Volkswagen Arteon R-Line 2.0 TSI 280 CV 4Motion. Arte sobre ruedas

Estilizado, elegante y escultural constituyen solo algunos de los muchos calificativos que pueden definir con bastante acierto al Volkswagen Arteon

Volkswagen Arteon R-Line 2.0 TSI 280 CV 4Motion
Volkswagen Arteon R-Line 2.0 TSI 280 CV 4Motion

Su impresionante porte, capaz de enamorar a los usuarios de berlinas con silueta de coupé, puede reforzarse con el deportivo acabado R-Line.  La versión 2.0 TSI de 280 CV, que  es la más potente de la gama, va ligada a la tracción total 4Motion y a un cambio automático DSG de doble embrague con 7 relaciones.


Volkswagen estuvo muy hábil a la hora de subirse al tren de los coupés de 4 puertas, puesto que fue de las primeras marcas que de inmediato movió ficha para situar a uno de sus modelos en esta innovadora categoría de vehículos.

En 2008 lanzó al mercado el Volkswagen Passat CC, un coupé de 4 puertas que reunía lo mejor de dos mundos, la practicidad de una berlina de cuatro puertas y todo el encanto, esa característica estilizada silueta de los coupés.

La segunda generación de este automóvil dejó definitivamente aparcada la denominación Passat, para pasar a denominarse simplemente Volkswagen CC (2014) en un claro intento por diferenciarse de su hermano. Con la llegada del Volkswagen Arteon en 2017, el concepto CC (Coupé Confort) tiene continuidad a la vez que cobra mayor relevancia.

 

 

Con el Arteon nace un nuevo modelo que prescinde de esas ya típicas siglas CC, pero que sin embargo ensalza y reivindica con mayor énfasis, si cabe, su pertenencia a esa categoría de los coupés de 4 puertas. Frente a sus antecesores, el Passat CC y el CC dotados con carrocería de tres volúmenes, luce un aspecto más deportivo, más de coupé gracias al corte de la parte trasera que, curiosamente, ahora dispone de un práctico portón.

Un portón trasero que al introducirle de lleno en el sector de los vehículos con carrocería de 5 puertas, podrá cuestionarle la denominación coupé de 4 puertas, pero nunca el concepto, su pertenencia al selecto club de los coupés; más bien todo lo contrario. En realidad más que de coupés de 4 puertas habría que hablar de berlinas tipo coupé (con cuatro o cinco puertas), el distinguido grupo en el que se inscribe el Volkswagen Arteon.

El Arteon es capaz de satisfacer a partes iguales a dos tipos de usuario muy bien definidos a la par que distintos, con necesidades concretas. Tiene cualidades para cautivar al aficionado a los coupés que renuncia a la adquisición de uno de estos vehículos por ser poco práctico o funcional en lo que al uso diario se refiere. Es un cliente que necesita un habitáculo de mayores dimensiones, apto para acoger a más ocupantes.

Para este requerimiento, el Arteon da directamente en el blanco. Su alargada y estilizada silueta (mide 4,86 m de longitud) se complementa a la perfección con una trasera tipo fastback que le confiere una apariencia cien por cien coupé. Apariencia que se ve potenciada con una línea de cintura alta en la que predomina la chapa frente a la superficie acristalada y por las ventanillas sin marco.

El habitáculo puede acoger sin ningún tipo de problema a cinco pasajeros, mientras al generoso maletero de 563 l, ampliable hasta los 1.557 l, se tiene acceso a través de un versátil portón trasero que se opera automáticamente.

 

Un sistema manos libre permite su apertura con solo pasar el pie por debajo del paragolpes. Estas características son también muy apetitosas para aquellos usuarios de berlinas, sean de corte clásico o con cinco puertas, que demandan un vehículo con una mayor carga emocional sin renunciar a la componente racional.

Desde el punto de vista formal, Volkswagen ha inaugurado con el Arteon una nueva y fascinante etapa. La marca se ha caracterizado por unos diseños marcados con el tinte de la intemporalidad, muy apreciados por sus incondicionales. Unos diseños elegantes capaces de aguantar el paso o el peso de los años sin que excesivamente se resienta su vigencia.

El Arteon confirma estos postulados añadiendo al guiso esa pizca de condimento que le faltaba para satisfacer otros paladares, con gustos diferentes. Gustos que se decantan por una mayor carga de atractivo dentro de una corriente que busca complacer a todos o a casi todos sin recurrir a fórmulas arriesgadas, lo que precisamente no da como resultado un producto anodino.

Tradicionalmente, el frontal de los Volkswagen se caracteriza por la horizontalidad, plasmada en una parrilla alargada que une ambos faros y tiene su misma altura. El lanzamiento del Arteon supuso la introducción de  un nuevo concepto de parrilla que se extiende hacia abajo, invadiendo gran parte de la superficie del paragolpes.

