Este exclusivo modelo monta un  vigoroso motor diésel biturbo de 2 litros cilindrada que desarrolla 240 CV, asociado a un cambio automático de doble embrague DSG con 7 relaciones y tracción integral. Por añadidura incorpora una generosa dotación de serie. 

A las virtudes intrínsecas que adornan al SUV o todocamino Skoda Kodiaq, tales como amplitud, confort de marcha, practicidad, una muy buena relación calidad/precio así como precio/equipamiento o ergonomía, se unen las prestaciones, la deportividad y la exclusividad que ofrece el modelo más potente de la gama, el Skoda Kodiaq RS.

Con respecto a sus hermanos, el Kodiaq RS adopta una estética diferenciadora que le confiere un imponente aspecto. Para empezar, el vistoso logo RS que preside la parrilla y presente también en la parte trasera del vehículo ya constituye toda una declaración de intenciones. Añade elementos diferenciadores como los paragolpes delantero y trasero específicos, carrocería con detalles en negro brillante, el doble escape cromado  o la tira reflectante que en la parte trasera recorre todo en ancho del coche.

Lucen un impecable color negro brillante, el marco de la parrilla así como sus listones verticales, los marcos de las ventanillas, las carcasas de los retrovisores  y las barras longitudinales del techo. Resaltan la imagen de poderío unas llantas de aleación en antracita Xtreme de 20 pulgadas, que permiten una perfecta visión de las pinzas de freno en color rojo.

Abundante equipamiento de serie

Pero las siglas RS asimismo personalizan profundamente el interior de este Kodiaq. Para el tapizado tanto de los asientos como de los paneles de las puertas se recurre al Alcantara. Los asientos delanteros deportivos con reposacabezas integrados, que están tapizados en cuero y Alcantara, incluyen costuras de color rojo que forman un diseño de diamante; un diseño que se repite en el recubrimiento de las puertas pero con las costuras de color negro.

Elementos como el volante o los reposabrazos de las puertas asimismo se apuntan a la corriente de las costuras en rojo. Hay que apuntar que el asiento del conductor cuenta con reglaje eléctrico. No podía faltar para completar una genuina atmósfera racing la presencia de las siglas RS en el volante, pomo de la palanca del cambio automático DSG y asientos.

La dotación de serie es muy abundante, incorpora entre los elementos más importantes: llantas de aleación de 20 pulgadas, faros full led, ópticas traseras de led, portón trasero eléctrico, control de chasis dinámico (DCC), Virtual Cockpit, sistema multimedia Bolero con pantalla táctil de 8 pulgadas, navegador, volante de cuero con levas para el cambio de marcha, pedales de acero inoxidable, decoración de carbono en el salpicadero, paquete led de iluminación ambiental con cambio de color y asiento del conductor eléctrico.

Por añadidura no podían faltar las características soluciones Simply Clever de la marca, como los dos paraguas que se guardan en sendos compartimentos de las puertas delanteras o el rascador de hielo que esconde el interior de la tapa del depósito de combustible. Sofisticado, práctico y muy deportivo se presenta ante el conductor el Virtual Cockpit, un cuadro de instrumentos digital que adopta una pantalla configurable de 12,3 pulgadas con cinco modos de visualización. Sitúa tanto el velocímetro como el cuentarrevoluciones en el centro para una perfecta visión.

La pantalla táctil de 8 pulgadas del sistema multimedia constituye todo un ejemplo de ergonomía y facilidad de uso, ofrece un manejo de los distintos menús muy intuitivo.

Vigoroso motor diésel biturbo de 240 CV

Una vez que la deportividad queda plasmada visualmente, llega el momento de comprobar el potencial mecánico del Skoda Kodiaq RS, de lo que esconde bajo el capó. Monta un motor diésel biturbo de 4 cilindros en línea con 2 litros de cilindrada que desarrolla una potencia de 240 CV, mientras la cifra de par máximo es de 500 Nm entre 1.750 y 2.500 rpm.

El sistema de sobrealimentación consta de dos turbocompresores instalados en serie. El primero de ellos, más pequeño, cuenta con geometría variable, lo que permite una respuesta inmediata a bajas revoluciones. Por lo que respecta al segundo turbo, de mayor tamaño, es el encargado de sobrealimentar el motor a alto régimen. Este montaje propicia una entrega de potencia constante con un tiempo de respuesta corto.

Resulta muy gratificante comprobar el empujón que brinda al vehículo a la menor solicitud sobre el acelerador, la respuesta es siempre muy viva. Es un motor muy vigoroso con un amplio margen de utilización que autoriza unas notables prestaciones. La velocidad máxima se cifra en 225 km/h, invirtiendo 6,9 s en acelerar de 0 a 100 km/h.

Cuando se presiona con decisión el acelerador también sorprenden las recuperaciones, son contundentes. Constituye la forma de comprobar cómo se manifiestan en la práctica esos generosos 500 Nm de par máximo disponibles a partir de 1.750 rpm, que se estiran hasta las 2.500 rpm.

