Mini Cooper SE Countryman All4. Voltios con mucho glamur

La gama Mini Countryman alberga un modelo híbrido enchufable, el Mini Cooper SE Countryman All4, capaz de recorrer eléctricamente 51 km. Su sistema de propulsión, que conjuntamente desarrolla 220 CV, consta de un motor de gasolina (125 CV) y de un electromotor (95 CV) ubicado en la parte trasera, por lo que cuenta con tracción integral. Está disponible por 47.110 euros.

Lujo, distinción y una gran carga de glamur adornan al Mini Cooper SE Countryman All4. Su diseño constituye todo un icono, pues si por tamaño no puede decirse que sea muy “mini” la verdad es que resulta fácilmente reconocible al ser portador del genuino ADN de la marca. Destila puro ADN Mini por los cuatro costados de la carrocería, con detalles genuinamente británicos como las ópticas traseras de led dibujando la bandera del Reino Unido (diseño Union Jack).

Otro tanto puede decirse del interior; a la enorme personalidad que le dota su inconfundible salpicadero se une el empleo de cuero de calidad que hacen del habitáculo un espacio refinado.

Lanzada al mercado en 2017, la segunda generación del Mini Countryman incluyó por primera vez en la gama un interesante modelo híbrido enchufable, el Mini Cooper SE Countryman All4, que se sometió a una actualización en 2020. Aunque los cambios fueron muy sutiles, incorporó nuevos paragolpes, faros de led de serie, nueva parrilla, un cuadro de instrumentos digital de 5 pulgadas, pantalla multimedia de 8,8 pulgadas, nuevas llantas de aleación ligera, nueva gama de equipamientos de cuero así como el acabado Piano Black en negro brillante.

Con una longitud de 4,30 m, este Mini Countryman podría encuadrarse perfectamente en el segmento de los todocamino compactos (C-SUV), sin embargo quizá esté más próximo al segmento B-SUV, en el que oficialmente se inscribe. Aunque actualmente la oferta de vehículos híbridos enchufables sea bastante numerosa, sus rivales directos habría que buscarlos dentro de la oferta de los fabricantes especialistas. Rivales podrían ser modelos como el Volvo XC40 Recharge PHEV o el Mercedes-Benz GLA 250e. El acabado en negro para la carrocería, Piano Black, incluye además una serie de elementos en color negro brillante en vez de cromados, como los marcos de los faros y de las ópticas traseras, la parrilla o las manecillas de las puertas. Este Mini Countryman PHEV se distingue de sus hermanos de gama por pequeños detalles en color amarillo: tapa de la toma de corriente, molduras con el logo “S” e insignia “E” en el portón trasero. Con respecto al precio, cuesta 47.110 euros.

Clásico y vanguardista

El tratamiento dado al interior del Mini Cooper SE Countryman All4 reúne dos conceptos a priori antagonistas, es clásico y a la vez vanguardista. Un aspecto que se pone especialmente de relieve en el diseño del salpicadero. Porque lo cierto es que cualquiera que viaje por primera vez en este Mini  jamás se olvidará de unos rasgos tan característicos, que reconocerá siempre de inmediato.  El cuadro de instrumentos  es una pantalla digital de 5 pulgadas que se mueve con la columna de dirección a la hora de hacer los ajustes correspondientes tanto en altura como en profundidad. El tradicional instrumento central, ese gran reloj que preside el centro del salpicadero acoge en su interior la pantalla táctil de 8,8 pulgadas del sistema multimedia. Permite navegar por los distintos menús a través de la propia pantalla táctil o de las teclas situados detrás de la palanca de cambios.

Muy evocadores resultan los botones cromados tipo cabina de avión que se encuentran tanto en el techo, justo detrás del retrovisor, como debajo de los controles del sistema de climatización. Los del techo sirven para activar las luces de lectura, regular la intensidad de la iluminación o accionar el techo practicable. Los botones situados en la parte inferior de la consola central incluyen el de puesta en marcha y parada del vehículo, el de gestión del sistema híbrido, el de programas de conducción, el del asistente al aparcamiento y el de desconexión del control dinámico de estabilidad.

Sistema de propulsión híbrido

Bajo el capó del Countryman híbrido enchufable se ubica un  motor de gasolina de 3 cilindros en línea con 1,5 litros de cilindrada que desarrolla 125 CV. Lleva acoplada una caja de cambios automática de convertidor de par de 6 velocidades que pasa el movimiento a las ruedas delanteras.  En la parte posterior, bajo los asientos traseros, va instalada una batería de iones de litio de 10 kWh de capacidad. También esta zona del vehículo acoge un motor eléctrico de 95 CV de potencia, encargado de la propulsión del eje posterior. Lleva unos engranajes que permiten el movimiento hacia delante o hacia atrás del tren trasero. La potencia conjunta del propulsor de gasolina y del electromotor asciende a 220 CV.

