El desarrollo de las soft skills se consolida como clave de crecimiento empresarial

Expertos de TUUP explican cómo detectaron el cambio de paradigma en la gestión del talento por parte de las empresas y cómo las personas buscan nuevas vías de hacer crecer su perfil profesional

Tania Grande
Tania Grande

Las soft skills o habilidades blandas se consolidan como el elemento clave del crecimiento empresarial. Las organizaciones y profesionales que las trabajan son los que despuntan. En la última década, el desarrollo de este tipo de competencias ha ido creciendo hasta posicionarse en el actual contexto laboral como las características que otorgan una ventaja competitiva tanto a nivel particular como a nivel de estructura organizativa frente a empresas de la competencia. El futuro del trabajo viene determinado por las habilidades blandas y ello es lo que permite TUUP, la herramienta de talento liderada por Tania Grande que mide 52 habilidades blandas y permite conexiones óptimas entre profesionales y empresas con una misma forma de entender la forma de trabajar y construir equipos.

Qué son las soft skills y en qué se diferencian de las hard skills

Las habilidades blandas hacen referencia a todas aquellas características sociales que permiten a las personas integrarse y aportar en los entornos profesionales. Son las que dan sentido a las hard skills o habilidades duras, es decir, las puramente técnicas de un puesto de trabajo concreto.

Las blandas se han consolidado porque dan sentido y multiplican la eficacia de las técnicas. “Las empresas necesitan personas que se integren en su cultura de empresa, que entiendan sus valores y objetivos, los compartan y ayuden a movilizarla por el camino escogido de manera proactiva”, explica Tania Grande, psicóloga con más de 15 años de experiencia y CEO de TUUP, la herramienta que conecta a las empresas con el talento óptimo para ellas. En esta concepción de empresa, las habilidades blandas marcan la diferencia. “Los conceptos o herramientas técnicas pueden aprenderse, sin embargo, la capacidad de saber interactuar con personas es algo inherente al carácter de cada persona. Puede perfeccionarse, es posible potenciar ciertos aspectos, mejorar ciertas habilidades, sin olvidar que este trabajo siempre irá en línea a la base de la propia persona”, añade Grande. Ejemplo de esta clase de habilidades son la resolución de problemas, la adaptación al cambio, la empatía o las habilidades emocionales.

Por qué se consolidan las habilidades blandas: qué necesitan las empresas

A través de sus más de 15 años como empresaria enfocada al desarrollo del talento y la selección de personal, Tania Grande vio cómo el comportamiento de las empresas, consultoras y los candidatos evolucionaban hacia el comportamiento soft. “Por un lado, comenzamos a ver cómo las estructuras directivas y de recursos humanos se decantaban por aquellos perfiles quizá no tan perfectos técnicamente pero que sí les generaban un aporte humano determinante para la consecución de los objetivos de negocio y el clima organizacional deseados”, detalla. Por otro lado, “nos dimos cuenta que las personas buscaban trabajar y mejorar en entornos empresariales en los que se sintiesen alineados y valorados”, puntualiza.

Fue así como se generó el caldo de cultivo para lanzar TUUP al mercado. Se estaba generando un cambio de paradigma: empresas y personas buscaban estructuras en las que sentirse coordinados y atraídos entre ellos. El nexo era la cultura de empresa y las habilidades blandas, y eso es algo complejo de medir y trabajar si no se dispone de las herramientas correctas.

Ahora, las empresas requieren personas resolutivas capaces de aportar en el equipo y tratar con los distintos públicos con los que se relacionen. Lo que actualmente marca decidirse por uno u otro perfil en un proceso de selección es el aporte de sus soft skills. “Por supuesto debe haber un mínimo de experiencia o de capacidades propias de un puesto, pero lo que hace que una organización apueste por una persona a incorporar en su equipo o promocionarla en una determinada posición de liderazgo, son sin duda todas aquellas habilidades que le lleven a integrarse en su cultura de empresa”, apunta Tania Grande. “Hay incluso organizaciones que el primer filtro selectivo lo establecen en base a esas cualidades blandas que marca la cultura interna de la organización”, afirma.

Por su parte, la amplia mayoría de candidatos y profesionales ya no se conforman con tener un título o estudiar un determinado curso o grado para obtener competencias técnicas, sino que buscan optimizar su perfil a través de la mejora de todas aquellas cualidades que les ayuden a resolver mejor los conflictos, sobreponerse a adversidades, comunicarse mejor con sus compañeros, liderar a sus equipos, negociar soluciones, etcétera. Para ello es fundamental el autoconocimiento del propio perfil, solo si se sabe cuáles son los puntos fuertes y de mejora entonces se podrá trazar un camino de evolución profesional sólido y que dé los frutos que se buscan.

Y es que, tanto desde la óptica de empresa como desde la óptica de candidato, hablar de talento es hablar de relaciones sociales, estrategia, cohesión de equipos, comunicación. Pero ¿cómo encontrar la fórmula que lo mida y aporte las claves para su correcto desarrollo?

Tecnología aplicada a talento y psicología

Este cambio de paradigma dicta que las capacidades blandas y relaciones humanas otorgan potencia en los equipos y, por tanto, en los negocios. Estas capacidades, las soft skills, requieren herramientas que puedan detectarlas, medirlas y orientarlas. La solución pasa por tener un conocimiento de ellas sencillo, fiable y que no conlleve un sobrecoste de tiempo y ello solo es posible mediante el expertise en psicología.

El reto, en una sociedad inmersa en la digitalización, pasa por aplicar tecnología a los razonamientos y tests psicológicos para dotar a las personas y a las empresas de una herramienta que les permita el autoconocimiento, desarrollo y medición de las habilidades blandas. Lograr parametrizar de forma tecnológica el trabajo psicológico de selección de personal, evaluaciones de desempeño y trazabilidad de planes de carrera es lo que ha logrado Tania Grande con su herramienta TUUP.

TUUP: una solución adaptada a las necesidades del mercado laboral

TUUP es la herramienta que logra conectar los valores de empresas y profesionales. Genera un match idóneo entre las inquietudes, ilusiones y objetivos de ambas partes. A través de la medición de 52 soft skills, se ha posicionado como la herramienta que permite a los profesionales del sector de los recursos humanos llevar procesos de selección con un ahorro de tiempo del 40% respecto a los procesos tradicionales. Además, permite tener un conocimiento medible del estado de desarrollo de estas habilidades blandas, poseer la fotografía técnica completa de los candidatos y trazar todo el proceso en una misma plataforma.

De cara a los profesionales, TUUP se ha perfilado como una herramienta de trabajo tan sencilla como estratégica: las personas son capaces de evolucionar su perfil mediante sus habilidades blandas. La plataforma tiene diferentes tests enfocados tanto a medir habilidades blandas transversales como habilidades blandas concretas enfocadas a determinados puestos de trabajo y directivos. Al completarlos, además de proporcionar un mapa completo del estado de esas habilidades blandas les sugiere una serie de mentorías, cursos y herramientas para potenciar las que al profesional más le interesen.

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