Prueba

Mitsubishi Eclipse Cross 150T Kaiteki 4WD CVT. Paso a las emociones

La versión 150T Kaiteki 4WD CVT del Mitsubishi Eclipse Cross representa el tope de gama.

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Mitsubishi Eclipse Cross 150T Kaiteki 4WD CVT

Monta un propulsor de gasolina con inyección directa turboalimentado de 1, 5 litros (163 CV), acoplado a un cambio automático de variador continuo (CVT) con 8 velocidades preseleccionadas. Además, el  nivel de equipamiento superior, el Kaiteki,  incluye tracción integral S-AWD y una generosa dotación de serie.

Dentro de la gama todocamino de Mitsubishi, el Mitsubishi Eclipse Cross es sin ningún género de duda el modelo más emocional. Muestra un diseño que brilla por su originalidad, aunque eso sí, respetando el ADN de la marca. El frontal sigue los dictados estilísticos del concepto “Dynamic Shield”, con su personal forma en doble flecha.

Es la parte que le identifica como miembro de la familia Mitsubishi, pero ahora cabe destacarse que los intermitentes ya no van forman parte de los faros, pasan a ubicarse al lado de los antiniebla. Tanto el lateral como la parte trasera rompen con todo lo visto, aportándole su propia personalidad.

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En este aspecto, la marca de los tres diamantes ha jugado una baza magistral al huir de esa tendencia tan en boga, repetida por muchos fabricantes,  de utilizar distintos tamaños de un mismo molde a la hora de configurar, de segmentar sus gamas.

Pero acerca de su diseño, de la estructura del Eclipse Cross, pueden sacarse otras interesantes conclusiones como, por ejemplo, su silueta de corte coupé ahora que este tipo de carrocerías están tan de moda en el segmento SUV.

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Una carrocería de corte coupé debido fundamentalmente a la caída de la luneta posterior, que no del techo, motivo por el que no se ve resentida la cota de altura para los ocupantes de las plazas posteriores. Coge lo mejor de esta actual tendencia a nivel visual  sin su principal  inconveniente a efectos prácticos.

En lo que respecta al lateral, dos marcadas líneas le aportan un fuerte carácter. Sin embargo es la parte trasera la que de verdad le personaliza gracias a la luneta dividida en dos mitades por una franja luminosa y a unas ópticas de caprichoso diseño, colocadas muy altas, sin olvidarse de detalles prácticos como,  el limpiaparabrisas oculto en el spoiler del techo para no entorpecer la visibilidad. El corte de esta parte trasera reivindica de forma bastante clara su procedencia japonesa.

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Porque el diseño japonés tiene sus propias características, bien definidas a la par que diferenciadas y, por supuesto, su atractivo. Un atractivo al que no quiere renunciar Mitsubishi frente a otras marcas niponas que se empecinan en europeizar sus diseños. Esto es lo que distingue al Mitsubishi Eclipse Cross de, por ejemplo, el Nissan Qashqai. De todas formas, el estilo del Eclipse Cross muestra varias caras, de ahí su magia.

El frontal es genuinamente Mitsubishi, compañía pionera en fabricar un vehículo eléctrico a gran escala, muestra la parte corporativa del modelo, mientras el lateral hace gala de una gran originalidad a base de marcadas líneas de definición y de su silueta coupé. La parte trasera reivindica lo mejor del diseño japonés. Dentro de la gama SUV de Mitsubishi, el Eclipse Cross, con 4,41 m de longitud, se sitúa en el segmento compacto (C), entre el ASX (4,36 m), que a pesar de ser más pequeño también se encuadra dentro los compactos, y el Outlander (4,69 m).

Cambio automático de variador continuo (CVT)

La versión Eclipse Cross 150T Kaiteki 4WD CVT va propulsada por un motor de gasolina de 4 cilindros en línea con 1,5 litros de cilindrada (163 CV). Un motor con inyección directa de gasolina y sobrealimentado mediante turbocompresor que lleva acoplado un cambio automático de tipo variador continuo (CVT) con 8 velocidades preseleccionadas. El consumo de combustible homologado en ciclo combinado es de 7 l/100 km, que en la práctica se va a poco más de 8 l/100 km.

Este cambio CVT ofrece un funcionamiento bastante suave y confortable, mejor de lo que suele ser habitual en modelos equipados con estos cambios, pero al final es inevitable que el motor suba mucho las revoluciones cuando se pisa con contundencia el acelerador.

