Citroën C5 Aircross Hybrid

Confort y versatilidad

Citroën C5 Aircross Hybrid.

Dentro de la gama del nuevo Citroën C5 Aircross destaca el modelo híbrido enchufable, el C5 Aircross Hybrid, con una potencia total combinada de 225 CV y una autonomía eléctrica de 55 km. Está disponible desde 40.370 euros con el nivel de equipamiento Feel Pack.

Los SUV o todocamino tienen una notable participación en el mercado, acaparando un 58% de las ventas. Y dentro de esta categoría de vehículos, el segmento de los compactos (C-SUV) se revela muy competitivo al tener presencia la inmensa mayoría de los fabricantes de automóviles, tanto los generalistas como los especialistas. En este segmento de los C-SUV se inscribe el Citroën C5 Aircross (4,5 m de longitud) que, lanzado al mercado a finales de 2018, ahora se somete a la preceptiva puesta al día. Si hubiera que destacar los tres puntos más importantes sobre los que se asienta, bien pudieran ser su original diseño, el confort de marcha y un habitáculo amplio a la par que versátil.

Desde su debut comercial las ventas a nivel mundial ascienden a un total de 325.000 unidades, de las que 27.300 corresponden a España. Unas buenas cifras teniendo en cuenta las tremendas dificultades que ha atravesado y está atravesando el sector del automóvil, primero con la pandemia, a continuación con la escasez de semiconductores y para remate la guerra en Ucrania. Como dato curioso apuntar que un 48% de la clientela del Citroën C5 Aircross demanda los niveles de equipamiento superiores, en tanto un 40% se decanta por la versión hibrida enchufable. Entre su competencia cabe citarse modelos como el Seat Ateca, el Skoda Karoq, el Kia Sportage, el Hyundai Tucson, el Peugeot 3008, el Ford Kuga, el Opel Grandland o el Renault Austral.

Cambios en carrocería e interior

Esta primera actualización del Citroën C5 Aircross introduce cambios estéticos de mayor calado de lo que viene siendo habitual en estos casos, en los que generalmente se modifican algunos detalles de la carrocería y del habitáculo, sin más. Con un frontal de nuevo diseño inspirado en el de los últimos vehículos lanzados por la marca de los chevrones (Citroën C5 X y C4) con la intención de alinearse con el reciente lenguaje de diseño de Citroën, el C5 Aircross bien pudiera pasar por una nueva generación del modelo cuando en realidad se trata de  una actualización o puesta al día. Su frontal, en contraposición con las formas redondeadas del de su antecesor, ha apostado por las aristas, las superficies planas y en general unas líneas más marcadas. Todos los componentes son de nueva factura, los faros, las luces diurnas, la parrilla y el paragolpes. Preside la parrilla los dos chevrones de la marca de los que parten unas tiras que tienen continuidad en las luces diurnas, cuyo formato recuerda el de una Y o V tumbadas. Curiosamente estas tiras no son luminosas, sin embargo al llevar insertados una serie de puntos cromados propician cierto efecto luminoso.

En la parte trasera las modificaciones se reducen a unas ópticas con relieves en la carcasa y distinta distribución de las funciones. Para la carrocería hay disponibles 6 colores, incluyendo el novedoso Azul Eclipse, a los que se suman los paquetes de color que proponen cambiar el color de los marcos de las entrada de aire frontales así como de los Airbump de las puertas delanteras. La carcasa de los retrovisores va siempre pintada en negro.

Al igual que con el diseño exterior otro tanto ocurre con el interior. Pese a tratarse de una puesta al día también aporta novedades de peso, pues hay sustanciosos y perceptibles cambios tanto en el salpicadero como en la  consola central. Lo primero que llama poderosamente la atención es la nueva pantalla multimedia de mayor tamaño (10 pulgadas), que sustituye a la anterior de 8 pulgadas; ahora ya no va incrustada en el salpicadero sino que sobresale, yendo ligeramente sobreelevada. Ello ha supuesto colocar  las salidas de aire de climatización debajo de la propia pantalla en vez de a los lados de la misma. Por lo que respecta al cuadro de instrumentos sigue siendo digital, a base de una pantalla TFT de 12,3 pulgadas de fácil lectura.

Las modificaciones también afectan a la configuración de la consola central. En los modelos dotados con cambio automático desaparece la convencional palanca selectora en favor de un pequeño mando selector y unos botones. A su derecha se ubica el botón de arranque-parada del motor, mientras detrás se encuentra la tecla de modos de conducción.

Una gama con tres tipos de propulsor    

La nueva gama Citroën C5 Aircross se articula en torno a cinco niveles de equipamiento: Feel, Feel Pack, C Series, Shine y Shine Pack. Desde el nivel de acceso (Feel) el equipamiento de serie incluye elementos como, los faros y las luces diurnas de led, los pilotos traseros de led, el climatizador bizona, el cuadro de instrumentos con pantalla de 12,3 pulgadas, tres asientos traseros independientes,  el freno de estacionamiento eléctrico o las llantas de aleación de 18 pulgadas. Los precios con las promociones ya aplicadas oscilan entre los 27.575 euros (PureTech 130 CV Feel) y los 43.320 euros (Plug-in-Hybrid Shine Pack).