Esta factoría híbrida funciona en paralelo, es decir, ambos motores pueden funcionar conjuntamente o bien por separado. Todo dependerá  de la carga de la batería, de la presión que se ejerza sobre el acelerador, del programa de conducción seleccionado y de las condiciones de adherencia. No hay conexión mecánica entre el tren delantero y el posterior, mientras el sistema de tracción integral es a tiempo parcial, pues no siempre funcionan a la vez los dos propulsores. Asimismo hay que apuntar que el motor eléctrico se desconecta a partir de 135 km/h, transformándose el vehículo en un tracción delantera movido exclusivamente por el tricilíndrico de gasolina (125 CV).  Un aspecto que tienen que considerar aquéllos a los que la velocidad máxima del Cooper SE Countryman, cifrada en 196 km/h, les pueda parecer baja en relación a su potencia (220 CV), es que acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 s.

 

El hecho de colocar la batería bajo los asientos traseros propicia que estos vayan elevados 3 cm, por lo que sus ocupantes gozan de una mejor visión. Como contrapartida no hay posibilidad de regulación longitudinal para la banqueta. Su anchura no es especialmente generosa resultando recomendable solo para dos pasajeros, puesto que tres viajarían muy apretados. En cambio el espacio para las rodillas es más que aceptable.

Por otro lado tanto la batería como el motor eléctrico roban espacio al maletero, que pasa de 450 l a 405 l. En la misma línea, el tanque de combustible ve reducida su capacidad 15 l con respecto al resto de versiones del Countryman, ofreciendo ahora 36 l. Pequeños inconvenientes, perfectamente asumibles, que no empañan para nada las ventajas del Countryman híbrido, que además se perfila como un modelo muy exclusivo.

Desde  siempre la agilidad ha sido una característica muy ligada a Mini, y en el Countryman PHEV no iba a ser menos, sorprendiendo muy positivamente. No tiene ni el comportamiento ni el tacto de conducción del Mini clásico, es mucho más voluminoso y pesado (pesa en vacío 1.865 kg). Pero aún así impresiona la agilidad que muestra en carretera. Fruto de una brillante puesta a punto del chasis nos encontramos con una suspensión firme, pero confortable. Se muestra muy ágil en los trazados con frecuentes y rápidos cambios de apoyo, que tolera muy bien, y además con balanceos muy contenidos.

Botón e-Drive

Como buen híbrido enchufable juega su baza magistralmente en los trayectos urbanos. Por ello se perfila como una buena opción para quienes realicen muchos kilómetros en ciudad, teniendo en cuenta, además, las ventajas que se derivan de su etiqueta 0 emisiones.  A discreción del conductor hay disponibles tres programas de conducción: Mid, Sport y Green, que modifican la respuesta del motor, dirección, cambio automático y climatizador. El Mid es el modo de funcionamiento normal, el Sport corresponde al deportivo y el Green representa el económico. Aparte de estos programas también se dispone de distintos modos para gestionar el sistema híbrido mediante el botón e-Drive.

En modo Auto e-Drive se gestiona automáticamente el funcionamiento del sistema, encomendándose la propulsión al motor eléctrico hasta 80 km/h. El motor térmico arranca por encima de esta velocidad, ante solicitaciones del acelerador o por encontrarse la batería por debajo del 7% de su capacidad. El coche arranca siempre en este modo. Si se selecciona Max e-Drive se fuerza a consumir la energía eléctrica almacenada para circular en modo eléctrico hasta 135 km/h y recorrer un máximo de 40 km. Si se acelera más se pone en marcha la mecánica de gasolina. Por último, el modo Save Battery conserva la carga de la batería para cuando se considere oportuno hacer uso de la misma, siendo el motor térmico el encargado de mantener la carga al 90%, con el consiguiente gasto de combustible (no resulta muy recomendable).

El Mini Cooper SE Countryman All4 tiene homologados 51 km en modo eléctrico, pero en la práctica esta autonomía se queda en unos 40 km reales. El consumo WLTP combinado es de 1,7 l/100 km, mientras el consumo eléctrico WLTP combinado oscila entre 15,3 y 15,8 kWh/100 km. Una vez agotada la batería, el consumo del motor de gasolina de 125 CV es un poco alto, en torno a los 8 l/100 km. La batería, de 10 kWh, se puede recargar a 3,7 kW en 3,2 horas, mientras  en una toma de 2,3 kW el tiempo sería de 5 horas.

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