El nuevo Audi Q8 e-tron toma el relevo al Audi e-tron, el  primer vehículo eléctrico de la marca de los cuatro aros, en el segmento de los grandes SUV eléctricos de lujo. Incorpora baterías de mayor capacidad (hasta 114 kWh) así como mayor potencia de recarga. Se comercializa en dos variantes de carrocería, la convencional SUV y la de corte coupé o Sportback. El precio de acceso a la gama parte de 84.610 euros.

Han transcurrido cinco años desde que Audi presentara en sociedad su primer automóvil eléctrico, el Audi e-tron, ubicado dentro de la categoría de los grandes todocamino de lujo. A los largo de este tiempo se ha ido incorporando nuevos modelos eléctricos con el objeto de abarcar otros segmentos, como el de las grandes berlinas deportivas coupé con el Audi e-tron GT o el de los SUV de tamaño compacto-mediano con el Audi Q4 e-tron. Dado que la letra Q constituye un distintivo de todos los todocamino de Audi,  resultaba lógico que el sucesor del e-tron hiciera uso de la misma para su denominación. Es así como entra en escena el nuevo Audi Q8 e-tron, que se sitúa en la cima de los SUV eléctricos y que nada tiene que ver con el Audi Q8 propulsado por motores de combustión o híbrido enchufable, salvo el tamaño. Un vehículo que supone una nueva guía para llevar a la marca de los cuatro aros hasta 2026, año en el que solo lanzará al mercado modelos totalmente eléctricos.

El Audi Q8 e-tron conserva básicamente el diseño del e-tron, con los cambios más significativos centrados en el frontal. Ahora la tradicional parrilla octogonal, totalmente sellada,  muestra una nueva identidad en base al diseño bidimensional que presentan los cuatro aros. Nueva también es la grafía utilizada en la inscripción del nombre del modelo situada en el pilar B. Para acentuar el protagonismo del logo en el frontal se ofrece opcionalmente un sistema de iluminación en forma de tira luminosa que crea una conexión entre los faros a la vez que resalta los cuatro aros. Con una longitud de 4,91 m, el Audi Q8 e-tron se desdobla en dos tipos de carrocería. Por un lado la de corte convencional y una segunda de perfil coupé que, como viene siendo habitual en Audi, se denomina Sportback.

Suspensión neumática

El Audi Q8 e-tron potencia todavía más todas las virtudes de su antecesor a la vez que añade importantes mejoras, centradas en una conducción optimizada, una aerodinámica avanzada, una batería con más capacidad y una mayor potencia de carga con la intención de ganar autonomía y velocidad de recarga. Además se ha mejorado el sistema propulsor,  se cuenta con una dirección más progresiva y directa y se han revisado los sistemas de control del chasis. La optimización de la aerodinámica ha propiciado rebajas en el coeficiente de resistencia aerodinámica o Cx, que pasa de 0,28 a 0,27 en el caso del Q8 e-tron y de 026 a 0,24 en el caso del Q8 e-tron Sportback. Nada menos que 40 sistemas de asistencia al conductor se valen de 5 sensores de radar, 5 cámaras y 12 sensores de ultrasonidos, que son los encargados de recabar toda la información del entorno por el que se circula.

De serie monta suspensión neumática con amortiguadores controlados electrónicamente. Con ella la altura libre al suelo puede variar hasta 7,6 cm en función de la situación de conducción, teniendo en cuanta que la altura libre al suelo inicial es de 17 cm. Así, en carretera, se reduce hasta 2,6 cm, mientras que si se selecciona el modo de conducción Offroad la distancia al suelo aumenta 3,5 cm respecto a la altura estándar. Para transitar por terrenos muy accidentados la carrocería puede elevarse otros 1,5 cm adicionales.  

Opcionalmente el Audi Q8 e-tron puede equipar los faros Digital Matrix LED, una innovación mundial que Audi dio a conocer en otoño de 2019 con el e-tron Sportback. El alma de estos sofisticados faros es su núcleo, un pequeño chip que contiene 1,3 millones de microespejos cuyos bordes apenas miden unas centésimas de milímetro. Con esta tecnología se puede controlar el haz de luz con una alta precisión, lo que permite una serie de nuevas funciones. Por ejemplo, en carriles estrechos, la luz de orientación marca la posición del coche en el carril. También incluyen tres nuevas funciones: información de tráfico ampliada, luz de carril con indicadores de dirección para autopista y la luz de orientación en carreteras secundarias.

Lujoso interior

En el interior la configuración del salpicadero sigue asimismo las actuales tendencias de Audi, propiciando un selecto ambiente de sofisticación y de calidad. Porque tanto la elevada calidad de ejecución como la de los propios materiales ponen muy alto el listón en este apartado, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados la marca. El salpicadero cuenta con tres pantallas, la del cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas (Audi Virtual Cockpit), la del sistema multimedia (10,1 pulgadas) y la tercera pantalla (8,6 pulgadas), situado por debajo de ésta última, sirve para el control de la climatización además de otras funciones, como introducir texto. Pero también a estas tres pantallas se pueden sumar otras dos más de tipo OLED (7 pulgadas) situadas en la parte superior de la puertas delanteras, a continuación del salpicadero, que dan servicio a los retrovisores exteriores virtuales en el caso de que se monten.

El climatizador bizona forma parte del equipamiento de serie, pero en opción puede pedirse el de cuatro zonas. También en opción están disponibles los asientos de contorno individual ajustable que asimismo pueden contar con función masaje. De masajear la espalda del ocupante se encargan  diez cojines neumáticos en base a siete programas con tres intensidades. Entre las novedades destacar las inserciones decorativas en color antracita situadas por encima de la pantalla, que están confeccionadas con un nuevo material  fabricado parcialmente con botellas de plástico recicladas. La tapicería de los asientos deportivos en el acabado S line combina cuero sintético y microfibra compuesta hasta en un 45 por ciento de materiales reciclados, ofreciendo un tacto y aspecto similares a los del ante.

El Audi Q8 e-tron hace gala de un generoso habitáculo, en línea con sus cotas exteriores. Cabe señalar los 2,93 m de batalla, que inciden en unas plazas posteriores capaces de acoger con total comodidad a tres pasajeros, si bien el ocupante de la plaza central no irá tan cómodo como los de los extremos, pero más bien por la configuración y mullido del asiento que por mero espacio.

El maletero tampoco se queda atrás, firma un volumen de 569 l en el caso del Q8 e-tron y de 529 l en el Q8 e-tron Sportback, además de contar con un volumen adicional de 62 l bajo el capó delantero.

Dos o tres motores eléctricos y tracción integral

Para las dos carrocerías del Audi Q8 e-tron se puede elegir entre tres variantes de propulsión, siempre con tracción integral. Las versiones Q8 e-tron 50 y Q8 e-tron 55 montan dos motores eléctricos, uno delante y otro detrás que conjuntamente proporcionan 340 CV y 408 CV, respectivamente. La tercera opción constituye el tope de gama, se trata del SQ8 e-tron, pero incorpora tres electromotores, uno delante (169 CV) para accionar el tren delantero y dos en la parte trasera con una potencia unitaria de 133 CV encargados de impulsar por separado las ruedas traseras. La potencia total del conjunto asciende a 503 CV. Pero este modelo no llegará al mercado español hasta finales de mayo. El modelo e-tron 50 tiene una autonomía de 487 km, mientras el e-tron Sportback 50 la estira hasta los 501 km. En el caso del e-tron 55 puede recorrer  hasta 576 km o 595 km si se trata del e-tron Sportback 55. Unas autonomías muy interesantes que permiten plantearse largos viajes. En ambos modelos la velocidad máxima está limitada a 200 km/h, siendo las cifras de aceleración bastante contundentes, de 0 a 100 km/h el 50 para el cronómetro en 6 s, en tanto el 55 lo para en 5,6 s. No está nada mal para unos automóviles que pesan en vacío 2.510 kg.

No existe caja de cambios, hay un engranaje planetario con una sola marcha que transfiere el movimiento a los ejes a través de los diferenciales. Los módulos de electrónica de potencia (cada motor tiene el suyo) incluyen un inversor que convierte la corriente continua (CD) de la batería en corriente alterna (CA) trifásica para la alimentación de los electromotores. Cuando estos funcionan en modo generador, durante las fases de recuperación de energía, entonces dicho inversor convierte la corriente alterna trifásica en continua para alimentar la batería. Se prioriza la tracción trasera por eficiencia, pero en caso de registrarse pérdidas de adherencia, de demanda de fuerte aceleración o para estabilizar el vehículo en curva entra de inmediato en juego el electromotor delantero. La tracción quattro asimismo puede ajustarse manualmente seleccionando el modo de conducción. De esta forma si el conductor cambia de D a S en el selector de marchas el sistema pasa a funcionar con tracción integral permanente. En el apartado de los consumos combinados, en función del tipo de carrocería, el 50 gasta entre 19,7 kWh/100 km y 23,8 kWh/100 km, mientras el 55 se mueve entre 20,1 kWh/100 km y 24,2 kWh/100 km.

Sistema de recuperación de energía y generosa autonomía

Cabe considerar que el sistema de recuperación de energía es responsable de gran parte de la autonomía total. Se puede recuperar energía por inercia, al levantar el pie del acelerador o mediante el frenado. En ambos casos los motores eléctricos funcionan como generadores, transformando la energía cinética en energía eléctrica que se almacena en la batería. Cuando se pisa el freno, en función de la fuerza  que se aplique, el coche decide si para decelerar se utiliza exclusivamente el motor eléctrico, el freno electrohidráulico o una combinación de ambos, de forma individualizada en cada eje. Hasta una deceleración de 0,3 g el 90% de la frenada corre a cargo de los motores eléctricos. Mediante las levas del volante el conductor puede determinar el grado de recuperación de energía conforme a tres niveles. En modo suave, el coche avanza por inercia al levantar el pie del acelerador, sin fuerza de frenada. En el nivel 1 la deceleración es mínima, mientras que el nivel 2 procura una alta deceleración con reducciones de velocidad tan significativas que se puede conducir el Audi Q8 e-tron con tan solo un pedal.

El secreto de la generosa autonomía ofrecida por el Audi Q8 e-tron se encuentra en las nuevas baterías de gran capacidad. El e-tron 50 equipa una batería de 95 kWh brutos (89 kWh netos), en tanto la del e-tron 55 eleva la capacidad hasta los 114 kWh brutos (106 kWh netos). Pero tan importante como estas cifras resulta la velocidad de recarga, ideal para viajes largos, además del permitir mantener una alta potencia de carga durante más tiempo. En una estación de corriente continua a 150 kW de potencia (en el 55 a 170 kW) puede cargarse la batería hasta el 80% en 31 minutos. A efectos prácticos en tan solo 10 minutos se puede recargar la energía suficiente para recorrer 123 km. Caso de recurrir a una estación de corriente alterna puede efectuarse la recarga con una potencia de hasta 11 kW. Opcionalmente Audi ofrece un cargador de 22 kW. Con una potencia de carga de 11 kW la batería del Q8 e-tron 50 puede recargarse completamente en poco más de 9 horas. En caso de efectuarse  a 22 kW el tiempo empleado sería de 4 horas y 45 minutos. Con la batería de mayor capacidad se tardaría 11 horas y 30 minutos (11 kW) y 6 horas (22 kW).

Muy bien equipado

La gama Audi Q8 e-tron se articula en torno a dos niveles de acabado, Advanced y S line, que pueden combinarse tanto con las dos carrocerías como con los dos sistemas de propulsión, dando lugar a una gama compuesta por un total de 8 versiones. Los precios para el Q8 e-tron son los siguientes: 84.610 euros (50 Advanced), 90.110 euros (50 S line), 94.610 euros (55 Advanced) y 100.110 euros (55 S line). Para el Q8 e-tron Sportback los precios son: 87.110 euros (50 Advanced), 92.610 euros (50 S line), 97.110 euros (55 Advanced) y 102.610 euros (55 S line). Hay un sobreprecio de 2.500 euros en las versiones Sportback a igualdad de motorización y equipamiento.

El acabado Advanced ya incluye de serie una completa dotación, en la que se encuentran: MMi Navegación plus, Audi virtual cockpit plus, cámara trasera, asientos delanteros eléctricos con memoria, suspensión neumática adaptativa, tapicería en cuero sintético, airbag laterales traseros, llantas de 19 pulgadas, Audi pre sense, Audi pre sense front, aviso de salida involuntaria de carril, etc. Elementos a los que el acabado S line suma: línea exterior S line, paquete  S line interior, suspensión neumática deportiva, salpicadero y recubrimientos inferiores en cuero sintético, volante deportivo multifunción de cuero, llantas de 19 pulgadas de diseño Aero, aviso de cambio de carril, pre sense 360º, aviso de tráfico cruzado trasero, aviso de tráfico lateral y asistente en cruces, etc. El sobreprecio de acabado S line es de 5.500 euros con respecto al Advanced.