Modesta aportación a tanto desatino

Elecciones.

Es mi opinión de neófito, como creo es la de muchos, en la cosa política que la misma no es cosa sencilla y que como advertía a mis hijas en su juventud en referencia a sus vicisitudes, debemos huir de cuánto por parecer fácil y de inmediata solución lleva a confundir la lógica con una verdad coincidente con nuestros deseos.

Así, el análisis de este aficionado sobre el resultado de las elecciones en la comunidad de Castilla y León me lleva a concluir, naturalmente con permiso de tantos y tantos expertos, excluyendo a quienes respeto por hacer preceder la bilis que excretan con su firma, no así a otros especímenes que escondidos en el cobarde y repulsivo anonimato se dedican vía WhatsApp y otros medios a insultar a dirigentes a los que ni siquiera conocen, echando sobre ellos excrementos que todo indica algunos comen. Ello en su intento de dirigir como si indigentes mentales fuéramos la línea de nuestro pensamiento y recordándonos con vehemencia digna de mejor causa la derrota del PP por sus escasos "31" escaños y la apabullante victoria de VOX con "13" (numero capicúa y aclarando, de paso, no soy afiliado ni siquiera simpatizante de ningún partido).

En este sentido, creo igualmente que el PP y quien lo preside no debe dejarse influenciar por exigencias de "triunfadores y triunfadoras" que me llevan a recordar a D. Juan de Austria, personaje histórico a quién la gente común atribuye toda la gloria como ganador en Lepanto, ello con el ninguneo que supone de grandes y experimentados marinos y/o militares como fueron Álvaro de Bazán, Alejandro Farnesio, Andrea Doria y otros cuya aportación fue clave al ellos quienes en verdad dirigieron la batalla.

Tengo amigos que apelan a las descalificaciones proferidas contra el Sr. Abascal en la imposible moción de censura que como perfectamente él mejor que nadie sabe era una trampa para el PP para su merecido y legítimo encumbramiento, aclarando de paso debiera recordar que los insultos y mutuos agravios tuvieron su origen en un calificativo que se convirtió en eslogan contra el PP, árbol de cuyo troco debieran haber recordado fueron ramas que “no solo políticamente les cobijó” y al que candorosamente y afecto filial calificaron posteriormente de  “derechita cobarde”.

Ciertamente contemplo posibilidades en términos políticos del PP pactando con sorianos, abulenses, leoneses  y Cs, lo que le llevaría a 39 escaños,  obligando a  VOX a explicar y a correr con el peso de una abstención o, incluso, apoyo al PSOE y UP, técnica que se conoce por situar y jugar a la contra con el balón en el campo del contrario.

Naturalmente, soy partidario de la unión de ambas formaciones “absolutamente democráticas” sin género de dudas que, dejando para mejor ocasión objetivos a priori aparentemente y mutuamente inaceptables, dedicaran el vigor y rigor necesario que requiere en primerísimo lugar poner en la calle al sátrapa de La Moncloa procediendo de inmediato a resolver los problemas reales en que nos ha sumergido al punto del ahogamiento, sean los precios de los combustibles, alimentos y otros causantes de una inflación galopante, de una sanidad ambulatoria penosa que no llega al usuario, una natalidad suicida que conlleva la desaparición de nuestra cultura y sostén social, instituciones que solo sirven para justificar sueldos y gabelas de una clase política parásita, etc.

Añado también como opinión el grave error del Sr. Abascal en la noche del recuento imponiendo como punto de partida a un jovencísimo y ciertamente apuesto graduado en Derecho como vicepresidente de la Junta de Castilla-León, cuando entiendo hay asuntos realmente importantes que se tendrían que abordar. Espero de la experiencia que antes o después y más tratándose de personas, como sin duda algunas son en este caso “normales y honestas” en las direcciones nacionales de estos partidos, les dará el ejercicio del poder que concluya para bien de España y de los españoles.