Ucrania: desde 1991 a 2022

Continuación de la historia de Ucrania hasta el reciente conflicto con Rusia

Bandera de Ucrania
Bandera de Ucrania.

« […] La guerra nunca estalla de improviso ni su preparación tiene lugar en un instante […] »

Carl von Clausewitz, De la Guerra (1816-1830)

Ucrania fue una entidad territorial integrada en la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), miembro originario de la ONU desde 1945. Este hecho constituyó un reconocimiento internacional a sus características tan especiales y a su potencial económico. Una convulsa y trágica historia que trató de amputar todo sentimiento de crear una nacionalidad compartida para todos los ucranianos.

Consecuencia del Tratado de Belavezha, firmado entre Rusia, Ucrania y Bielorrusia, los tres territorios más relevantes de la URSS, el 8 de diciembre de 1991 y el Protocolo de Almá-Atá, que recogía la voluntad del resto de repúblicas soviéticas, quedó derogado en la navidad de 1991, el Tratado de Creación de la URSS de 1922. Dos fueron las causas principales: el fracaso de la economía planificada y el descontento de amplios sectores sociales muy presionados por una inflación vertiginosa, galopante hacia una angustiosa pobreza.

La independencia de Ucrania fue aprobada mayoritariamente en referéndum convocado el 1 de diciembre de 1991 con un 92.30% de votos favorables. El mayor temor de Stalin se produjo.

Los porcentajes más favorables a la independencia estuvieron en la parte occidental y central del país. A diferencia de Crimea y su ciudad Sebastopol cuyos resultados favorables a la independencia no fueron espectaculares, aunque tampoco despreciables.

Ucrania poseía un número notable de ojivas nucleares, algunas fuentes las concretan en 3.000 unidades, el tercero más grande del mundo. Este arsenal fue entregado a la Federación Rusa en virtud del Memorando de Budapest, firmado en 1994 por Ucrania, Rusia, EE. UU. y Reino Unido, más tarde su sumaron China y Francia.

En el pacto los países signatarios adquirían el compromiso de defender y amparar a Ucrania frente a agresiones contra sus fronteras y su soberanía. A continuación, firmó el Tratado de no proliferación de armas nucleares (TNP) convirtiéndose en un estado no nuclear.

La Constitución ucraniana quedó aprobada por el Verkhovna Rada (Parlamento) el 28 de junio de 1996, modificada en 2004 y en vigor desde 2006. En ella se declara la soberanía ucraniana de todo el territorio nacional (art. 2) y se establece como idioma el ucraniano y la protección del idioma ruso junto a otros hablados por las minorías nacionales (art. 10). Se reconoce la dignidad de la persona junto a los derechos y libertades inalienables e inviolables (art. 21).

De este texto se reconoce que Ucrania no es un estado federal sino dividido en provincias que se denominan oblasti; dos ciudades, Kiev y Sebastopol con el mismo estatus que un oblasti, y una república autónoma que es Crimea.

De su trayectoria política pronto debe resaltarse la llamada Revolución Naranja, ocurrida entre los años 2003 a 2005. Motivaron la dimisión del presidente de la republica Viktor Yanukovich, de carácter prorruso, tras unas elecciones fraudulentas. Otras nuevas, ordenadas por el Tribunal Supremo de Ucrania, se celebraron en 2005, introduciendo eslóganes liberales y de adhesión a la Unión Europea y a la OTAN. Víktor Yushchenko se alza con el poder y es nombrado presidente de la república. Yulia Timochenko, primer ministro, ambos de carácter europeísta.

Fue en esta etapa cuando comenzaron las negociaciones para su entrada a la Unión Europea que suponía la incorporación a una entidad supranacional construida sobre los valores de respeto a la dignidad humana y a los derechos humanos.

Viktor Yushchenko suplicó repetidamente a la Comisión Europea que abriera negociaciones que condujeran al estatus de candidato. Sin embargo, en noviembre de 2013, el nuevo presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, en la cumbre de Vilna, rechaza la invitación europea no firmando el Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea.

Esta negativa originó desde diciembre de 2013 una serie de conflictos sociales conocidos como Euromaidán. Organizados por estudiantes se extendió a más sectores sociales descontentos por la gestión política del gobierno. Kiev, junto a las provincias del oeste, manifestaron su disconformidad con más rotundidad y en mayor número que en otras ciudades del este ucraniano. La tensa situación desemboco en cruentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes.

A todas estas manifestaciones populares se las llamó Revolución de la dignidad y está conectada, con la Revolución Naranja de 2004. Hay una conexión evidente entre ambas, las dos apostaron por el deseo de occidentalización. Los ucranianos no quisieron estar sometidos a un régimen autocrático aclamando la democracia y el Estado de Derecho y su incorporación a la Unión Europea. En suma, exteriorizaban el deseo de abrazar unos principios y valores distintos a los imperantes en la republica durante los largos años de comunismo soviético.

