Víctimas, verdugos y gogós

Política.
Política.

He dejado transcurrir algunas semanas para una reflexión desapasionada en torno a lo acontecido y narrado con diferentes matices partidistas sobre Dña. Mónica Oltra, asunto que me trae al recuerdo películas de mí niñez en las que sobresalía la figura tenebrosa del "verdugo" sobre el que en ocasiones también se aplicaban sus mismos tratamientos. 

La razón del porqué un "ser humano" podía prestarse a tan execrable profesión añadiendo previos e insoportables sufrimientos al reo me llevó a la conclusión que eran seres igualmente desdichados en que el "el hambre", que no un sadismo patológico, borraba todo vestigio de dignidad que les impelía a la realización de tan repugnantes acciones que, no obstante, elicitaban en mí sentimientos de lástima por desgraciados moral y mentalmente devastados. 

La inexistencia entonces de agrupaciones o sindicatos de verdugos puede ser interpretado en mi contra por falta de objetividad por estar igualmente afectado de esa tendencia corporativista de defensa a ultranza de aquellos que por consideraciones "grupales", sean en el ámbito profesional, religioso, cultural, familiar y también ideológico, nos hacen percibir como seres normales a individuos cuyas acciones van mucho más allá de lo criticable. 

En mi opinión, es lo que muchos hemos percibido en el entorno de la Sra. Oltra, mujer que, obligada por los miembros de su propio clan a abandonar su puesto institucional, lo hace poniendo de manifiesto "su muy particular escala de valores", de manera que la protección negada en su condición de consejera de Asuntos Sociales de la Junta de la región valenciana a una menor de 14 años víctima de abuso sexual por quién entonces era su pareja, tiene rango inferior, son sus palabras, a la "defensa de la democracia frente al fascismo". 

El patético y lacrimógeno mensaje a sus padres, realmente dirigido a quienes finalmente han devenido en no tan incondicionales adeptos asentados en las poltronas de la generalidad de esta región y del Parlamento nacional seguido de una extraña y atávica danza sagrada, baile ritual a modo de exorcismo acompañado de trotes y posturas con brazos y dedos extendidos de factura discotequera marcando territorio, todo ello acompañada de distinguidos “gogós" que derivó en esperpento más allá de lo grotesco en intento penoso de alejar los demonios de tantos y tantos fascistas y ultras que dice le rodean. 

La escena evidenciaba la desesperación de una mujer que nunca, hasta ahora, fue consciente que el odio con que siempre distinguió a sus contrincantes políticos no eran sino salivazos que más pronto que tarde caerían en su propia cara, más al ser consciente que "el poder" que ostentaba a modo de juguete siniestro iría muy probablemente al más significado gogó del aquelarre, el "chaval ya talludito" (perdón, quise decir parlamentario) de gestos babeantes que presuntamente espera que ese poder le caiga cuan fruta podrida, un "maestro de niños" que cambió su social y aún no suficientemente valorada actividad por la de diputado nacional de remuneración más sustanciosa. 

Maestro insisto, que niega la existencia de la prueba directa que vincule el expediente abierto a la Sra. Oltra por delito de encubrimiento y añadiendo, también es literal, "Pero nos da igual, vamos a ir a por ella", palabras de este titulado en Magisterio "que impartió en el pasado clase a otros niños" y que hoy, quiero suponer que inconscientemente "cuestiona y antepone" sobre los derechos de una niña abusada, la hipotética acción u omisión de una Vicepresidenta regional que el más alto Tribunal de la región valenciana considera imputada (perdón, "investigada") por el "presunto encubrimiento" de abusos sexuales perpetrados por su expareja a una chiquilla tutelada por la Consejería de la que también era titular, cuestión que sustenta el maestro-diputado en el hecho "jurídicamente solvente" que dicha mujer es miembro de su banda (perdón de nuevo, hoy no doy una), quiero decir del partido a que ambos pertenecen y que de demostrarse este hecho deberá afrontar y tomar el mismo mejunje que ella aplicaba a quienes no eran de su cuerda. 

Todo esto, en mi opinión, parte de misma base o criterio sobre lo que actualmente se sustenta y lleva a la perversión como considerar que la condición de ser mujeres y hombres nos debe situar en compartimentos estancos, con normas y derechos también diferentes qué atentan, también en mi opinión contra el hecho biológico y cierto que, siendo efectiva y sustancialmente "bichos diferentes", lo somos precisamente en orden de conseguir entre otros como resultado absolutamente imprescindible la perpetuación de nuestra especie. 

Todo indica por la ausencia en este asunto de declaraciones institucionales (Válgame Dios de las cualidades que le atribuyo entre lo que ni dice ni ha hecho nuestra ministra de Igualdad Dña. Irene Montero) que, en el "caso Oltra" no ha abierto tan siquiera su boquita de piñón y mostrado sus ya conocidas escenas adornadas con frases de indignación ante las declaraciones de este maestro en excedencia que se solidariza, en contra del criterio de los tribunales, con una Consejera investigada por el supuesto encubrimiento de un delito ya juzgado de su expareja por abusos a una menor de catorce años cuya custodia era responsabilidad de su departamento, declaraciones de alguien en el pasado maestro de primaria que dice "darle igual" porque es inocente, declaraciones que me han producido un asco indescriptible por tratarse de un sujeto ya demasiado conocido que además cree estar dotado para ocurrencias y ridículos chascarrillos. 

 

Video del día

6 de cada 10 de los que van en bici o en
patinete en ciudad no llevan casco
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato