, capaz de pasar con eficacia los 510 CV al asfalto y propiciar un comportamiento dinámico propio de un deportivo. Porque el Stelvio Quadrifoglio va dirigido tanto al más exigente cliente de un deportivo que quiere un SUV o al de un SUV que quiere un deportivo.

El sistema de tracción integral se encarga de pasar toda la fuerza al tren trasero en condiciones normales, pero en función de la adherencia que ofrezca el piso y de las condiciones dinámicas del vehículo pasa gradualmente par al eje delantero hasta llegar, si fuera necesario, hasta el 50%. De la distribución de la fuerza en el eje trasero se encarga un  autoblocante con doble embrague, que gestiona el par individualmente para cada rueda. Por último, la suspensión es de tipo activa, con amortiguadores que varían la dureza constantemente.

A través del Alfa DNA Pro, un mando giratorio ubicado en la consola central, al lado de la palanca de cambio, se puede escoger entre 4 modos de conducción: Dynamic, Natural, Advanced Efficiency y Race.

El modo Race desconecta totalmente los controles de tracción y estabilidad, por lo que solo resulta recomendable para manos muy expertas o rodando en circuito. Rodando en el rondeño circuito Ascari se pudo comprobar las prestaciones y reacciones del vehículo. No solo su velocidad de paso por curva es de escándalo, su comportamiento es extremadamente ágil en los cambios de apoyo, ofreciendo unas reacciones muy precisas con muy poco balanceo.

Agilidad y precisión para ofrecer a su conductor unas gratificantes sensaciones con total seguridad. Durante la prueba el selector de modos de conducción iba en Dynamic y los amortiguadores con la máxima dureza, es decir, se conservaban los controles tanto de tracción como de estabilidad. Llegando al límite en curvas con un fortísimo apoyo, el control de estabilidad, muy poco intrusivo, hacía su trabajo.

Se percibía un ligero deslizamiento en los dos ejes, pero el vehículo seguía la trayectoria marcada por la dirección, muy directa, sin inmutarse y sin pérdidas de tracción. Al final, se tiene una sensación de total seguridad. Pero como todo en la vida, tiene su precio. Pero también en este apartado, el Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio saca pecho. Su precio, de 104.000 euros, es inferior al de sus rivales.



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