AHORA: ¿Podrá Airbnb sobrevivir al coronavirus?
¿Podrá el jugador dominante de la industria reaparecer después de que se levanten los bloqueos?
¿Qué pasará con el intercambio de casas a raíz del coronavirus? Es una de las muchas preguntas sobre el destino de los gigantes de la economía compartida pre-pandémica como Airbnb.
Airbnb y sus competidores han transformado el mercado de alojamiento para viajes en los últimos años, remodelando barrios y ciudades enteras en el proceso a medida que los alquileres a corto plazo se extendieron por partes del mundo muy turísticas.
Pero con el turismo suspendido, las economías nacionales tambaleándose y las actitudes públicas sobre el espacio compartido muy cuestionadas, las perspectivas para esa industria ahora no son nada halagüeñas.
En el futuro inmediato, las cosas se ven terribles.
En todo el mundo, las reservas de Airbnb se han derrumbado. Los analistas de datos de la empresa AirDNA dicen que las reservas en toda Europa colapsaron en marzo, cayendo un 80% en comparación con la semana anterior en la semana que comienza el 9 de marzo, y otro 10% además de eso en la semana del 16 de marzo.
En los EE. UU., Donde la respuesta del virus fue más tardía, las cifras de caídas en la reserva son desiguales, pero apenas menos dramáticas. A mediados de marzo, las reservas en la ciudad de Nueva York, San Francisco y Seattle ya habían caído más del 50% en comparación con la semana que comenzó el 5 de enero, con caídas de más del 35% en Washington, DC y Chicago.
Para capear la crisis, Airbnb canceló todas las actividades de marketing, suspendió los salarios de sus fundadores y redujo a la mitad los salarios de los altos ejecutivos.
Ha detenido casi todas las contrataciones esenciales, además podrían posponer la salida a bolsa y no ha descartado despidos. "Airbnb es resistente y está construido para soportar tiempos difíciles y estamos haciendo todo lo posible para fortalecer nuestra comunidad y nuestra compañía", dijo la compañía en un reciente comunicado a Reuters .
Airbnb ha ofrecido la cancelación general de cualquier reserva previa al cierre realizada para estancias hasta el 31 de mayo, lo que enfureció a los anfitriones que pensaban que las políticas de cancelación que habían acordado con los invitados se mantendrían.
Al reconocer su enojo, el fundador de la compañía, Brian Chesky, describió el dilema de la compañía en una declaración : “Si permitimos que los invitados cancelen y reciban un reembolso, sabemos que podría tener consecuencias significativas en su sustento.
Pero, no podríamos tener invitados y anfitriones que se sientan presionados para ponerse en situaciones inseguras y crear un peligro adicional para la salud pública ".
Para reparar la relación, Airbnb va a establecer un fondo de 250 millones de dólares, con el fin de compensar a los anfitriones por hasta el 25% de sus ingresos perdidos, con un fondo de rescate adicional de 10 millones de dólares para super anfitriones.
Los anfitriones estadounidenses sí están incluidos en este programa de pagos de estímulo Covid-19, un rescate que Airbnb también está pidiendo al gobierno nacional que extienda a los anfitriones en Canadá .
Se podría reactivar primero el turismo rural
Si, a medida que la crisis se estabiliza, se levantan los bloqueos y se reanudan algunos viajes, la inclusión de casas compartidas en las ciudades podría no ser la primera en reactivarse.
"Creo que en áreas rurales más aisladas, es probable que Airbnb sea bastante resistente", dice Marie Hickey, directora de investigación comercial de los consultores inmobiliarios del Reino Unido Savills. "Podría ser el caso de que no veamos una recuperación verdaderamente sostenida en los visitantes extranjeros hasta bien entrado el 2021, y el mercado que se recuperará más rápidamente puede ser el mercado de ocio nacional".
Si bien las personas pueden ser más cautelosas de viajar a otros países, los urbanitas que han estado encerrados en casas de la ciudad bajo llave pueden aprovechar la oportunidad de viajar a algún lugar cercano para obtener un espacio abierto y aire fresco una vez que sea seguro hacerlo.
Los Apartahoteles podrían ganar cuota a Airbnb
Cuando el turismo se reactive, puede que no sea Airbnb el que obtenga los beneficios. Algunos expertos piensan que puede haber un cambio a medio plazo hacia los hoteles tradicionales una vez que el turismo comience a reactivarse, debido a los temores sobre cuán consistentemente se pueden hacer cumplir los estándares de higiene en el mercado de viviendas compartidas.
"La gente podría estar menos inclinada a reservar Airbnb después de la recuperación debido a problemas de limpieza percibidos", dice Michael O'Regan, profesor titular de marketing en la Universidad de Bournemouth del Reino Unido. "Simplemente no pueden garantizar una limpieza profunda de host a host después de cada invitado".