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Para paliar este pequeño inconveniente se han habilitado 8 relaciones fijas, predeterminadas,  que pueden utilizarse de manera manual-secuencial mediante unas levas en la columna de la dirección o mediante la propia palanca de cambios. Utilizando manualmente el cambio automático CVT se evita revolucionar en exceso el motor a la hora de circular rápido, el característico “subidón” de vueltas derivado de pisar  el acelerador a fondo con el objeto de ganar rápidamente velocidad.

Además del cambio automático CVT, esta versión también va dotada con un sistema de tracción integral. Dicho sistema, el Super-All Wheel Control (S-AWD), regula el envío de fuerza motriz al tren trasero en función  de las condiciones de conducción.

También incorpora el sistema Active Yaw Control (AYC) o control activo de la guiñada, que mejora el comportamiento de la dirección y la precisión de los virajes mediante el frenado selectivo de la rueda trasera del lado interior de la curva, ayudando al vehículo a trazar con notable agilidad y precisión las curvas.

El S-AWD ofrece tres modos de conducción, que se seleccionan mediante un selector ubicado en la consola central: Auto, Snow, para nieve y superficies resbaladizas, y Gravel, indicado para caminos en muy mal estado y barro. En modo Auto, el sistema reparte en condiciones normales el par en una proporción delante/detrás de 80/20,  proporción que puede llegar a un máximo de 55/45.

El motor responde muy bien a los requerimientos del acelerador. Hace gala de un silencioso funcionamiento, y el amplio espectro de revoluciones en las que se dispone de la cifra de par máximo (250 Nm entre 1.800 y 4.500 rpm) propicia tanto una buena respuesta desde abajo como unas convincentes recuperaciones.

En carretera cabe destacar la calidad de rodadura del Eclipse Cross, que obsequia a sus ocupantes con un gran confort de marcha a la que no son ajenos la suavidad con la que trabaja el motor, el correcto aislamiento acústico y una suspensión que filtra muy bien las irregularidades del asfalto. A este respecto puede presumir que, además de esta versión 4x4 que nos ocupa, el resto de versiones (todas con tracción delantera) montan en el tren posterior una suspensión de tipo independiente multibrazo.

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Todo un refinamiento, puesto que muchos de sus rivales solo utilizan un sistema de  suspensión independiente en el eje trasero en aquellos modelos dotados con tracción 4x4, mientras las variantes con tracción a las ruedas delanteras emplean un modesto y más barato eje torsional.

Generosa dotación de serie

Nada más acomodarse en el puesto de conducción  se percibe que esa emoción que transmite el estilo de la carrocería asimismo se traslada tanto al diseño como a la configuración de todo el conjunto del salpicadero. Un salpicadero en el que no queda nada de esa sobriedad  o conservadurismo que impera en sus hermanos, el Outlander y el ASX. Tiene mucha personalidad, además de ser bastante original. La presentación interior es bastante atractiva, abundan los plásticos blandos y los ajustes son correctos.

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La pantalla del sistema multimedia se opera mediante una superficie táctil, el Touchpad Controller, situado en la consola central, al lado de la palanca de cambio. Respecto a la habitabilidad, es buena. Está en línea con la de su competencia. Cabe señalar  que los pasajeros de las plazas posteriores no tienen problemas con la cota de altura a pesar del corte coupé de la trasera. El asiento trasero puede deslizarse longitudinalmente 20 cm y los respaldos son reclinables en un abanico de 16 º a 32º.

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Una solución de gran versatilidad que permite variar, en función de las necesidades del momento,  tanto el volumen del maletero como el espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas posteriores. Con el asiento trasero completamente adelantado, el volumen del maletero es de 466 litros, mientras si va totalmente atrasado se cifra en 359 l. Un volumen algo inferior al de sus rivales.

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El nivel de acabado Kaiteki ofrece una generosa dotación de serie específica que incluye: tracción integral S-AWC, techo panorámico eléctrico, tapicería de cuero, asientos delanteros calefactables, asiento conductor regulable eléctricamente, faros de led y cámara visión 360º.  

Mitsubishi Eclipse Precio

Pero no hay que olvidarse del equipamiento que ya incorpora de los niveles inferiores, a destacar:  el volante multifunción de cuero,  las luces de niebla, el sistema de conectividad Android Auto y Apple CarPlay, la proyección de datos, el climatizador bizona o la apertura y arranque sin llave. Con respecto al precio con descuentos del modelo Eclipse Cross 150T  4WD CVT es de  32.350 euros.  

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