Internet, el camino alternativo tras el endurecimiento de los créditos al consumo

Internet lanza un salvavidas a los consumidores tras el endurecimiento de los créditos

Créditos al consumo
Créditos al consumo

Ya lo advertían en septiembre de 2019. La financiación a través de créditos al consumo estaba alcanzando unos límites bastante peligrosos. De hecho, las señales apuntaban cada vez más a un peligroso aumento de la morosidad que pondría en peligro la estabilidad económica de bancos y financieras. Una situación que se ha ido reforzando en los últimos años, pero que en 2019 ha terminado por hacer que las firmas del sector hayan decidido tirar el ancla y frenar en seco antes que la situación vaya a mayores.

Situación doblemente peligrosa ahora que hay expertos de todas partes del mundo señalando los peligros que hay de una posible crisis económica global. Los factores se están poniendo de manifiesto, haciendo que los indicadores hagan saltar cada vez más alarmas. Las guerras comerciales entre países extranjeros, un virus que no deja de extenderse y que ha detenido la fábrica del mundo... Los indicios están ahí, apuntando cada vez más a una crisis en 2020.

Toda esta situación ha hecho que, desde ya, los bancos españoles hayan decidido que es el momento de elevar sus exigencias de cara a los consumidores. ¿Quieres pedir un crédito al consumo? Pues debes saber que, desde el presente 2020, las condiciones van a ser más duras que antes. La ralentización económica entre el público apunta a un aumento de la morosidad que no pueden aceptar en los bancos, y por eso han tomado medidas desde ya para evitar una catástrofe como la que tuvo lugar allá por 2007.

¿Y cuál es la respuesta del público ante este cambio? Apoyarse en las soluciones más fáciles y accesibles. Los consumidores, al ver que es más difícil obtener un crédito por las vías tradicionales, se han lanzado a la red de redes en busca de las soluciones online. Lo que han encontrado ha sido un panorama mucho más flexible, rápido y cómodo, pero también uno en el que no es oro todo lo que reluce. Porque sí, pedir un préstamo a una financiera por internet es sencillo y rápido, pero también exige andarse con mucho ojo para no tener problemas a la hora de afrontar los pagos.

Internet lanza un salvavidas a los consumidores tras el endurecimiento de los créditos

La premisa para los consumidores en la red es sencilla. Solo tienen que conectarse a través de su teléfono o su PC, acudir a una financiera y, automáticamente, comenzar a introducir datos para tener el dinero que deseen. Es un escenario que invita a la comodidad y a la inmediatez, ya que hay productos financieros que son capaces de hacer el ingreso al momento, véase el caso de los créditos urgentes. Sin embargo, volvemos al punto antes señalado, no son productos perfectos.

De hecho, la situación actual está haciendo a los usuarios lanzarse de lleno a este terreno digital informándose adecuadamente. Un préstamo por internet puede partir de un mínimo de 50 euros a un máximo de más de 10.000 si se acude a la financiera adecuada. De hecho, es algo que se puede ver fácilmente si se acude a una plataforma comparadora como la de 24Préstamo.es. Este tipo de portales están en el panorama digital para intentar hacer la vida más fáciles a las personas que optan por estas vías online.

A través de esto, el consumidor se topa con entidades que le garantizan el ingreso del dinero al momento, sin ni siquiera tener que presentar documentación alguna, demostrar liquidez ni nada por el estilo. Entran en la web, rellenan el formulario y, si la respuesta es afirmativa, en cuestión de segundos ven un ingreso en su cuenta bancaria con el importe indicado. Es así de fácil, rápido y sencillo. No obstante, tiene algunas pequeñas particularidades.

La letra pequeña de los préstamos online

Cada vez son más personas las que lo descubren por las malas, sobre todo tras esta migración de consumidores de los bancos a las financieras online. El aumento de las exigencias de las entidades bancarias ha hecho que más y más personas comiencen a descubrir lo que sucede al pedir un préstamo por internet sin observar la letra pequeña. Y es que, en ocasiones, ese préstamo de 1.000 euros recibidos al momento se traduce en pagar hasta 2.000 euros por culpa de unos intereses altísimos.

Sí, es cierto que algunas entidades ofrece intereses a tipo 0 como parte de promociones, incluso que las hay que dan una gran flexibilidad a la hora de afrontar los pagos, como sucede con las que dan créditos con ASNEF; pero eso no quita que haya que andarse con ojo. Controlar el porcentaje de interés, las posibles comisiones o incluso los plazos de devolución es algo a lo que se está comenzando a acostumbrar el público que está dando el salto a lo digital.

 

Y es que estas, sumadas a otras tantas, son las particularidades principales de los préstamos por internet. Hace falta ir con cuidado y detenimiento para moverse con seguridad y pedir los créditos de forma adecuada.

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