Está disponible a partir de 33.165 euros

Mazda MX-30: a mi manera

Nuevo Mazda MX-30
Nuevo Mazda MX-30

Entre sus puntos fuertes figuran un atractivo a la par que original diseño, una notable calidad de acabado y un abundante equipamiento de serie.

Monta un motor eléctrico de 145 CV y una batería de 35,5 kWh que le permite una autonomía de 200 km (265 km en ciudad).

Con los coches eléctricos una de las principales preocupaciones de la inmensa mayoría de los fabricantes pasa por la autonomía. Hay que aumentarla  a toda costa con la intención de aportar mayor flexibilidad y menos servidumbre al uso de este tipo de vehículos. Por este motivo, a priori, puede sorprender que Mazda a la hora de lanzar al mercado su primer automóvil eléctrico, el Mazda MX-30, anuncie una autonomía de solo 200 km en uso combinado (medida según el ciclo WLTP), que pueden ampliarse hasta 265 km si hace una utilización cien por cien urbana. Pero todo tiene su explicación.

Precisamente en este año 2020 del centenario de Mazda la marca ha aprovechado para presentar en sociedad el nuevo Mazda MX-30, su primer automóvil eléctrico. Aunque conviene recordar que la firma japonesa ya contaba con un extenso bagaje de nada menos que 50 años en el desarrollo de vehículos eléctricos, plasmado en toda una serie de interesantes prototipos. Mazda reivindica para su nuevo MX-30 una vocación eminentemente urbana. Un producto enfocado a usuarios que viven en ciudades o en su periferia y no precisamente como coche único. El perfil de este usuario revela que realiza hasta 50 km diarios y tiene un alto poder adquisitivo.  

Atractivo diseño y ausencia de montante central

La estructura del nuevo Mazda MX-30 deriva de su hermano, el CX-30. Con una longitud de 4,40 m se encuadra en el segmento compacto C-SUV de los todocamino. A nivel de diseño exterior no puede negar su procedencia. Su silueta coupé sigue fielmente los dictados de la corriente de diseño Kodo (alma del movimiento), el actual patrón estilístico de Mazda por el que se rigen todos sus modelos. Así pues, a efectos de diseño está perfectamente integrado dentro de la gama Mazda como un modelo más, sin importar su condición de eléctrico. Este es uno de los ases que guarda. Porque a pesar de los gustos personales de cada uno la fuerte carga de atractivo del MX-30 resulta evidente para todos, cosa que no puede decirse de algunos eléctricos de otras marcas que en ese afán de marcar diferencias con sus hermanos de combustión proponen planteamientos estéticos cuanto menos cuestionables, como puede ser el caso del BMW i3.

Al gran atractivo de la carrocería del Mazda MX-30 se suma el original sistema de apertura de las puertas traseras, de bisagra posterior, que abren en sentido contrario a la marcha. No existe montante central, y para abrirlas hay que abrir primero las delanteras. Todo un ejercicio de estilo además de ingeniería, puesto que la estructura no ha perdido rigidez a pesar de la ausencia de dicho montante central, incluso presenta mayor rigidez que su hermano, el CX-30. Asimismo este sistema de apertura constituye todo un guiño al legendario deportivo Mazda RX-8. Como complemento, el conjunto de la carrocería puede ir pintado hasta en tres tonos. Ahora que está tan en boga ofrecer los coches pintados en dos colores (uno específico para el techo), el MX-30 propone para la carrocería combinar tres colores distintos, uno para la propia carrocería, otro para el techo y el tercero para los arcos del techo.

Materiales inéditos

Dentro del vehículo se respira una atmósfera de confort y cierto refinamiento. Resulta palpable la calidad de los materiales y de los acabados. Ofrece toda una serie de materiales inéditos que personalizan fuertemente el interior, como la piel vegana (sintética), el corcho que decora la consola central o el recubrimiento de las puertas confeccionado con material plástico PET reciclado. Se puede escoger entre dos estilos de tapicerías, el Modern o el Vintage. El primero combina una semipiel blanca con tela, costuras de color naranja en los asientos y diversos detalles en corcho natural. En lo que respecta al Vintage, utiliza una semipiel marrón  con un aspecto más clásico combinada con una tela en color denim con un 20% de material reciclado y detalles en corcho oscurecido. Para el interior estándar se reserva una tapicería de tela en negro y gris claro en combinación con elementos de corcho en su color natural. El acceso a las plazas posteriores es algo complicado si están ocupados los asientos delanteros, mejor  abatir los respaldos. El espacio para las piernas de un pasajero adulto es justo, ahora bien para estaturas que no pasen de 1,80 m, una vez acomodados, resulta gratificante comprobar que la cabeza no roza con el techo. Por otro lado, el maletero tiene un aprovechable volumen de 366 l, algo pequeño en relación con las dimensiones exteriores del vehículo.

