Buenas noticias

Han sido las recientes y relevantes noticias en estos últimos días que han orientado el contenido del presente artículo.

La primera y creo más extraordinaria, las celebraciones de bienvenida de etarras excarcelados que, dadas las fechas por venir impregnadas del espíritu de paz de la Navidad propician que familiares y amigos de su entorno puedan defecar sobre los cadáveres de cuantos mártires inocentes, sean militares, policías, niños, políticos y militantes y-o simpatizantes de partidos políticos, asesinos que en boca del inefable ex sacerdote Arzalluz eran dicharacheros chicos de la gasolina que a partir de ahora podrán ser homenajeados "en la intimidad de su entorno familiar y de sus allegados".

Al fin "podemos" conocer el alma de estos matarifes que tanto trabajo y tiempo nos ha costado descubrir de cuya labor, también en boca del no suficientemente ponderado Pablo Iglesias decía (es literal): «ETA tiene "explicaciones" políticas y comprenderlas se hace necesario para superar los problemas políticos y poder avanzar hacia soluciones democráticas».

Obsérvese el cuidado de Iglesias para evitar que gente como es mi caso poco ilustrada confundiera "explicación por justificación", cuestión no menor ya que leído el párrafo completo pudiera llevar a la conclusión, naturalmente equivocada, que fué gracias a sus oficios como vicepresidente y correveidile del presidente del Gobierno que Bildu y un grupo catalán "por muy poco declarado no golpista" fueran incluidos como "socios preferentes para la gobernabilidad de España".

Otra noticia, en mi opinión aparentemente menos importante por la menor relevancia de su protagonista Dña. Yolanda Díaz es y así lo afirma ella, que avisó al Gabinete de las consecuencias del Covid antes del 8-M. Tan tremenda "confesión" lleva directamente a la "auto inculpación" de todo el gabinete ministerial, lo que hace me pregunte la razón no está investigada junto a todos sus colegas de aquel Consejo de ministros que "colegiadamente" fomentó y toleró aquellas manifestaciones de la muerte con las que se inauguró la tragedia.

También se atribuye Dña. Yolanda los magníficos resultados "dice ella" de empleo en España, de lo que se deduce que de haber logrado la derogación de la Ley de Empleo de su antecesora la Sra. Báñez como también ?pretendía?, estaríamos trabajando hasta los jubilados.

Otra y muy mala noticia es el intento de derogación de hasta hoy conocida como Ley Mordaza para ser sustituida por la "Nueva Ley de Seguridad Ciudadana”, cuestión que ha dado origen a la primera manifestación multitudinaria en esta democracia de la "totalidad de cuerpos de seguridad del Estado", gravísimo asunto que pretende el vacío de una cuestión esencial y aceptada en toda democracia que la violencia es y fue siempre monopolio del Estado y que por ello, pretender restar la autoridad y autonomía a quienes por mandato institucional lo pueden y deben ejercer da en pensar si dicho vacío tiene como finalidad su traspaso a entes posiblemente revolucionarios.

Es mi opinión que acciones políticos que comenzaron con Zapatero están teniendo continuidad y ya práctica culminación con Sánchez con acciones concretas absolutamente inimaginables cuya relación pormenorizada se escapa de los límites de este modesto artículo, siendo no obstante incontrovertible hay un antes y un después con líneas hasta ahora consideradas tan siquiera traspasables por llegar a la anti natura, como es la infamante consideración de "socio preferente" a Bildu, representación política de los asesinos etarras.

Tal era la ignominia, que ello requería al frente del Gobierno un sujeto de naturaleza inmoral, ayuno por completo de lo que en términos normales entendemos por valores, un impostado sátrapa, indigente defraudador social refractario a toda verdad que nos ha llevado a la aceptación, "por saturación" de la mentira y que en tiempos venideros será con seguridad objeto de estudio como prototipo afectado de lo que se conoce como "tríada oscura", referida esta a los rasgos de una personalidad con presencia de narcisismo, maquiavelismo y psicopatía que, en diferentes grados implican un carácter malicioso y comportamiento de autopromoción, frialdad emocional, falsedad y agresividad.

No será el primero ni el último como alguno que, para desdicha de sus gobernados hizo astillas una “Ciudad Estado” en el éxtasis de su megalomanía que trae al recuerdo hechos más recientes con consecuencias derivadas para subordinados del régimen nazi que alegaron "obediencia debida" por los desmanes de sus jefes.

Desconozco como terminará todo esto, pero me temo que muy mal en tanto se trata de una nación que fue muy grande en el pasado, pero cuya segunda y ejecutiva magistratura está ocupada por un sujeto que deja su destino en las manos de grupos e individuos con el fin, que no ocultan" de su disolución.