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Ford Edge 2.0 TDCi Bi-Turbo ST-Line. Aventura en familia

Con refinamientos muy del gusto europeo y cierto sabor americano, el Ford Edge se presenta como un todo camino de tamaño grande y capacidad para 5 pasajeros.

Ford Edge 2.0 TDCi Bi-Turbo ST-Line
Ford Edge 2.0 TDCi Bi-Turbo ST-Line

La versión 2.0 TDCi Bi-Turbo ST-Line va propulsada por un motor diésel de 2 litros (210 CV), cuenta con tracción total inteligente y monta en exclusiva un cambio automático de doble embrague (PowerShift) de 6 velocidades. 


Con el Ford Edge la marca del óvalo completa por arriba su oferta de vehículos todocamino. El Edge se une al exitoso Kuga y al EcoSport para que Ford pueda tener presencia en todos los segmentos SUV, una categoría que no cesa de crecer.

Con una longitud de 4,81 m, el Ford Edge se erige en un todocamino de tamaño grande para competir con rivales como, el Kia Sorento, Jeep Grand Cherokee o Hyundai Grand Santa Fe. Pero, a diferencia de ellos, se oferta exclusivamente en versión de 5 plazas. En Ford se han decantado por ofrecer un SUV grande con mucho espacio para proporcionar una gran comodidad, sin concesiones, a cada uno de sus cinco ocupantes.

A nivel de diseño exterior, el Ford Edge se postula como una propuesta diferente. Su frontal llama poderosamente la atención a la vez que delata su procedencia, genuinamente USA. Por otro lado luce una silueta, propia de un compacto, con unos cortos voladizos que enmascaran perfectamente los 4,81 m de longitud que mide.

Esta sensación la transmite sobre todo en las fotos, porque al natural su generoso volumen, sus grandes dimensiones quedan bien patentes. Como aliciente añadido la caída de la luneta posterior le aproxima, en cierta forma, a los actualmente tan de moda SUV coupés.

Llegado el momento de acceder al interior sorprende con un amplio habitáculo, cuyas plazas posteriores cuentan con anchura más que suficiente para acoger sin estrecheces a tres pasajeros, que además disfrutarán de mucho espacio para las piernas y una más que generosa altura para que la cabeza quede alejada del techo.

También hay que destacar la comodidad que brinda la plaza central, cuyo ocupante suele ser habitualmente el “patito feo” del viaje. En este caso ayuda mucho que el túnel central sea poco intrusivo, lo que facilita el acomodo de este pasajero.

El asiento posterior no es deslizable, en cambio si puede reclinarse el respaldo. Además, las puertas traseras ofrecen un gran ángulo de apertura, facilitando al máximo el acceso a estas plazas.

Con respecto al maletero, firma un volumen de 602 litros, ampliable a un máximo de 1.847 litros en caso de abatirse el asiento posterior. Hay que reseñar la sensación de calidad que irradia el habitáculo en general, lo que unido a un equipamiento muy generoso suman puntos en el haber del Edge. A esta sensación de refinamiento contribuye la pantalla digital que configura el cuadro de instrumentos.

Los asientos delanteros incorporan calefacción de serie y, en opción, pueden disponer de función ventilación. Respecto a los posteriores exteriores pueden incorporar opcionalmente calefacción así como cinturones de seguridad con airbag.

 

Dentro del abundante equipamiento de serie que contempla el nivel de acabado ST-Line destacan, entre otros elementos: el navegador con pantalla táctil de 8 pulgadas con sistema de conectividad SYNC3, cámara de visión trasera, apertura del portón manos libres, sensores de parking, pedales en aluminio, spoiler trasero en color de la carrocería, kit exterior deportivo, luces led diurnas y llantas de aleación de 20 pulgadas.

Otro punto favorable es el confort de marcha que brinda a sus ocupantes. La suspensión filtra muy bien las irregularidades del asfalto y el habitáculo va muy bien aislado acústicamente, lo que contribuye a elevar ese confort. Para atenuar tanto los ruidos procedentes del motor como los de rodadura cuenta (de serie) con un sofisticado sistema de Control Activo del Ruido. Tres micrófonos distribuidos por el habitáculo monitorizan el ruido en el interior, mientras un procesador se encarga de neutralizarlo dirigiendo una serie de ondas opuestas a través del sistema de audio. Por cierto, este dispositivo funciona incluso con el sistema de audio apagado.

El motor encargado de propulsar la versión 2.0 TDCi Bi-Turbo es un diésel de 4 cilindros en línea con 2 litros de cilindrada que desarrolla 210 CV de potencia. Va unido exclusivamente a un cambio automático de doble embrague (PowerShift) de 6 velocidades  y a un sistema de tracción total inteligente que, en condiciones normales de adherencia, prima la tracción a las ruedas delanteras.

Antes de que el tren delantero empiece a perder capacidad motriz o en caso que la dinámica del vehículo lo requiera, este sistema de tracción inteligente empieza a transferir automáticamente y de forma progresiva par al tren trasero, pudiendo llegar a un reparto de 50/50. El propulsor de 210 CV empuja con decisión, lo único que se echa en falta es un poco más brío en la zona baja del cuentavueltas (ofrece el par máximo, de 450 Nm, a 2.000 rpm).

La velocidad máxima es de 211 km/h y el consumo medio homologado, de 5,9 l/100 km, en la práctica oscila entre 7,4 y 7,8 l/100 km. Si de alguna manera hubiera que resumir el comportamiento dinámico del Edge, sería ese notable equilibrio que ofrece entre confort y agilidad. Pese a su peso (1.950 kg) y voluminoso aspecto se muestra muy ágil en curvas, balancea, pero cambia de apoyo con rapidez y sigue los dictados de la dirección. Sin duda unas dotes heredadas de su hermano menor, el Kuga. Con respecto al precio (sin incluir ningún descuento) es de 53.550 euros.

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