Su sistema de propulsión consta de un motor de gasolina de 1,6 litros y dos motores eléctricos que proporcionan conjuntamente 300 CV.

Cuenta con tracción a las cuatro ruedas a la vez que incorpora un cambio automático de 8 velocidades.

Solo está disponible con el nivel de acabado más alto, el Ultimate, a un precio de 45.885 euros.

Frente a las limitaciones de los vehículos eléctricos, en lo que a autonomía y a tiempos de carga se refiere, y a las restricciones de tipo legal a la hora de circular por ciudad de los automóviles dotados con motor de combustión, una buena solución de compromiso, de consenso, la constituyen los vehículos híbridos enchufables. Con ellos se esfuman los miedos a los largos viajes interurbanos a la vez que concilian la circulación cero emisiones en el entorno urbano gracias a su gran autonomía eléctrica.

Dado que la capacidad para realizar recorridos en modo eléctrico de un híbrido enchufable suele superar los 50 km, a la hora de plantearse su adquisición conviene tener en muy cuenta dos cuestiones para sacarle el mayor partido posible. Por un lado disponer al menos de un  punto de carga, bien en casa o en el trabajo, y por otro tener la disciplina  de  poner a cargar la batería si no a diario casi a diario, en función de la distancia que diariamente se recorra que directamente incidirá en su estado de carga.

Solo así  se aprovechará al máximo su potencial como vehículo eléctrico e híbrido, amortizando de paso el mayor precio de adquisición frente a un automóvil equivalente dotado con motor de combustión.

Un interior muy ergonómico

Uno de los híbridos enchufables más interesantes a la par que ambiciosos de cuantos ofrece el mercado es el Opel Grandland X Hybrid4.

Antes de entrar en consideraciones de tipo técnico, una de las virtudes del Opel Grandland X es su diseño. Un diseño que aglutina las actuales señas de identidad de la marca a la vez que cuenta con un gran potencial para atraer al mayor número posible de usuarios gracias a que no resulta nada estridente, es sumamente atractivo, aporta ciertos matices de deportividad y es elegante.

En definitiva, un diseño concebido para gustar a la mayoría de potenciales compradores de un SUV o todocamino compacto (mide 4,48 m de longitud).

Estas pautas que rigen el estilo de la carrocería también se hacen extensibles al interior, donde un salpicadero de corte moderno que no cae ni en tentaciones minimalistas ni en ese tan de moda exceso de digitalización, se presenta ante el usuario como un conjunto llamativo pero con una gran carga de practicidad. Juega una magistral baza la ergonomía.

La pantalla multimedia táctil de 8 pulgadas se completa con una serie de botones convencionales. También se agradece que el climatizador cuente con su propio panel de control, independiente de la pantalla, lo que hace más fácil y segura su utilización.

En lo que respecta a habitabilidad, el Opel Grandland X Hybrid4 con respecto a sus hermanos de gama con motor térmico dispone de un habitáculo similar, pero el maletero ve reducida su capacidad (pierde 124 l), pasa de 514 l a 390 l debido al volumen que ocupa el sistema de carga.

El Opel Grandland X Hybrid4 dentro de la gama de productos que vende la marca alemana constituye toda una referencia, su potencia de 300 CV le sitúa en la cima, en el modelo más potente de Opel. Por otro lado, dentro de la familia Grandland X híbrida enchufable es, como cabe suponer, además del modelo más potente, el más ambicioso.

Va dirigido a los clientes más exigentes, a los que demandan además de potencia, sofisticación y un completo equipamiento de serie. El primer escalón de acceso a la gama híbrida enchufable Opel Grandland X lo constituye el Grandland  X Hybrid, que alberga un sistema de propulsión compuesto por un motor de gasolina de 1,6 litros (180 CV) y un motor eléctrico (110 CV) que desarrollan conjuntamente 224 CV, siendo la tracción a las ruedas delanteras.

Se comercializa con dos niveles de acabado, el Edition y el Ultimate.

Híbrido enchufable con tracción integral y cambio automático

Corona la gama la versión Grandland X Hybrid4, que pone al servicio del cliente más riguroso dos interesantes trilogías. Por un lado, un sistema propulsor compuesto por una mecánica de inyección directa de gasolina, turboalimentada, de 4 cilindros en línea con 1,6 litros de cilindrada (200 CV), al que se añade un motor eléctrico delantero (110 CV) y un segundo motor eléctrico en el eje trasero (113 CV).

