Nuevo Porsche Cayenne. El multiuso con fundamento
Porsche realizó su primera incursión fuera del terreno de los deportivos con el lanzamiento, en 2002, del Porsche Cayenne.
Un vehículo inédito al tratarse de un todocamino con aptitudes de todoterreno puro, además de ser el primer modelo de cuatro puertas de la marca.
Para todo el mundo, aficionados y no aficionados al mundo del automóvil, Porsche es sinónimo de automóviles deportivos de altas prestaciones. Motivo por el que, el lanzamiento del Porsche Cayenne en 2002 supuso un auténtico revulsivo tanto por su deportividad como por sus características de todoterreno.
Unas características que, en cierto modo, la marca enmascaró para presentarlo como un SUV o todocamino genuinamente deportivo.
Pero lo cierto es que sin restar ni un ápice a la deportividad que por principios adorna a todo Porsche, su sistema de tracción total estaba dotado con reductora, diferencial central autoblocante y bloqueo del diferencial posterior.
Todo un arsenal para sortear los más complicados obstáculos llegado el momento de abandonar el asfalto. En contraposición una inusitada agilidad en curva para un vehículo de su tamaño y una velocidad máxima para la versión Turbo de 266 km/h.
Con este planteamiento, el Cayenne se erigió con fundamento en el deportivo de los SUV por excelencia. Un complicado maridaje sólo al alcance de una marca como Porsche, capaz de unir en un vehículo el comportamiento y las prestaciones de un deportivo pura sangre con unas aptitudes camperas dignas del mejor todoterreno.
Esta filosofía, en principio difícil de digerir por los puristas de la marca, fue asimilada perfectamente gracias a las cualidades del vehículo y al propio paso del tiempo, allanando el terreno para posteriormente introducir una mecánica diésel (en 2009).
A estas características se une la versatilidad para un uso familiar, plasmada en un amplio habitáculo capaz de acoger a cinco pasajeros y en un generoso maletero, además de regalar un confort de marcha digno de una berlina de lujo.
Desde 2002 se han vendido un total de 760.000 unidades del Cayenne, distribuidas a lo largo de dos generaciones. Todo un éxito que pretende continuar, el nuevo Porsche Cayenne. La tercera generación de tan emblemático modelo aporta argumentos de peso para revalidar su gran aceptación.
Para mejorar aún más el dinamismo monta neumáticos de distinta medida delante y detrás, adopta un eje trasero direccional, tracción integral activa, suspensión neumática de tres cámaras y el Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC).
Este último dispositivo, que sirve para compensar los balanceos de la carrocería en curva, utiliza ahora actuadores eléctricos en vez de hidráulicos para ofrecer un tiempo de respuesta mucho más corto. Como consecuencia digiere con pasmosa facilidad los continuos cambios de apoyo, propios de los trazados más sinuosos, a la vez que se incrementa notablemente el confort de marcha al rodar por autovía.
También mejoran, sus capacidades off-road. Dispone de cuatro programas específicos para circular fuera del asfalto: grava, barro, arena y rocas. Como primicia mundial estrena unos innovadores frenos de alto rendimiento a base de carburo de tungsteno.
Los discos son de fundición de acero, pero van recubiertos con una capa de carburo de tungsteno que incrementa los valores de fricción y reduce el desgaste. La gama de lanzamiento del nuevo Cayenne contempla dos versiones, animadas por novedosos propulsores de 6 cilindros en V.
Para el Cayenne está disponible un motor turbo 3.0 V6 (340 CV) de 3 litros de cilindrada, mientras que la versión superior, el Cayenne S, monta una mecánica 2.9 V6 biturbo de 2,9 litros que desarrolla 440 CV y firma una velocidad máxima de 265 km/h. Ambos propulsores llevan acoplado un cambio automático Tiptronic S de 8 velocidades.
En diciembre está prevista su comercialización en el mercado español, con unos precios de 87.579 € para el Cayenne y 107.127 € para el Cayenne S.
