Hyundai Kona eléctrico
El nuevo Hyundai Kona Eléctrico irrumpe en el mercado con gran contundencia. Anuncia una autonomía de 482 kilómetros.
Una distancia considerable que invita a perder el miedo a los vehículos eléctricos. Está disponible desde 37.500 euros con una completísima dotación de serie.
El Hyundai Kona, con una longitud de 4,18 m, es un todocamino que se inscribe el segmento SUV-B. Es un vehículo muy nuevo, se lanzó al mercado a finales de 2017 con motor de gasolina y posteriormente se sumó el diésel.
Ahora entra en el decorado para diversificar la gama una atractiva versión eléctrica con mucho futuro, el Hyundai Kona Eléctrico. El Kona Eléctrico proporciona una autonomía de 482 km, lanzando un torpedo a la línea de flotación, al talón de Aquiles de los coches eléctricos: su escasa autonomía.
Un torpedo muy efectivo, puesto que 482 km constituyen una distancia suficiente para hundir uno de los principales obstáculos que entorpece la expansión de estos vehículos.
Pero la ofensiva de la marca coreana a la hora de ofrecer nuevos sistemas de propulsión no termina aquí. Para 2019 anuncia que habrá un Kona híbrido.
Por otro lado saca pecho a la hora de reivindicar su liderazgo en la oferta de tecnologías Eco, que contempla cuatro tipos: híbrido, híbrido enchufable, eléctrico y pila de combustible.
Dos versiones con distinta capacidad y potencia
Hyundai propone dos versiones para el Kona Eléctrico, en función de la capacidad de la batería. La versión base o de acceso cuenta con una batería de polímero de litio cuya capacidad de 39,2 kWh le permite una autonomía de 312 km según el nuevo ciclo de medición WLTP.
Monta un motor eléctrico que desarrolla 136 CV de potencia y un par máximo de 395 Nm, cifras que permiten unas más que interesantes prestaciones: 155 km/h de velocidad máxima y 9,7 s para pasar de 0 a 100 km/h.
Respecto al consumo, es de 13,9 kWh/100 km. Muy ambiciosa tanto por autonomía como por prestaciones resulta la variante equipada con la batería de 64 kWh, capaz de recorrer hasta 482 km (ciclo WLTP).
Su motor eléctrico de 204 CV le permite acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 7,6 s y alcanzar los 167 km/h. El consumo es de 14,3 kWh/100 km.
Al acceder al interior del Kona Eléctrico la incorporación de ciertos elementos sugieren que su conducción difiere un poco de la de sus hermanos dotados con motor térmico.
Resulta muy sencilla pero hay que tener en cuenta ciertas peculiaridades, aunque se aprenden de inmediato. El sistema manos libres facilita el acceso al habitáculo.
Una vez que el conductor se ha acomodado y abrochado el cinturón tiene que pulsar el botón power, por lo que el motor eléctrico ya está listo para funcionar.
El cambio automático cuenta con una sola marcha, y para su manejo se utilizan cuatro teclas en lugar de la convencional palanca: D (marcha adelante), R (marcha atrás), N (punto muerto) y P (parking).
Para iniciar la marcha, tras quitar el freno de estacionamiento eléctrico por medio de su correspondiente pulsador, se pulsa la tecla D y se acelera.
La sensación es distinta a la de conducir un coche con motor térmico por el silencio que nos rodea, además del contundente empuje que muestra si se pisa con decisión el acelerador.
Este empuje se deriva de una de las características intrínsecas de los motores eléctricos que, a diferencia de los de combustión, generan el par máximo nada más entrar en funcionamiento. En este caso, las dos variantes eléctricas del Kona arrojan un generoso par máximo de 395 Nm.
Frenado regenerativo
Las levas situadas tras el volante no tienen la función del cambio de marchas en este caso, sino que sirven para seleccionar entre los cuatro niveles de retención del motor disponibles.
Con la leva derecha se disminuye la retención, mientras con la izquierda aumenta. Este sistema de frenado regenerativo ajustable que carga la batería permite al conductor elegir el nivel o grado usando las levas.
Apuntar que si se mantiene presionada la leva izquierda, el vehículo se detiene totalmente.