La potencia conjunta que desarrollan estos tres propulsores asciende a 300 CV. La segunda trilogía que le caracteriza suma a su condición de vehículo híbrido enchufable la adopción de una caja de cambios automática de 8 velocidades (de tipo convertidor) y la tracción a las cuatro ruedas. Todas estas cualidades en combinación con el único nivel de acabado disponible, el superior o Ultimate, le posicionan como un ambicioso producto.

La batería de iones de litio de 13,2 kWh de capacidad autoriza hasta 59 km de autonomía en conducción totalmente eléctrica, siendo la velocidad máxima con este modo de 135 km/h.  En ciclo WLTP el consumo combinado es de 1,3 l/100 km, pero en la práctica dependerá mucho de cómo se utilice el acelerador y de la carga de la batería. Porque si se acelera con contundencia los 300 CV hacen acto de presencia, incrementándose notablemente el consumo. Si se comienza el viaje con la batería cargada, practicando una conducción normal (en modo híbrido) por un combinado de trazados puede obtenerse un consumo en torno a los 4,9 l/100 km. Con la batería agotada no resulta nada difícil pasar de 8 l/100 km.

Precisamente para gestionar el sistema de propulsión se disponen de 4 modos de conducción: Electric, Hybrid, Sport y 4WD. El denominado Electric impulsa el vehículo exclusivamente con la energía almacenada en la batería,  mientras el Hybrid combina el funcionamiento de todos los propulsores de forma equilibrada, con la mayor eficiencia posible.  El modo Sport prima las prestaciones, teniendo en cuenta que por defecto la gestión entre los electromotores y el motor térmico se realiza automáticamente en función del nivel de carga de la batería y la solicitación de potencia por parte del conductor. En este modo funciona constantemente el motor de gasolina. Por último, el modo 4WD hace funcionar permanentemente el electromotor trasero para disponer de tracción integral, siempre y cuando la batería tenga la suficiente carga. Las prestaciones pueden tildarse de brillantes, pues firma una velocidad máxima de 235 km/h, mientras invierte 6,1 s en pasar de 0 a 100 km/h.

Frenado regenerativo

Se puede modular la retención desde la palanca de cambios seleccionando la posición B, que aporta la máxima retención al levantar el pie del acelerador. Esto permite recuperar energía tanto durante la fase de deceleración como de frenado, permitiendo recargar parcialmente la batería e incrementar la autonomía en modo eléctrico.  Cabe apuntar  que el par de arrastre del motor eléctrico es tan elevado que en numerosas ocasiones hace innecesario el uso de los frenos convencionales para detener totalmente el vehículo. Desde la pantalla multimedia táctil se puede gestionar la función ë-Save, que posibilita una reserva de energía eléctrica (10 km, 20 km o la batería completa) para utilizarla cuando el conductor lo estime necesario, como por ejemplo, atravesar una zona urbana. Con esta función activada también se recarga la batería.

El tiempo de carga varía en función del tipo de cargador utilizado. Además del cable suministrado con el vehículo para la carga desde una toma de corriente doméstica, Opel brinda dispositivos para la carga rápida en estaciones públicas y puntos de carga de pared instalados en domicilios particulares. Así, por ejemplo, la batería se cargará completamente en aproximadamente 1 hora y 50 minutos en un punto de carga de pared de 7,4 kW, mientras en una toma de 3,7 kW el tiempo se alarga hasta las 4 horas.

El Opel Grandland X Hybrid4 es un coche que destaca fundamentalmente por el gran confort de marcha que brinda. Invita a largos viajes. Prefiere las autovías a los trazados enrevesados, en los que su elevado peso le resta algo de agilidad, aunque si se fuerza mantiene la compostura con ese plus de dinamismo que le aporta la tracción integral. Disponible exclusivamente con el nivel de acabado Ultimate, el superior, tiene un precio de 45.885 euros con el descuento de marca aplicado. El acabado Ultimate incluye un generoso equipamiento de serie, tanto de confort como de seguridad. En el apartado seguridad incluye, alerta cambio involuntario de carril con corrección de trayectoria, alerta de fatiga, alerta de colisión frontal, reconocimiento de señales de tráfico, alerta de ángulo muerto, cámara de visión trasera, etc.

Del lado del confort adopta elementos como, el sistema de apertura y arranque sin llave, climatizador bizona, faros adaptativos full led, asistente de aparcamiento, asientos delanteros calefactados, pantalla multimedia con navegador de 8 pulgadas, etc. Un equipamiento que a nivel de carrocería se completa con la pintura bitono, con el techo en negro.