Una vez sentados tras el volante se descubre una consola central flotante que por su concepción dispone debajo de un espacio de almacenamiento adicional.

 

Alberga una pantalla táctil de 7 pulgadas que resulta toda una novedad para Mazda, pues sirve para el control del climatizador, ventilación y calefacción de los asientos. Por su parte, el cuadro de instrumentos consta de una pantalla TFT de 7 pulgadas que presenta las distintas informaciones de forma bastante clara, complementado con el sistema de proyección de datos en el parabrisas, que facilita distintos datos como la velocidad o las indicaciones del navegador. Para el sistema multimedia se contempla una pantalla de 8,8 pulgadas que encuentra acomodo en la parte superior central del salpicadero. Su manejo corre a cargo de un mando giratorio y de unos botones situados en la consola central, detrás del selector del cambio.

Una conducción muy placentera

Bajo el capó del Mazda MX-30 se oculta un motor eléctrico que desarrolla 145 CV. Le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 9,7 s y alcanzar una velocidad máxima de 140 km/h (limitada). No existe caja de cambios como tal,  pero la transmisión funciona como si de un cambio automático se tratara y mediante la palanca selectora pueden seleccionarse las típicas posiciones D, R, N y P, siendo la tracción a las ruedas delanteras. La batería de iones de litio es más pequeña que la de sus competidores, siendo asimismo más ligera (300 kg). Esta es una de las bazas que juega Mazda. Tiene una capacidad de 35,5 kWh que  le permite una autonomía de 200 km si se utiliza en trayectos mixtos ciudad-carretera, pero puede ampliarse hasta los 265 km si se hace una utilización exclusivamente urbana. Llegada la hora de medir el consumo (ciclo WLTP) arroja una cifra de consumo combinado de 19 kWh/100 km, mientras el urbano es de 14,5 kWh/100 km. Para la recarga de la batería puede utilizarse corriente continua con conector Combo 2, en cuyo caso se emplearían 36 minutos en una recarga entre el 20-80%. Con corriente alterna (Modo 3) mediante Wallbox se obtiene una recarga entre el 20-80% en 3 horas.

Al volante el Mazda MX-30 obsequia con una conducción muy placentera. Rueda con mucha suavidad y cuenta con una suspensión muy cómoda que absorbe muy bien las irregularidades del asfalto. Las levas que hay tras el volante sirven para seleccionar los niveles de recuperación de la energía y, en consecuencia, de la deceleración que se produce al levantar el pie del acelerador. Se puede escoger entre 5 niveles de retención, con la leva izquierda se aumenta la retención, mientras con la derecha se disminuye. Resulta muy gratificante rodar por zonas sinuosas con frecuentes bajadas y subidas. En las bajadas, incluso pronunciadas, al llegar a una curva basta con levantar el pie del acelerador y accionar la leva izquierda para obtener un grado de retención adecuado que hace innecesario muchas veces el uso de los frenos. Dinámicamente cuenta el plus de seguridad que aporta el sistema e-GVC Plus, que actúa modulando el par motor para transferir peso hacia el eje delantero o el trasero con el objeto de ganar estabilidad a la hora de negociar una curva. 

La gama Mazda MX-30 se articula en torno a cuatro niveles de equipamiento: Origin, 1 st Edition, Evolution y Zenith. El que acaparará el mayor porcentaje de las ventas (57%) es el 1 st Edition, que es una edición de lanzamiento. Desde la versión de acceso (Origin) el equipamiento es muy completo. Entre otros elementos incluye, Sistema de asistencia a la frenada en ciudad, Control de crucero adaptativo, Control de ángulo muerto, Sistema de cambio involuntario de carril, Sistema de proyección de datos en el parabrisas, faros de led, pantalla multimedia de 8,8 pulgadas, navegador, cámara de visión trasera, etc. Los precios, descontados los 1.210 euros de descuento base, son los siguientes: 33.165 euros (Origin), 33.380 euros (1 st Edition), 35.640 euros (Evolution) y 37.040 euros (Zenith).

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