En diciembre eran cerca de 500.000 personas las que aclaman la no suspensión del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. Se apoderan del Ayuntamiento y la Casa de los Sindicatos en donde fijan la sede del Euromaidán.

Se vandaliza la estatua de Lenin en Kiev. Piden la renuncia del gobierno y la celebración de elecciones presidenciales extraordinarias.

El parlamento o Rada, en enero de 2014, endurece algunas leyes, queda abolido el derecho de manifestación y la celebración de asambleas. Las medidas policiales de contención ocasionan las primeras víctimas entre los manifestantes.

La respuesta de los dirigentes nacionales e internacionales, ante el cariz de los acontecimientos, fue convocar unas reuniones para alcanzar un acercamiento entre ambos sectores. Intervienen representantes de Ucrania, Federación Rusa, Polonia, Francia y Alemania.

Proponen a los manifestantes la celebración de elecciones en diciembre, pero la iniciativa es rechazada, ofreciendo como fecha la de 21 de febrero.

El 20 de febrero de 2014, conocido como jueves negro, fue el día más sangriento con más de 88 muertos y un número indeterminado de desaparecidos, la mayor parte en la plaza de la Independencia de Kiev, en ucraniano Maidán Nezalézhnosti. Se denunció por algunos medios la presencia de francotiradores apostados en las azoteas de los edificios circundantes a la plaza de la Independencia. Contabilizando los caídos en jornadas anteriores se totalizan 113 muertes que son citados con el nombre de los Cien celestiales.

El premier Yanukovich intenta llegar a un apaciguamiento firmando un acuerdo en donde ofrece una reelección de presidente antes de diciembre de 2014. Es rechazado por los manifestantes que asaltan el palacio presidencial exigiendo la renuncia inmediata del presidente.

Ante la desaparición del presidente Yanukovich se le acusó de haber huido. La Rada o Parlamento de Ucrania lo destituye por abandono de funciones, huyó a Rusia. Con un gobierno de transición se reinstaura la Constitución de 2006 y, con ella, Ucrania vuelve a ser una república parlamentaria reconocida internacionalmente.

Pero la reacción de Rusia discurre por cauces muy diferentes.

Durante febrero de 2014, Putin envió sigilosamente a miles de soldados a las bases que Rusia disponía en Crimea consecuencia del Tratado de Partición de 1997.

Una primera evidencia de que se estaba produciendo una invasión quedó patente cuando Rusia instaló puestos fronterizos en Armyansk y Chongar, principales cruces de las carreteras que unen la Ucrania continental con la Crimea peninsular.

La invasión rusa de Crimea se verifica en el mes de marzo de 2014. Tanto la República de Crimea como la ciudad autónoma de Sebastopol se adhirieron unilateralmente a Rusia. Posición que fue respaldada por la celebración de un referéndum calificado de fraudulento, no reconocido por ningún país de la comunidad internacional, solamente por Rusia.

La Asamblea General de las Naciones Unidas firmó la Resolución 68/262 en marzo de 2014, llamada Integridad territorial de Ucrania en respuesta a la crisis de Crimea en la que se declara el compromiso de la ONU de reconocer a Crimea como parte de Ucrania rechazando el referéndum celebrado.

La anexión de Crimea a Rusia violó un tratado internacional y tres tratados bilaterales: el Memorándum de Budapest de 1994 , sobre las garantías de seguridad dadas a Ucrania por parte de sus signatarios; el Tratado de Amistad y Colaboración entre Ucrania y Rusia de 1997; el Tratado sobre la permanencia de la Flota del mar Negro rusa en territorio ucraniano hasta 2017 y el Tratado de Járkov de 2020 por el que se prorroga la permanencia de la marina de guerra rusa hasta 2042.

Rusia acepta a Crimea como territorio integrado en su federación en marzo de 2014.

En este mismo año, posterior a la anexión territorial, comienzan conflictos en el este de Ucrania. Grupos nacionalista rusos o prorrusos inician una labor de desestabilización en Donetsk. Se ocupan edificios administrativos de titularidad estatal ucraniana, irrumpen en varias ciudades como Slavyansk, Kramatorsk y Artemivsk.

Ha sido considerado el 7 de abril de 2014 como el inicio de la guerra del Donbas, cuando los separatistas declaran la independencia de lo que han llamado la República Independiente del Donbas, integrada por la provincias de Donetsk y Luhansk.

La respuesta de Ucrania fue desplegar el ejército para reconquistar estos territorios. Los nacionalistas, partidarios de Rusia, se identifican por una cinta naranja y negra, símbolo de S. Jorge.

