En la senda del éxito

Éxito.

Llevo semanas pensando si en verdad merece la pena intentar plasmar con palabras una situación que desde mi punto de vista hace mella en unos ciudadanos sometidos a la mentira permanente por un Gobierno de ministros posiblemente con buenas intenciones, pero que anteponen ideología a gestión, como a modo de ejemplo intentar cargarse la Ley que hizo posible la creación de un empleo del que presumen, liderados por un plagiador incapaz de contabilizar o peor aún, de ocultar la cifra de muertos por “COVID-19", tragedia que además utilizó para acallar el Parlamento durante meses y que actualmente niega la mayor afirmando que España está en la senda del éxito.

Es demoledor ser conscientes del teatro en que ha devenido la política al estar representada por individuos que nada aportan salvo la mejora de las condiciones en que ahora viven, personajes en casos muy conocidos de "patatera" formación que esconden sus complejos rebuscando y utilizando palabras cuyo significado desconocen y acompañan de un lenguaje corporal con ademanes propios de macarras o de rufianes de casa de lenocinio, hecho vomitivo en el mismo estrado del Parlamento, representación de la soberanía de una ciudadanía que zahieren y que debiera pagarles con tanto asco como desprecio junto a otros que en muchos casos practicaban una profesión de enorme éxito que llaman "ACTIVISMO", piedra filosofal para su mantenimiento en tanto eran nombrados ministros u ocupaban puestos pagados con impuestos.

Todo esto me lleva a un tremendo sentimiento de frustración al entender pude haberme equivocado al inducir en mi hijas amor por el trabajo o el estudio como vía que les permitiera integrarse en una sociedad a la deben ser útiles, por el respeto y amor "de y entre nosotros los padres" como ejemplo al entender repercutiría en sus vidas para bien y poder crear una familia con hijos de los que su vez serían espejo que reflejara sacrificio y generosidad.

Pero no, al estar en manos de gentecilla en general imbuida de un ateísmo militante y al margen del pensamiento trascendente, de individuos que en su fatuidad se creen eternos por no entender que el éxito es flor de un día, más siendo la memoria de quienes hoy les y las ensalzan y manipulan de muy corto plazo al hacerlo por intereses inmediatos y con el único fin de obtener réditos en su afán enfermizo de triturar al enemigo político.

Debo aclarar que mi decepción viene también por personas de credos políticos varios, hombres y mujeres que se erigen en referentes de unos ciudadanos que en algún momento "les o las eligió" por necesidad como tales referentes y triunfos que se atribuyen posiblemente sin malicia así mismos/as, forma de caudillismo al no ser conscientes han sido herramienta en manos de gente poderosa e incluso inteligente que, desde la trastienda, les ha o las ha utilizado y manipulado haciéndoles creer son especie contemporánea de Juana de Arco, lo que aconsejaría leyeran la fórmula de juramento de los Reyes de Aragón, "Nos, que somos y valemos tanto como vos, pero que juntos valemos más que vos" recordando que "todos y todas" son más importantes que ellos y ellas individualmente.

En este teatrillo donde son otros quienes escriben el guion, vemos actores y actrices como por ejemplo mujeres que todo indica padecieron en algunos momentos situaciones de enorme desdicha, lo que posiblemente pudieron llevarlas a padecer trastornos obsesivos compulsivos conocidos por "TOC"  induciendo en otras mujeres una especial psicosis de rechazo y miedo que mejor llamaría "de terror al hombre" como subespecie predadora, malvada y en casos asesina que a corto plazo el hombre les devolverá en forma de desconfianza y distanciamiento.

El final de todo esto, sirva como ejemplo la realizada con un conjunto creciente de letras cuyo orden no recuerdo para la clasificación de grupos minoritarios de especial sexualidad que hoy casi nadie cuestiona, letras del abecedario que pronto serán insuficientes y obligará a una clasificación alfanumérica, situaciones kafkianas que las mujeres serán las primeras en lamentar y quienes en mayor grado padecerán sus consecuencias.