Después de un período en el que se desaconseja la mezcla social, los viajeros pueden, sin embargo, desconfiar de compartir espacios de hotel que tienen una gran rotación de huéspedes que se mezclan en público. Hickey por lo tanto predice un posible giro hacia un sector previamente nicho: edificios de apartamentos que son administrados por hoteles.
"Podríamos ver que los apartamentos con servicios, o los llamados apartahoteles, son los principales beneficiarios de la situación", dice ella. "Son similares a las listas de Airbnb, pero como usuario tiene la confianza de que están operando como un hotel, con limpieza regular y precauciones de salud y seguridad".
Este sector ya ha crecido en los últimos años, gracias en parte al concepto de hospedarse en apartamentos mientras viaja, siendo tan publicitado por el auge de Airbnb.
Ahora podría ser el sector más rápido para recuperarse. Eso no sería malo para las ciudades que necesitan efectivo: los alojamientos tipo hotel generalmente contribuyen más en impuestos y están en una escala para apoyar a los empleados a tiempo completo.
Se regresará al mercado de alquiler a largo plazo
La recesión obligará a muchos propietarios de Airbnb a encontrar formas alternativas de pagar sus créditos e hipotecas, posiblemente encontrando inquilinos a más largo plazo en lugar de corto plazo.
De hecho, ya ha habido muchas discusiones internas en Airbnb que indican que el mercado de alquiler a largo plazo va a crecer. En Dublín, por ejemplo, la cantidad de apartamentos de una y dos habitaciones disponibles para alquilar en el centro de Dublín alcanzó en marzo el máximo de los últimos cinco años.
Una tendencia similar parece estar teniendo lugar en Londres y Madrid . En Amsterdam, algunos propietarios de estancias cortas están adoptando el enfoque optimista de buscar inquilinos a largo plazo, pero solo hasta el verano.
Muchos podrían dar la bienvenida a la desaparición de al menos una proporción de las viviendas compartidas. Ciertamente, es posible que la calidad de vida de los residentes mejore en algunas áreas muy turísticas, como la Ciudad Vieja de Barcelona, si más apartamentos tuvieran inquilinos a tiempo completo, reduciendo así el ruido y apoyando un ecosistema más amplio de tiendas y servicios enfocados localmente.
El largo camino de vuelta a la normalidad
Pero hay otra posibilidad: que este choque global masivo en la vida de millones de personas termine, a largo plazo, cambiando poco. "Hubo mucha discusión durante las epidemias de SARS y MERS sobre cómo podría cambiar el comportamiento de las personas", dice O'Regan, "pero las cosas terminaron volviendo a los negocios como de costumbre bastante rápido. No creo que Covid-19 sea un golpe fatal. Creo que mucha gente volverá al alojamiento como antes de la pandemia".
Por supuesto, ninguno de esos brotes globales fue tan extenso como la pandemia de Covid-19, y la crisis actual aún no ha llegado a su fin, pero cuando los casos comiencen a disminuir, podría haber una fuerte presión de las ciudades y las personas ansiosas por obtener ingresos. volver al negocio lo más rápido posible. En Amsterdam, por ejemplo, la pandemia le está costando a la ciudad 1.600 millones de euros al mes . Con gran parte de eso perdido en hoteles, restaurantes y catering, muchas personas no se preocuparán por el turismo durante un buen tiempo.
La crisis también puede arrojar luz sobre una crítica importante de Airbnb: la acusación de que exacerba la escasez de viviendas urbanas al eliminar los apartamentos del mercado a largo plazo. En las ciudades que han expresado su opinión sobre los efectos de los alquileres a corto plazo en los precios de la vivienda y la calidad de vida, como París y Barcelona, es posible que la pausa turística pueda expandir el mercado de alquileres y facilitar la asequibilidad para los locales.
Pero la caída del coronavirus también podría revelar algo completamente diferente: que el impacto de la plataforma puede haber sido exagerado, y que los cambios detectables en vecindarios particulares afectados por Airbnb aún pueden no ser suficientes para afectar los niveles de alquiler en toda una metrópoli. En ciudades con una demanda de viviendas tan alta como Londres, que tiene aproximadamente 900.000 hogares de alquiler , es posible que necesite miles de ex Airbnbs para buscar inquilinos permanentes para que haya un efecto perceptible en los niveles de alquiler de toda la ciudad.
Durante algún tiempo, los críticos de Airbnb han resaltado la importancia de su papel en sesgar los mercados de alquiler y han presionado por una regulación más estricta, mientras que la compañía insistió en que canalizaba ingresos que impulsaran a las comunidades locales . Ahora podemos tener la oportunidad de ver quién tenía razón.
