El éxito de las empresas "low cost"

Ser diferentes. Ese es el objetivo de muchas empresas que pretenden hacerse un hueco en el mercado laboral. Actualmente, el modelo de negocio denominado "low cost" (bajo coste) está logrando esa diferenciación. De ahí su éxito innegable y su consolidación en numerosos sectores empresariales. Una tendencia marcada por los bajos precios de los productos comerciados. Aerolíneas, supermercados, compañías de móviles (ver opinión de Lowi, como ejemplo) o peluquerías son varios de los negocios que han apostado por renovar el concepto empresarial. El objetivo: mantener y aumentar su clientela. 


El éxito de las empresas "low cost".
El éxito de las empresas "low cost".

Si miramos hacia atrás, hay que destacar principalmente el sector de las compañías aéreas por ser el pionero en sumergirse en este fenómeno empresarial. A partir de éste, su extensión fue a nivel mundial. Sobre todo, en Europa. Precisamente, por ello, el "low cost" ha sido adoptado por sectores muy dispares. Easycar o Goldcar (empresas de alquiler de coches); Vueling, Ryanair o Easyjet (compañías aéreas); Sidorme, Ibis Budget (hoteles); Primark o H&M (establecimientos de moda); Conforama o IKEA (tiendas de decoración); Booking, Rumbo o Trivago (agencias de viajes). Estos son algunos de los ejemplos de empresas "low cost" que podemos encontrar actualmente. 

Groso modo, se definen como un modelo de negocio sencillo y que opera bajo las siguientes directrices: mantener el coste del producto a niveles bajos, en la medida de los posible, ofrecer unos precios bajos y, a la vez, altamente competitivos y suprimir cualquier servicio irrelevante. Sin embargo, el auge de este tipo de empresas no debe únicamente estar constituido bajo dichos pilares, ya que, además, hay que valorar una serie de factores que son claves para ello. 

Primero, resulta esencial conocer a las mil maravillas el entorno empresarial para saber actual en él. En este sentido, estar al tanto de cómo es el negocio, los puntos fuertes del mismo y cuál es su competencia es vital para poder realizar una inversión en aquellas cosas que se antojen más necesarias sin malgastar recursos. Al mismo tiempo, hay que tener claro el nicho de mercado en el que nos hemos insertado. Es decir, conocer bien a nuestros clientes y sus necesidades. El propósito no es otro que tratar de garantizar o cumplir con lo exigido o demandado. 

Por otro lado, no hay que olvidar considerar uno de los preceptos primordiales: aquellos servicios que sean irrelevantes, también denominados "no frills". Siguiendo esta pauta, las empresas "low cost" tendrá que conocer qué es para el cliente un servicio relevante o irrelevante (se potenciarán los primeros) y trabajar desde ese punto para alcanzar el éxito. 

Para finalizar, la innovación y la comunicación saltan a la palestra. Ambas son también factores fundamentales. La primera implica una mayor eficiencia en lo equivalente a la fabricación y elaboración de productos, y, como consecuencia, una reducción de los costes. La segunda se centra en explicar al cliente la finalidad de nuestro producto dentro un amplio mercado. 

En resumen, podría afirmarse el crecimiento constante de este sector principalmente por una sencilla razón: su distinción empresarial. Ésta se aprecia fácilmente a la hora de ofrecer más prestaciones que las empresas tradicionales. Un claro ejemplo es la compañía de móvil Lowi, que permite acumular megas para el próximo mes  


 

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