Pon un precio sin incluir descuentos de 50.050 euros

Kia Stinger 2.2 CRDi GT Line 4x4: sin complejos

Cuenta con tracción integral, cambio automático de 8 velocidades y un completísimo equipamiento de serie

Imagen del Kia Stinger 2.2 CRDi GT Line 4x4
Imagen del Kia Stinger 2.2 CRDi GT Line 4x4

La berlina deportiva Kia Stinger también está disponible con un motor diésel de 2,2 litros (200 CV). Dentro de la gama diésel la versión 2.2 CRDi GT Line 4x4 es la más alta.

Con el Kia Stinger la marca coreana demuestra su buen hacer en un producto de alto nivel. El Kia Stinger se inscribe en el segmento de las berlinas deportivas, también denominado como el de los coupés de cuatro puertas, aunque en este caso se trate de una carrocería de dos volúmenes con portón trasero.

La verdad es que con este tipo de estructura quizá el concepto berlina deportiva adquiera mayor propiedad que si se tratara de una carrocería de corte convencional, es decir, con tres volúmenes bien diferenciados. La presencia, la deportividad que emana la parte trasera del Stinger le confiere una apariencia cien por cien coupé.

La mayoría de los rivales del Kia Stinger se encuentran en marcas especialistas, como BMW o Audi, con productos equivalentes más caros, como por ejemplo, el Audi A5 Sportback.

Su rival natural es el Volkswagen Arteon, al que combate con una amplia galería de medidas. Para empezar, cuenta con una gama muy diversa que contempla tanto mecánicas de gasolina como diésel y la posibilidad de elegir entre tracción trasera o integral (AWD). Todas las versiones equipan cambio automático de convertidor con 8 relaciones.

El modelo tope de gama monta un motor V6 biturbo de gasolina de 3,3 litros (370 CV) e incorpora tracción integral. Es el modelo de producción de Kia más potente, además de suministrar la mejor cifra de aceleración: 5,1 s de 0 a 100 km/h.

En gasolina también se oferta un motor turbo de 4 cilindros en línea con 2 litros de cilindrada (255 CV) que se vende exclusivamente con tracción trasera. Por último, en ciclo diésel, está disponible un propulsor turboalimentado de 4 cilindros en línea con 2,2 litros de cilindrada (200 CV) que permite al usuario decantarse por la tracción trasera o la integral.

El mix de ventas en lo concerniente a motorizaciones se reparte conforme los siguientes porcentajes: 34% para el 2.2 CRDi, 31% para el 2.0 T-GDi y 35% para el 3.3 T-GDi.

 

Un diseño muy emocional

Dentro de la gama Stinger, precisamente las versiones más numerosas y que ofrecen mayor variedad de acabados son las diésel (2.2 CRDi), que se ofrecen con los tres niveles de equipamiento posibles: Style, xTreme y GT Line, puesto que el acabado GT se reserva en exclusiva para el modelo V6 3.3 T-GDi.

A pesar de las cortapisas de políticos indocumentados, un moderno motor diésel equipado con los actuales dispositivos de depuración de gases sigue siendo la mejor opción a la hora de hacer largos viajes.

La versión diésel tope de gama, la 2.2 CRDi GT Line 4x4, tiene un interesante precio, 50.050 euros, sin incluir los descuentos disponibles.

Además de contar con tracción integral, el nivel de equipamiento GT Line incluye una más que generosa dotación de serie.

Haciendo referencia al diseño exterior, del Kia Stinger cabe apuntar que se trata de un vehículo con un alto contenido emocional.

Con independencia de sus estilizadas formas, luce asimismo unas proporciones muy equilibradas, en línea con el patrón clásico. Capó largo con un corto voladizo, gran batalla y un largo voladizo trasero.

Destacan en la vista lateral las branquias junto a los pasos de rueda delanteros, un elemento que le confiere un toque  muy racing.

Las versiones GT Line se caracterizan por incorporar una serie de elementos específicos. Así, van rematados con detalles en cromo oscuro,  el marco de la característica parrilla “nariz de tigre”, las tomas de aire laterales del paragolpes delantero, la rejilla inferior y las carcasas de los retrovisores.

Detrás cabe señalar, el difusor negro y el doble escape, completando el conjunto unas llantas de 18 pulgadas calzadas con neumáticos 225/45.

Calidad de ejecución y generoso equipamiento de serie

El equipamiento de serie de las variantes GT Line es completísimo. Esta es una de las grandes bazas que juega este Stinger 2.2 CRDi GT Line 4x4. Su dotación incluye elementos  que  son opcionales en otros modelos de la competencia.