En el apartado de las motorizaciones se oferta una de gasolina, otra diésel y una tercera híbrida enchufable. Los clientes que se decanten por la gasolina (el 32%) tienen a su disposición un motor tricilíndrico de la familia PureTech con 1,2 litros de cilindrada (130 CV), mientras los que se inclinen por la opción diésel (el 28%) se encuentran  con un motor de 4 cilindros en línea con 1,5 litros de cilindrada (130 CV). Ambas llevan asociado un cambio manual de 6 velocidades y la tracción es a las ruedas delanteras,  aunque en opción pueden recibir el cambio automático de convertidor de 8 relaciones.

 

Híbrido enchufable

Corona la gama Citroën C5 Aircross el modelo híbrido enchufable, el C5 Aircross Hybrid. A la venta con las promociones aplicadas desde 40.370 euros (Feel Pack) hasta 43.320 euros (Shine Pack), tiene una autonomía eléctrica de 55 km que le permite alcanzar en modo eléctrico hasta 135 km/h.  Su sistema de propulsión consta de un motor de gasolina de 4 cilindros con 1,6 litros de cilindrada que desarrolla 180 CV, mientras el motor eléctrico suministra 109 CV. Entre ambos propulsores proporcionan una potencia combinada de 225 CV. La batería de iones de litio firma una capacidad de 13,2 kWh. Este modelo electrificado se vende solo con tracción a las ruedas delanteras y un cambio automático de 8 relaciones.

A la hora de ponerse al volante del Citroën C5 Aircross Hybrid su conducción no difiere mucho de la de sus hermanos diésel o gasolina, pero hay que tener en cuenta algunos factores. Así, el conductor dispone de 3 modos de conducción: Electric, Hybrid y Sport. El denominado Electric impulsa el vehículo mediante el motor eléctrico siempre y cuando tenga carga la batería, mientras el Hybrid combina el funcionamiento de ambos propulsores de forma equilibrada. Por último, el modo Sport prima las prestaciones, teniendo en cuenta que por defecto la gestión entre el motor eléctrico y el térmico se realiza automáticamente en función del nivel de carga de la batería y la solicitación de potencia por parte del conductor. El consumo combinado medido en ciclo WLTP es de 1,7 l/100 km.

Se puede modular la retención seleccionando la función Brake, que aporta retención al levantar el pie del acelerador recargando la batería. Esta función permite recuperar energía tanto durante la fase de deceleración como de frenada, permitiendo recargar parcialmente la batería e incrementar la autonomía en modo eléctrico.  Además, desde la pantalla multimedia táctil se puede gestionar la función ë-Save, que posibilita una reserva de energía eléctrica (10 km, 20 km o la batería completa) para utilizarla cuando el conductor lo estime necesario, como por ejemplo, atravesar una zona urbana.

El tiempo de carga en una toma doméstica clásica oscila entre 4 horas (toma de 14 A) y 7 horas (toma estándar de 8 A), ambas con el cargador de serie de 3,7 kW. En un WallBox de 32 A y con cargador opcional de 7,4 kW la recarga de la batería se completa en menos de 2 horas.

Modularidad y notable confort de marcha

El Citroën C5 Aircross incorpora de serie la nueva generación de los asientos Advanced Comfort a base de espuma de alta densidad en el centro del asiento, que no se deforma con el uso, junto con una capa superior adicional de espuma de 15 mm. Su simple apariencia lo dice todo, son como cómodos butacones que invitan a realizar largos viajes con total confort por estructura y  mullido, además de ofrecer un magnífico aspecto visual. Tanto el asiento del conductor como el del acompañante pueden disponer de calefacción y de función masaje. Cabe reseñar la amplitud del habitáculo, que hereda  la típica modularidad de los monovolúmenes. A este respecto la fila trasera de asientos cuenta con tres asientos individuales del mismo tamaño que pueden deslizarse longitudinalmente 15 cm, además de poder reclinar sus respaldos. Se acabó la discriminación para el pasajero que ocupe la plaza central, que ahora viajará con mucha comodidad al disponer de un asiento idéntico al de las plazas laterales, beneficiándose por añadidura de un túnel central poco intrusivo.

Con un volumen total de 580 l (con los asientos desplazados hasta su tope trasero), el maletero se erige en todo un referente dentro de su categoría. En caso de deslizarlos  totalmente hacia delante, el volumen se estira hasta los 720 l. El modelo híbrido enchufable pierde 120 l al adoptar una suspensión trasera de tipo multibrazo frente a la de eje torsional  de sus hermanos con motor de combustión,  por lo que la capacidad de su maletero oscila entre 460 l y 600 l.

Otro de los puntos fuertes del Citroën C5 Aircross es el notable confort de rodadura que brinda, fruto del montaje de una suspensión suave, más bien blanda, que filtra muy bien las distintas irregularidades del pavimento. Porque si hay un fabricante que sabe mucho de lo que es un cómodo rodar es precisamente Citroën, su suspensión hidroneumática es todo un referente en la materia. Pero era una solución cara, por lo que la marca de los chevrones ha introducido en una suspensión convencional (con muelles helicoidales metálicos y amortiguadores) los llamados amortiguadores progresivos hidráulicos, dotados con topes hidráulicos tanto en compresión como en extensión. En la práctica el resultado se percibe de forma placentera.  Es tal la suavidad que en principio podría pasar por una de tipo neumático.  Ahora bien, pide un rodar sosegado. Porque si se incrementa el ritmo de marcha en trazados con curvas pronunciadas los balanceos de la carrocería se hacen evidentes. Sin embargo conviene tener en cuenta que estos acusados balanceos no influyen en la estabilidad del vehículo, que no pierde la compostura, presumiendo siempre de una pisada segura.

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