De la política y los medios

Manifestaba Pasolini su desprecio por trepadores que pisan la dignidad de "otros" para llegar al destino ambicionado. Añado que siendo posible, incluso fácil hacerlo a personas dignas, no lo es tanto hacerlo a su dignidad y honor. Igualmente tengo la certeza que del orgullo, tronco del que destaca lo peor de nuestra condición, brotan las ramas de la ambición y la envidia, ambas comórbidas con la "traición", compañera habitual de la actividad política cualesquiera sean sus formas y medios empleados.

Y sí, hablo de quienes promocionados a distintas plataformas de poder son monumentos a la ingratitud, subespecie de odiadores que con saña, hunden sus dagas en quienes les auparon. La cosecha personal recogida me confirma es el hombre el animal que mejor cultiva el rencor a quienes más tiene que agradecer.

Es noticia relevante el salto del Sr. Núñez Feijóo a la política nacional, personaje de currículum circunscrito, casi en exclusiva, a la política regional y del que tengo asociada en la retina la imagen de "gibarizacion" de los carteles del PP">PP en las últimas elecciones gallegas, hoy aclamado por quienes eran colaboradores incondicionales del Sr. Casado hasta el día quedó abierta la veda de su defenestración y ahora dedicados con igual ímpetu en ayudarle a bien morir, aunque tengo no obstante la sensación íntima que el Sr. Núñez Feijóo no estuvo implicado en la caza, quedando por tanto exento del juramento de inocencia como le exigió El Cid a su Rey en Santa Gadea.

Es mi opinión que ha sido un montaje, una comedia bufa de "espionaje barato" con la colaboración impagable (un decir) de conocidos medios de sesgo conservador, lacayos cuyo rigor teatral extremo y crueldad les envilece como actualizados torquemadas por el interés y esfuerzo de los medios que dicen dirigir para, de manera sistemática, destruir la imagen del Sr. Casado.

El empleo del lenguaje y términos empleados han sido indignos de quienes se tienen por periodistas, ello con la utilización y sustitución torticera del término "ESPIAR" (acción ilegal) por el legal de "INVESTIGAR" que evidencia su catadura moral y a los que preguntaría, empleando sus mismos argumentos, si los periódicos que dicen dirigir hacen su trabajo "espiando o investigando".

Todo esto ha transcurrido en la aparente lógica de desvío de nuestra atención por parte de charlatanes avezados en la manipulación, que no profesionales con conocimientos producto de la investigación de hechos y dedicada por tanto a la información objetiva, veraz y contrastada para servicio de los ciudadanos en un montaje al que con seguridad habrá sido ajeno un PSOE",PSOE que siempre se distinguió por la claridad de sus propósitos (entiéndase la ironía) hoy dirigido por el Dr. Sánchez, marcador genuino e inequívoco del pestilente cáncer de la mentira y la impostura.

Mi “opinión” es que la ejecutiva presidida por Casado tenía verdadero pavor a un "hipotético" escándalo de corrupción por tráfico de influencias, en este caso en el entorno familiar de la Sra. Ayuso, banderín de enganche e icono del PP",PP y a quien se informó del problema, mujer que juntamente con la Sra. Álvarez de Toledo fue ”promovida e impuesta” por el Sr. Casado en un intento de hacer remontar a un PP",PP de su época más oscura. Afirmo nunca pertenecí a partido alguno y que no creo en liderazgos personales, pero que entiendo que el Sr. Casado debió serle muy molesto a una "nomenclatura" que desde el minuto "0" le segó la yerba bajo los pies al punto, absolutamente miserable, de culparle del resultado de las elecciones generales de mayo de 2019 al cabo de 10 meses de gestión de un partido moribundo que, como los hechos demuestran, intentó pilotar sin el apoyo de ciertos virreyes regionales y otros más cercanos

Fue la reacción, en mi opinión infantil por desaforada, visceral y sobre todo irresponsable políticamente de la Sra. Ayuso, mujer de indudable carisma e hilos hábilmente dirigidos en la campaña madrileña contra el Dr. Sánchez, diana más representativa e identificable en España del prototipo de la mentira y la impostura, pero cuyo ascenso a un papel que le hizo sentirse protagonista de la política nacional que no le correspondía, ello desde su plataforma regional y ciertos tintes populistas que confirman su inclinación "porque así se lo hemos hecho creer" de entender los éxitos como propios, pero que cuando se le cuestionan asuntos que le podrían afectar y molestar personalmente se siente atacada y espiada, lo que ha dado lugar, también en mi opinión, de haber sido manipulada para realizar un acto tremendamente irresponsable, “pero de gran valor para los intereses de la concurrencia” capaz de destrozar al partido que le aupó.