Concurren altercados y combates de distinta entidad, un avión del ejercito ucraniano es derribado en el aeropuerto de Luhansk, más tarde se abate un Boeing 777 de Malasia Airlines en la región de Donetsk… Dada la naturaleza del conflicto, en franca expansión, la comunidad internacional aprovecha la celebración del 75º aniversario del final de la II Guerra Mundial en Normandía. Concurren el presidente de Francia, Francoise Hollande, la presidenta de Alemania, Angela Merkel, el presidente de Rusia, Vladimir Putin y el presidente de Ucrania, Pietro Poroshenko.

A estos países integrantes se les denomina Formato Normandía o Cuarteto Normandía.

El alto el fuego entre Rusia y Ucrania alcanzado en Normandía es desarrollado en Minsk (Bielorrusia) con la intervención directa de la OSCE (Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa) en septiembre de 2014. Se alcanzo un acuerdo de alto el fuego construido sobre los siguientes trece puntos:

1. Alto el fuego en zonas de Donetsk y Lugansk.

2. Retirar armas pesadas para crear una zona de seguridad.

3. La OSCE garantizará el seguimiento y verificación.

4. Una vez cumplido, se “iniciará diálogo sobre las condiciones para celebrar elecciones locales sobre el orden de autogobierno local provisional en ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk, así como sobre el régimen futuro de esas zonas”.

5. Indultos, amnistías y prohibición de juzgar a personas que han participado en los sucesos acaecidos en Donetsk y Lugansk.

6. Liberación e intercambio de todos los rehenes y personas detenidas ilegalmente.

7. Se asegurará el acceso, entrega, almacenamiento y distribución de asistencia humanitaria.

8. Restauración plena de las relaciones socioeconómicas entre el gobierno
central y las zonas rebeldes, como por ejemplo el pago de pensiones.

9. Ucrania restablecerá el control total de la frontera estatal a lo largo de la zona de conflicto y alcanzará con las zonas rebeldes un acuerdo político amplio (reforma constitucional y elecciones locales).

10. Todas las unidades armadas y equipos militares extranjeros, así como mercenarios, saldrán del país.

11. Reforma constitucional en Ucrania que contemple la descentralización y en la que se haga referencia a las características especiales de ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk.

12. Todas las cuestiones relacionadas con las elecciones locales se examinarán y acordarán con representantes de Donetsk y Lugansk y se llevarán a cabo bajo las normas de la OSCE.

13. Se establecerán grupos de trabajo para el seguimiento del acuerdo.

El acuerdo se llamó Minsk I o Protocolo de Minsk.

Fue vulnerado por ambas partes y fracasó. Las hostilidades siguieron abiertas.

Tras otra ronda de negociaciones entre Putin y los líderes de Ucrania, Francia, Alemania y la OSCE, en febrero de 2015, se logró otro acuerdo, llamado Minsk II. Algunos expertos declaran abiertamente que los acuerdos de Minsk han reducido la violencia entre las partes en conflicto. El acuerdo no detuvo el conflicto, pero lo contuvo.

Ucrania firma el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, que entró en vigor el 1 de septiembre de 2017.

El escenario bélico se amplía al Mar Negro en 2018.

En las proximidades del Estrecho de Kerch, el 25 de noviembre, lanchas del Servicio de Guardacostas Ruso cañonean a tres naves ucranianas, abordándolas y capturándolas. Estas embarcaciones son las lanchas artilladas Berdiansk y Nikopol y el remolcador Yani Kapu.

Durante 2019 buques tanto de Rusia como de la OTAN realizan maniobras militares en el Mar Negro.

Un último hecho rompe, de nuevo, el difícil equilibrio de los acuerdos de Minsk.

En abril de 2019 el presidente ruso firma un decreto que reconoce la nacionalidad rusa a los habitantes del Donbas, y sus capitales principales, Doentsk y Luhansks.

En Paris, en diciembre de 2019, se reúnen en el Eliseo el Cuarteto de Normandía, con la asistencia de Merkel, Macron, Putin y Zelenski. Consiguen mantener la opción del dialogo abierta y se logra un intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania.

Fueron palabras de Macron ante los mandatarios de Rusia, Ucrania y Alemania, que hoy, abril de 2022, reflejan una realidad apremiante: «La estabilidad del continente europeo y la construcción de una arquitectura de confianza y de seguridad pasa por la resolución del conflicto en Ucrania en el marco de los acuerdos de Minsk».

En febrero de 2020 cinco miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas: Bélgica, Estonia, Francia, Alemania y Polonia recordaron a Rusia los compromisos firmados en los acuerdos de Minsk y, con ello, la prohibición de causar más muertes.

A mediados de enero de 2022, se desató un ataque por internet sobre 70 webs oficiales del gobierno ucraniano. La agresión se produjo a través de un programa maligno o malware denominado WhisperGate. La finalidad fue destruir o inutilizar los equipos infectados.

El día 24 de febrero de 2022, Rusia invade Ucrania.

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