Señuelos del poder

Comienzo haciendo autocrítica de mi proceder erróneo durante años al criticar a personajes concretos y muy conocidos de la fauna política cargando sobre ellos la total responsabilidad de cuanto "está sucediendo" y como si la masa ciudadana que "teóricamente" los elige estuviera al margen de responsabilidad alguna.  

Reconozco la habilidad de la casta que gestiona nuestro devenir, por lo que haciendo un uso en sentido inverso a la intención de Eliyahu M. Goldratt cuando dice: "¿Y qué es peor que una crítica? - La crítica constructiva. La gente nunca te lo perdonará"  me lleva a admitir que la crítica acerba a estos sujetos haya resultado contraproducente al fin pretendido.

Resulta muy complicado e imposible de describir por su volumen una relación de hechos execrables por el repudio que provocan con diferente relevancia en cada persona considerada "normal", no obstante ser común en ellas la percepción de los mismos cuan gigantescos monumentos a la infamia.  

Es por ello que renuncio a un resumen por la cantidad ingente de "hechos inicuos" que confirman la miseria moral de quienes los promueven y, o avalan, sean miembros del Gobierno o de bandas o grupos blanqueados con la denominación de "partidos políticos", lo que realizo sin mención expresa de nombres que están inmersos en las mentes de mucha gente de bien.  

No obstante esta limitación, expongo "negro sobre blanco" alguno de los hechos o actos más recientes y representativos en los que sobresale el empleo y proliferación de "La mentira, la ambición sin límites en grado patológico, todo ello conjuntamente a la impostura” al más alto nivel político y gubernamental, causa de la escalada de unos hechos "imposibles por increíbles" asimilados, todo indica sin problemas por unos ciudadanos que debieran estar ingresados en cuidados paliativos dado el estado terminal de su dignidad.  

Y sí, hablo de gentes miserable que inoculan en las mentes "previamente devastadas" de unos ciudadanos blandengues con la colaboración inestimable e imprescindible de unos medios difusores de la opinión de quienes les pagan y sostienen con publicidad institucional u otro tipo de prebendas con cargo naturalmente a nuestros impuestos. Y digo "blandengues" por "aceptar un totalitarismo también en apariencia blandengue" como forma de una gobernanza vértice de "tanto suceso".

Y sí, estamos padeciendo un gobierno anclado a lo que se ha venido en llamar "Agenda 2030" según la cual "seremos felices sin tener nada" que confirma la "tristeza" de quienes teniéndolo todo, sacrifican su propia felicidad en aras de hacernos felices a los demás.

Seres que para tan seráfico fin cuentan con gobiernos conformados por ministros y primeros ministros, sátrapas que entre otras lindezas intentan penetrar en las alcobas e intervenir en nuestras relaciones íntimas con desconocimiento cómplice de las diferencias entre machos y hembras inherentes a todas las especies animales, cuestión entiendo hace necesaria la creación de un manual un tanto florentino de incitación al sexo, que no pueda ser interpretado como ofensa o abuso en grado de tentativa.

Y sí, me refiero por su enorme actualidad a un Ministerio de Igualdad cuyas decisiones, "amparadas y avaladas de manera colegiada por el Consejo de Ministros" le ha situado en el centro político mediático por la tan cuestionada Ley “solo sí es sí” que tanta controversia jurídica ha producido y cuyo titular, mujer con proceder en ocasiones de infantil soberbia y posiblemente impulsada por un juvenil ardor, se ha situado en la diana política a la que dispara, con lánguidas expresiones de protesta una oposición convencida que el en caso contrario hubiera actuado con igual mesura, más algunos compadres y comadres de la coalición a que pertenece y el "apoyo" de alguna y muy señalada compañera de gabinete. 

Insisto y aludo por tanto sin ánimo alguno de descalificación personal a un Ministerio impulsor de perversión biológica por antinatural por su intento de mostrar, “por pura y dura ideología política", a los humanos de "sexo macho" cuan predadores violentos en contra la otra subespecie de "sexo hembra", sembrando paralelamente en las mismas una innecesaria agresividad contra los machos. Ministerio "igualmente" impulsor de una "ley del aborto" extensible a chiquillas a partir de 16 años que espero termine muy pronto en el albañal de la indecencia moral cuando una vez por todas se pronuncie el Tribunal Constitucional a impulsos de la "oposición", como también de la intragable por, en mi opinión, anti natura "Ley trans" que como las anteriores, insisto en esto, son validadas por el gobierno y los partidos o bandas que lo sostienen. 

En definitiva, todo un Ministerio supongo cuajado de expertos que parece aconsejan gratis a una ministra, todo indica de romos conocimientos "incluidos jurídicos", que arremete contra unos jueces a los que tacha de machistas por "no saber aplicar e interpretar las sentencias acordes con la Ley por ella impulsada y que posiblemente sin pretenderlo, la ha convertido en el mejor "pararrayos o señuelo del doctor Sánchez” en su proyecto de cambio del Código Penal referido al "Delito de Sedición" que conllevará rebajas sustanciales de las condenas y que pasaría a denominarse delito de "Desórdenes Públicos Agravados", lo que supone en la práctica, "aunque naturalmente no es la intención" soterrar las penas impuestas a los condenados del "procés". 

Y también ahora y aprovechando la sorpresa de tanto envilecimiento, un paso más paralelo de intento de rebajar las consecuencias penales del “Delito de Malversación" que al modo que evidencia el conocido refrán, "por si fuéramos pocos parió la abuela" y que una muy valorada y también ministra con bagaje jurídico del que presume, en otra vuelta de tuerca de perversión del Derecho justifica sobre la base que quien malversa y al modo del popular y conocido chascarrillo de cuya literalidad me tomo cierta licencia literaria, "tiene 100 años de perdón por no guardárselo en su bolsillo".

Termino este artículo pidiendo disculpas a quienes me honran con su lectura a costa de un tiempo que de seguro podrán emplear en asuntos más importantes por esta descripción larga y tediosa, como también larga es la raíz a la que tan siquiera llegan estos que llamamos mandatarios, en realidad solamente sátrapas del verdadero poder.