Entre los componentes que monta de serie destacan: el control de crucero adaptativo, faros de led direccionales, techo solar panorámico, pantalla multimedia de 8 pulgadas, pantalla TFT LCD de 7 pulgadas en el cuadro de instrumentos, navegador, tapicería de piel GT Line, equipo de sonido Harman/Kardon, asientos delanteros eléctricos, asientos delanteros y traseros calefactables, asientos delanteros ventilados, sistema de proyección de datos en el parabrisas, apertura portón trasero manos libres, etc.

Calidad, buenos materiales y ajustes se dan en el interior del Stinger. El salpicadero destaca por su factura sencilla a la vez que sofisticada, pero con una alta carga de deportividad a la que contribuyen enormemente las salidas de aire circulares.

Siguiendo esta tónica de deportividad, el cuadro de instrumentos acoge dos relojes convencionales, aunque incorpora entre ellos una pantalla TFT en color de 7 pulgadas que muestra datos referentes a la aceleración lateral y longitudinal, la temperatura del aceite, la función cronómetro, detalles de navegación, diagnosis, ordenador de viaje, etc.

El sistema multimedia presenta un manejo mixto bastante intuitivo. Consta de una pantalla táctil de 8 pulgadas que se complementa con una serie de botones convencionales.

Estos botones van situados debajo de los aireadores centrales, dando acceso directo a una serie de menús como: radio, multimedia, setup (sistemas), navegación, etc. Seguidamente, el proceso de selección continúa mediante la pantalla táctil.

Debajo de la consola que acoge las mencionadas teclas de acceso directo se ubican los mandos del climatizador bizona. Cosa que se agradece en aras de la seguridad y de la facilidad de manipulación, en vez de incluir todas las funciones de manejo del climatizador en la pantalla táctil.

Eso si, las informaciones que hacen referencia a la temperatura, distribución del flujo de aire, etc.,  se muestran en la pantalla.

Gran confort de marcha

Muy bien podría afirmarse que el Kia Stinger 2.2 CRDi GT Line 4x4 es un vehículo dual o más bien multiuso. Dotado de una estética coupé que le confiere un alto contenido emocional, no renuncia a una utilización de lo más racional.

Con una longitud de 4,83 m y una generosa batalla de 2,90 m, su habitáculo permite acoger cómodamente a cuatro ocupantes, mientras el maletero (406 l) se queda un poco corto en relación con las dimensiones exteriores del coche.

El tarado de la suspensión mima a los pasajeros, les regala  un notable confort de marcha sin balanceos acusados en apoyos fuertes, pero tampoco descuida al conductor. Es un coche que transmite sensaciones, permite un dialogo con la carretera.

A este respecto no resulta nada anodino, la emoción que desprende su diseño en cierto modo también se hace extensible a la hora de conducirlo. El confort de marcha está garantizado en los largos desplazamientos por autovía, y no hace ascos a la hora de rodar fuerte en carreteras secundarias con profusión de curvas. En este escenario transmite mucha confianza.

El motor diésel de 4 cilindros en línea con 2,2 litros de cilindrada desarrolla una potencia máxima de 200 CV y un par máximo de de 440 Nm. Unos valores que permiten rodar con bastante agilidad y conseguir unas buenas prestaciones, 230 km/h de velocidad máxima y 7,6 s para pasar de 0 a 100 km/h.

En lo concerniente a los consumos se muestra muy parco. Oficialmente se conforma con 6,4 l /100 km en ciclo combinado, sin embargo en autovía a una media de 120 km/h  no resulta nada complicado obtener en la práctica una cifra por debajo de ésta.

El cambio automático de tipo convertidor con  8 velocidades hace gala de un funcionamiento muy suave, si bien cuando se practica una conducción de talante más deportivo se muestra un poco lento de reflejos.

Unas levas en el volante permiten su uso en modalidad manual-secuencial. La tracción integral proporciona un plus de seguridad tanto a efectos dinámicos como a la hora de circular por pavimentos resbaladizos.

El sistema, que prima la tracción al eje trasero, incluye un control de par vectorial que tiene en cuenta tanto las acciones del conductor como las condiciones de la carretera para, automáticamente, hacer una distribución equilibrada de par entre las cuatro ruedas.

En la consola central va el mando para seleccionar cualquiera de los cinco modos de conducción disponibles (Drive Mode Select): Smart, Eco, Comfort, Sport y Sport+, que intervienen en la respuesta del acelerador y del cambio automático así como en el nivel de asistencia de la dirección.

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