Qué ropa llevar a la montaña en primavera y verano: elementos imprescindibles

Con la llegada del buen tiempo, empieza la etapa de salidas a la montaña, ya que las nevadas y las temperaturas demasiado bajas han quedado atrás al fin.

Durante esta época, la ropa que hay que llevar para salir a hacer una ruta es muy distinta a la del invierno y podemos adquirirla en una tienda de ropa de montaña, en donde tendrán los mejores tipos de tejidos para practicar este deporte.

Una camiseta de manga corta que sea de un tejido técnico

En la parte de arriba, al menos durante el día, nos podemos conformar con una camiseta de manga corta de una tela específica para hacer deporte. Esto significa que debe transpirar muy bien y que se tiene que secar enseguida si se moja con el sudor.

Hay que evitar las camisetas de tejidos naturales como el algodón, ya que se empapan y no se secan, por lo que pasaremos la jornada mojados y eso es algo que no nos interesa lo más mínimo.

Camiseta de manga larga

Tampoco nos estorbará una camiseta de manga larga, que nos vendrá muy bien si salimos pronto o volvemos tarde, y a la que daremos mucho uso en primavera. Cuando la compremos hay que probar si nos suben bien las mangas, ya que de esa forma la vamos a poder emplear como prenda única aunque haga calor.

Si salimos en uno de esos días en los que el tiempo no sabe bien qué hacer, agradeceremos llevarla, puesto que nos evitará pasar frío.

Un forro polar ligero

Sobre todo a inicios de la primavera y en verano, si vamos a volver tarde, o pensamos ascender por encima de los 1000 metros, conviene que llevemos un forro polar ligero o incluso uno normal.

El tiempo puede cambiar de manera rápida si estamos a mucha altitud y nunca sabemos lo que sucederá en la montaña, por lo que un buen forro polar no nos va a estorbar en el fondo de la mochila.

Chubasquero

No sabemos si va a ponerse a llover en cualquier momento. En primavera, es más probable que esto suceda y como las temperaturas aún no son altas, no nos gustará pasar una buena parte de la jornada empapados.

A lo largo del verano también puede haber tormentas, de modo que con un chubasquero vamos a tener bien protegida la parte superior del cuerpo. Si nos preocupa el espacio, existen unos ligeros que caben en cualquier bolsillo, como el de la mochila o hasta en el del pantalón.

Pantalón corto

Con el calor, agradecemos ir con poca ropa y dejar que el cuerpo transpire, de modo que el pantalón corto de montaña es el rey durante esta época del año. Al igual que ocurre con la camiseta, conviene que sea de un tejido transpirable y de fácil secado, pues así siempre estará seco, permitiéndonos incluso meternos en un pequeño curso de agua y refrescarnos.

Hay muchos modelos en el mercado y los más útiles son aquellos que tienen bolsillos en los que poder meter el móvil, una brújula, una pequeña navaja y todo lo que debamos tener más a mano.

Existe una variante de este tipo de pantalones que se conocen como “desmontables”. Llevan unas cremalleras de forma que los podemos hacer cortos o largos según lo necesitemos, guardando la parte de la pernera que hemos sacado en la mochila y usándola de nuevo cuando queramos.  

Pantalón largo

El pantalón de trekking para hombre es otra de las opciones que hay destinada a la parte de abajo y es igual de válido que el anterior, especialmente cuando ya hay pantalones de verano que evacúan muy bien el sudor y el calor.

Podemos nombrar varias razones para escoger los largos sobre los cortos, como la estética, el llevar las piernas protegidas del sol y de las plantas, evitar los picotazos de los insectos, etc. Conviene que tenga algunos bolsillos extra y nos vendrá muy bien cuando comienza la primavera o si subimos a una buena altitud, pues nos va a proteger las piernas del frío.

Ropa interior para montaña

Se habla mucho de camisetas, pantalones, etc., pero cuando vamos a la montaña, la ropa interior (tanto para hombre como para mujer) tiene una importancia fundamental, ya que si no es la adecuada puede arruinarnos el día.

Siempre hay que optar por tejidos artificiales que sequen pronto y no huelan. Además, viene muy bien que sean elásticos, puesto que así se ajustan al cuerpo como una segunda piel y no notamos la prenda. Dentro de las características imprescindibles, hay que buscar que tengan las costuras planas, lo cual impedirá que nos provoquen rozaduras, que se convierten en un calvario y pueden llegar a provocarnos heridas graves.

Calcetines de un tejido hecho para el calor 

Otra parte de la vestimenta para ir a la montaña en verano a la que no se da la importancia que merece son los calcetines. Durante esta época, en la que hace más calor, los pies sufren por el sudor y se pueden llegar a agrietar, e incluso podemos ver cómo nos salen ampollas.

Aquí, lo mejor es optar por unos calcetines que transpiren bien y que no tengan costuras, pues no queremos experimentar lo que es tener que caminar con una o varias rozaduras en los pies, que al final terminarán haciendo una herida. Dado el peso que tienen y lo poco que ocupan, no es una mala idea llevar dos pares o incluso tres si la ruta va a ser larga, lo que nos permitirá ponernos unos secos cada pocas horas, algo que agradecerán nuestros pies.

Tienen que ser de la talla adecuada, y ojo si tenemos los pies grandes, pues así es como son más efectivos y no tendrán esas arrugas que son muy molestas.

Cuando comienza el buen tiempo, las salidas a la montaña son más numerosas, y para no tener problemas necesitamos una ropa específica adaptada a esta época del año. Debe ser ligera y transpirable, sin olvidar que nos hará falta una capa de abrigo por lo que pudiera pasar.