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Opel Crossland X 1.2T 130 CV Ultimate. Perfecto maridaje

El Opel Crossland X toma lo mejor de dos mundos, de dos tendencias. De los todocamino hereda su llamativa silueta y posición de conducción elevada, mientras de los monovolúmenes recoge uno de sus puntos fuertes, la modularidad.

Opel Crossland X 1.2T 130 CV Ultimate
Opel Crossland X 1.2T 130 CV Ultimate

La versión Crossland X 1.2T 130 CV Ultimate es la más alta de la gama de gasolina. Monta un motor tricilíndrico de gasolina turboalimentado con una cilindrada de 1,2 litros (130 CV) y el nivel de acabado superior (Ultimate) incluye un abundante equipamiento de serie.


Manuel Reyes

Para sustituir al original monovolumen Opel Meriva, la marca alemana ha recurrido a una práctica a la par que original estratagema, mezclar el concepto monovolumen con el todocamino o SUV. El resultado es el Opel Crossland X, el primer fruto de la colaboración con el Grupo PSA, al que ahora pertenece Opel, fabricado en la factoría de Figueruelas (Zaragoza).

Con 4,21 m de longitud, el Crossland X se posiciona a mitad de camino entre un monovolumen y un SUV, si bien Opel lo define como un SUV urbano para diferenciarlo de su hermano, el Mokka X, dotado de un mayor espíritu campero. Ambos modelos, aunque se encuadran dentro del segmento conocido como SUV B, van dirigidos a clientes con distintos perfiles. El Mokka X muestra un carácter más aventurero que permite escapadas camperas gracias a su mayor altura libre al suelo, además en su gama contempla modelos con tracción 4x4.

Por lo que respecta al Crossland X deja ver muy a las claras su vocación urbanita por medio de una carrocería de menor altura, llantas de menor diámetro y por ofrecerse exclusivamente con tracción delantera.

La clientela llega al Opel Crossland X por varios caminos. Al típico usuario se unen otros llegados de otros segmentos, como el de los turismos compactos y  monovolúmenes. Un cliente al que seduce su diseño exterior, que además sabe apreciar su tamaño compacto o la posición de conducción elevada.

En el diseño están presentes los rasgos estilísticos que caracterizan a los actuales Opel como, el expresivo frontal con la típica parrilla, las marcadas líneas laterales conformando un álabe o el techo flotante con el característico perfil cromado de las ventanillas que desciende hacia la parte trasera.

Si a nivel de carrocería el Crossland X deja bien patente su compromiso con los SUV, es en el interior donde verdaderamente manifiesta una palpable vocación monovolumen, enfatizando tanto el espacio interior como la versatilidad. Para adecuar el conjunto habitáculo-maletero a las necesidades del momento, los asientos traseros pueden deslizarse longitudinalmente 15 cm.

El maletero cuenta con unos generosos 410 l, pero en caso de necesitar más espacio para los equipajes se pueden deslizar progresivamente los asientos traseros hacia delante hasta llegar al tope. Con esta operación, el volumen se puede incrementar hasta un máximo de 520 l, mientras el espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas posteriores se ve bastante reducido.

Por el contrario, si no se necesitara toda esta capacidad de carga,  los asientos posteriores pueden deslizarse hacia su tope trasero para que sus pasajeros disfruten de un espacio extra para las piernas, muy de agradecer en largos viajes. Entre los topes delantero y trasero hay 15 cm y, en consecuencia, varias posiciones intermedias. Cuando se requiera toda la capacidad exclusivamente para transportar carga, el volumen total asciende a 1.255 l al abatir los respaldos de los asientos traseros.

 
 

Tanto el cuadro de instrumentos como la consola central están orientados al conductor. La pantalla táctil de 8 pulgadas del sistema multimedia, de serie en el acabado Ultimate, es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Está perfectamente integrada en el salpicadero y muy a la vista del conductor.

En el apartado del equipamiento, el nivel superior o Ultimate no ha escatimado recursos a la hora de incluir tecnologías punteras en materia de seguridad, algunas inéditas en su categoría. Entre otros elementos que monta, cabe destacarse: faros adaptativos de led, faros antiniebla, detector de fatiga, proyección de datos sobre una lámina situada por encima del cuadro de instrumentos, alerta de colisión frontal, reconocimiento de señales de tráfico, retrovisores eléctricos, plegables y calefactados, apertura y arranque sin llave, climatizador bizona, sensores de lluvia y de luces, techo panorámico, volante de cuero, pantalla multimedia táctil de 8 pulgadas, navegador, cargador inalámbrico, techo en negro (carrocería bicolor), alerta cambio involuntario de carril y control automático de crucero. Como puede comprobarse casi nada se echa en falta en el nivel Ultimate.

Cuando se une el acabado Ultimate con la motorización más potente de gasolina, la 1.2 T de 130 CV, el resultado es el modelo tope de la gama Crossland X, el Opel Crossland X 1.2 T 130 CV Ultimate, que por extensión también es el más potente de la gama, pues la motorización diésel superior desarrolla 120 CV. El motor de gasolina 1.2 T tiene 3 cilindros en línea, 1,2 litros de cilindrada y desarrolla 130 CV. Cuenta con inyección directa y sobrealimentación mediante turbocompresor.

Entre sus virtudes cabe destacarse que ofrece una buena respuesta, un silencioso funcionamiento y un consumo de gasolina bastante recortado. En ciclo combinado homologado se cifra en 5,1 l/100 km, pero haciendo un uso normal por autovía, sin restricciones a la hora de pisar el acelerador cuando la situación lo requiere, está en torno a los 7 l/100 km.

La suavidad de funcionamiento es destacable, pues apenas se perciben las típicas vibraciones de estas mecánicas tricilíndricas, si el sonido característico de los tres cilindros cuando se acelera con decisión; un sonido nada desagradable. Las prestaciones se cifran en una velocidad máxima de 206 km/h y una aceleración de 9,1 s para pasar de 0 a 100 km/h. El cambio es manual de 6 velocidades, siendo su único pero un tacto algo impreciso.

Esta versión Ultimate del Crossland X ofrece un completísimo equipamiento de serie, tanto en materia de seguridad como de confort, que permite su disfrute en ciudad y en largos trayectos interurbanos. Su precio es de 22.952 euros.

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