Un recurso estilístico ya utilizado también en el T-Roc y en el nuevo Touareg. Además, las barras cromadas de la parrilla del Arteon envuelven los faros, fundiéndose con estas finas barras tanto las luces diurnas como los intermitentes. Dicho de otra forma, los faros se integran  en la calandra dando lugar a una perfecta fusión entre ambos elementos, una nueva seña de identidad que asimismo ha recogido el nuevo Touareg.

Esta nueva corriente de diseño, inaugurada por el Volkswagen Arteon, aporta una mayor carga emocional  respetando el ADN de la marca. Quienes busquen deportividad en el Arteon, la encontrarán en sus estilizadas líneas y en ese capó de gran tamaño que llega hasta los pasos de rueda.

En la misma medida es capaz de transmitir una imagen de elegancia, un señorial porte debido en parte a esa refinada parrilla de generosas dimensiones, con el objetivo de colmar las expectativas de ese otro cliente que demanda cierto poder de representación.

Para los que reclamen una dosis extra de deportividad, el Arteon también está disponible con el acabado o paquete R-Line, que su suma al Elegance y al de acceso, denominado simplemente Arteon.

A nivel de carrocería, el Volkswagen Arteon R-Line incorpora una serie de aditamentos para conseguir una estética más racing, entre los que destacan, un paragolpes delantero específico que acoge en sus extremos dos amplias entradas de aire en forma de “C” pintadas en color negro, molduras cromadas en ambos paragolpes y estribos laterales, escapes cromados y llantas de aleación de 19 pulgadas.

Los más caprichosos disfrutarán con las espectaculares llantas de aleación grafito mate  “Rosario” de 20 pulgadas, calzadas con neumáticos en medida 245/35. Una opción que cuesta 1.070 euros y que incorporaba tanto nuestra unidad de pruebas (el vehículo blanco) como la unidad que aparece en el resto de las fotos. En el interior confluye el rico equipamiento de serie del modelo con la generosa dotación del acabado R-Line.

Hay que destacar elementos como: el volante multifunción deportivo de cuero, eyectores del limpiaparabrisas calefactables, pedales de aluminio, tapizado de los asientos mixto en Alcantara/cuero con el logo R-Line, asientos delanteros calefactables, selector de programas de conducción, faros full led, cuadro de instrumentos digital, cámara trasera, pantalla multimedia de 8 pulgadas, climatizador de tres zonas, etc.

Sentados tras el volante se tiene la sensación de estar a bordo de un Passat, pues el salpicadero es prácticamente idéntico, lo mismo que la habitabilidad. Con respecto al Passat, el Arteon pierde apenas unos centímetros en la cota de altura de las plazas posteriores, lo cual no está nada dada su vocación de berlina-coupé. La calidad de los distintos materiales es sobresaliente así como unos ajustes que no merecen el más mínimo reproche.

El cuadro de instrumentos es digital. Consta de una pantalla de 12,3 pulgadas que permite varias configuraciones a la hora de mostrar las distintas informaciones al conductor. Respecto a la pantalla del sistema multimedia es táctil de 8 pulgadas, pero en opción puede recibir una de 9,2 pulgadas que prescinde de las convencionales teclas, y va dotada  con un sistema de reconocimiento mediante gestos bastante intuitivo.

La versión 2.0 TSI de 280 CV es la más potente de la gama. Monta un motor de gasolina de 4 cilindros en línea con 2 litros de cilindrada y lleva acoplado un cambio automático DSG de doble embrague con 7 velocidades. Asimismo esta versión va ligada a un sistema de tracción integral 4Motion a tiempo parcial. Con este arsenal mecánico, el Arteon se presenta como un coche de fácil conducción, con una abundante caballería que le permite alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos.

Unos registros bastante convincentes. Tampoco desentona la cifra de consumo medio homologado: 7,3 l/100 km. De serie monta suspensión con amortiguadores de dureza variable (DCC) que pueden regularse mediante el selector de programas de conducción. En este coche si notan más que en otros las diferencias entre los distintos programas, sobre todo tomando como referencia los más extremos.

Así, por ejemplo, hay un buen trecho entre la respuesta que ofrece el motor en modo Eco y en Sport. De la misma manera, la suspensión en su reglaje más confortable filtra muy bien las irregularidades de la carretera, mientras se deja notar con su tarado más duro, sobre todo al pasar por baches pronunciados. No obstante hay que apuntar que brinda a sus ocupantes un buen aislamiento acústico aderezado con un suave rodar.

Llegada la hora de negociar las curvas transmite mucha seguridad. Traza con gran precisión y eficacia tanto las curvas lentas como las rápidas. El precio de partida del Volkswagen Arteon R-Line 2.0 TSI (280 CV) 4Motion DSG-7 es de 51.760 euros.

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