Conviene asimismo tener presente, cuando se abandona el congestionado tráfico urbano, que en carretera resulta muy recomendable circular a vela, es decir, sin retención, para que el coche se desplace por inercia de cara a obtener la mayor eficiencia.
Aparte de todas estas claves para el manejo del Kona Eléctrico, el sistema recupera energía siempre que puede. El conductor también puede configurar el vehículo a través del selector de modos de conducción, que se opera mediante un botón.
Puede escoger entre cuatro programas: Normal, Eco, Sport y Eco+, éste último aconsejable cuando la batería está muy baja de carga.
Llegado el momento de cargar la batería hay varias posibilidades. La carga normal en una estación o Wall-Box de corriente alterna (AC) de 7,2 kW mediante el cargador del vehículo, que rectifica la corriente alterna (AC) de la red en continua (DC) para recargar la batería.
El tiempo de recarga va en función de la capacidad de la batería. En concreto, la de 39,2 kWh emplea 6 horas y 10 minutos, mientras la de mayor capacidad (64 kWh) tarda 9 horas y 40 minutos.
Pero el vehículo, que lleva el puerto de carga en el frontal, también se puede conectar a un enchufe convencional mediante el cable que incorpora de serie. Otra modalidad es la recarga rápida si se usa una estación de corriente continua (DC).
Si dicha estación es de 100 kW, en tan solo 54 minutos permite recargar hasta el 80% de la capacidad de ambas baterías. En el caso de que la toma fuera de 50 kW, el tiempo sería de 57 minutos para la batería de 39,2 kWh y de 75 minutos para la de 64 kWh.
Diseño distintivo
El Hyundai Kona Eléctrico mezcla dos conceptos que están en plena fase de expansión. Por un lado su estructura de todocamino y por otro su propulsor eléctrico que le posicionan como, el primer SUV eléctrico de la marca coreana y asimismo primero del segmento SUV-B.
A nivel de diseño exterior se diferencia de sus hermanos de gama por una serie de aditamentos específicos.
Llama poderosamente la atención el frontal, con la nueva parrilla cerrada y los faros de led que le confieren un aire sofisticado, mientras en el lateral destacan especialmente las estriberas en plata y las aerodinámicas llantas de 17 pulgadas.
La nueva plataforma desarrollada para el Kona permite acoplar el conjunto de las baterías sin menoscabo de la habitabilidad, que es muy buena.
Lo mismo se puede decir de la capacidad del maletero, con un volumen de 322 l ampliable hasta los 1.114 l al abatir los asientos traseros.
En el interior también son perceptibles los cambios con respecto a sus hermanos con motor de combustión.
Nos encontramos con un cuadro de instrumentos digital compuesto por una pantalla de 7 pulgadas que integra, entre otras informaciones, velocímetro, nivel de carga de la batería, gráfico con el flujo de energía y modo de conducción.
Otra novedad es el sistema de proyección de datos sobre una lámina transparente escamoteable, mientras en el centro del salpicadero destaca la pantalla táctil flotante de 8 pulgadas del sistema multimedia.
Otro de los alicientes del Kona Eléctrico es su abundante equipamiento de serie, sil olvidarse del paquete Smart Sense de seguridad activa que ahora incluye sistema de mantenimiento de carril con corrección.
Hay disponibles dos niveles de equipamiento, el Tecno y el Style. Ambos incluyen elementos como, los cristales tintados, faros de led, sistema de sonido de alta fidelidad Krell con 8 altavoces, navegador, pantalla multimedia táctil de 8 pulgadas, cuadro de instrumentos digital de 7 pulgadas, cámara de visión trasera, sistema de proyección de datos, etc.
El acabado Style añade, entre otros componentes, el volante calefactado, la tapicería de cuero, los asientos delanteros eléctricos, el control de crucero adaptativo o los asientos delanteros ventilados y calefactados.
Descontados los 1.000 euros de la campaña fija, los precios del Hyundai Kona Eléctrico son los siguientes: 37.500 euros (136 CV Tecno), 40.500 euros (204 CV Tecno) y 43.300 euros (204 CV Style).