En ciclo WLTP el consumo combinado es de 7,6 l/100 km. Pero la economía de uso está siempre garantizada en este diésel de 240 CV con independencia de la utilización que se haga,  incluso en conducción extrema los consumos no se disparan. Circulando por autovía a  120 km/h se conformó con un gasto en torno a los 7,5 l/100 km.

Para remarcar todavía más las cualidades de este motor nada mejor que dotarle de un sonido marcadamente deportivo, de lo que se encarga el Dynamic Sound Boost. Este dispositivo incluye un actuador a modo de altavoz, situado cerca del tubo de escape, que produce un sonido artificial en base a las señales que recibe del régimen de giro del motor, de la marcha seleccionada y de la velocidad.

Suplementa a la vez que interfiere el sonido original del escape con un ruido deportivo, más emocional. Además, a través del selector de modos de conducción se pueden generar distintos sonidos con un amplio espectro, que abarca desde el modo silencioso a otro marcadamente racing.

El resultado es sorprendente, suena de modo más parecido a un motor de gasolina de gran cilindrada que a uno diésel de 2 litros de cilindrada.

Control de chasis dinámico y tracción integral

Gratificante asimismo resulta el funcionamiento del cambio automático de doble embrague DSG de 7 relaciones, los cambios entre marchas se realizan suavemente,  sin brusquedades, y además con rapidez.  Permite un manejo manual-secuencial por medio de la propia palanca selectora o a través de las levas en el volante. En lo que respecta al sistema de tracción integral utiliza un acoplamiento controlado electrónicamente, situado antes del diferencial trasero, encargado de transferir par de forma automática y proporcional al tren posterior al detectarse la más mínima pérdida de motricidad en el tren delantero. Es capaz de pasar hasta el 85% de par a una sola rueda, teniendo en cuenta que en condiciones normales de adherencia hace que se comporte como un vehículo de tracción delantera para economizar combustible.

El sistema de tracción integral a tiempo parcial unido al cambio DSG de 7 velocidades componen un eficaz tándem orientado a facilitar la conducción en todo tipo de escenarios. Es de agradecer la comodidad  del cambio automático DSG en trazados en los que predominan las curvas,  rodando a fuerte ritmo y con frecuentes cambios de marcha. 

De la misma manera hace de la conducción una actividad mucho más relajada en el congestionado tráfico urbano, con constantes paradas y la obligación de transitar a bajas velocidades. En escapadas camperas también muestra su eficacia llegado el momento de sortear algún obstáculo.

Ayuda a dosificar el par, evitando que el motor se cale.

El tarado de los amortiguadores se ajusta automáticamente tanto a la forma de conducir como a la carretera gracias al control de chasis dinámico DCC (Dynamic Chassis Control), que forma parte del equipamiento de serie junto con la dirección progresiva. Pero la fuerza de amortiguación se puede variar mediante el selector de modos de conducción, que cuenta con seis programas: Eco, Comfort, Normal, Sport, Individual y Snow.

Cada uno de estos programas actúa sobre el tarado de los amortiguadores, la respuesta del motor, cambio automático y dirección, así como el funcionamiento del climatizador y algunas asistencias a la conducción.

Gracias al selector de modos se puede variar el comportamiento dinámico, conjugando confort de marcha y  estabilidad. Aunque es evidente que se notan más las diferencias entre los modos Comfort y Sport. Mientras el Normal procura un equilibrado compromiso entre estabilidad y comodidad, el Sport, con una amortiguación mucho más firme se muestra ideal para la práctica de una conducción más deportiva.

Su dureza se manifiesta especialmente cuando el pavimento se encuentra en mal estado, mientras los balanceos en curva resultan más pronunciados con el programa Comfort si se rueda deprisa.

Gran habitabilidad

Con una longitud de 4,70 m y una batalla de 2,79 m, el Skoda Kodiaq RS brinda un amplio habitáculo que puede estar configurado para 5 o 7 pasajeros. Cuenta con un gigantesco maletero de nada menos que 720 l, mientras  con 7 plazas  esta capacidad se reduce hasta unos generosos 630 l.

La diferencia de volúmenes viene marcada por el espacio que ocupan plegados los 2 asientos de la tercera fila, puesto que si se posicionan para acoger a sus ocupantes el maletero reduce su volumen a 270 l. En caso de necesitarse todo el habitáculo para cargar bultos, una vez plegadas la segunda y la tercera fila de asientos quedarían disponibles 2.005 l.

También la versatilidad forma parte del ideario del Skoda Kodiaq RS. La segunda fila de asientos puede desplazarse longitudinalmente 18 cm, además de reclinar sus respaldos. El acceso a la tercera fila, a pesar de tener que contorsionarse un poco los ocupantes, no está mal resulto.

Como suele ocurrir en estos casos,  si sus pasajeros no miden más de 1,70 m de estatura podrán viajar con cierta comodidad. Comodidad que también dependerá de la generosidad de los ocupantes de los asientos centrales, que podrán deslizar hacia adelante sus butacas e inclinar hacia delante los respaldos.