Quinta Ola: ¿Por qué hay más ingresos y muertes que el año pasado habiendo vacunado a mucha población?

Los expertos señalan múltiples causas, incluidos los botellones y la variante delta

Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Infanta Sofía en San Sebastián de los Reyes (Madrid). 28/4/2020
Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Infanta Sofía en San Sebastián de los Reyes (Madrid). 28/4/2020

La proporción de personas que enferman y fallecen es menor, pero el número total es superior. La campaña de inmunización ayuda pero no hace milagros.

El número de infecciones diagnosticadas entre el 21 de junio y el 22 de julio de 2021 es 22 veces superior a las que se registraron el año pasado en esos mismos días. Las hospitalizaciones no se han disparado en la misma proporción, pero sí arrojan una cifra total significativamente mayor a la de un año atrás. Concretamente, habrían requerido ingresar casi nueve veces más pacientes que en las mismas fechas de 2020, siempre en cifras provisionales.

En cuanto a los fallecimientos, sumaríamos más del doble de muertes en este mismo intervalo, a punto de cumplirse las cuatro primeras semanas del verano, si bien es cierto que este dato es siempre complicado de valorar cuando hablamos de estadísticas recientes, aún sin consolidar. Lo único claro es que, se mire como se mire, las cifras son peores que un año atrás. Aunque, en ausencia de vacuna, el daño sería mucho mayor.

¿Qué pasaría si la ola actual de contagios se estuviese dando sin vacuna, como estábamos hace un año? Teniendo en cuenta la tasa de mortalidad que teníamos por estas fechas en 2020 -1,05%-, nos hallaríamos a los niveles de muertes que sufrimos en octubre, alrededor de 3.500 personas en 25 días.

Si lo calculásemos con la tasa de letalidad global a lo largo de la epidemia -2,1%-, hablaríamos de cifras aún mayores, comparables a las que se dieron entre mediados de noviembre y principios de diciembre de 2020, cuando fallecieron en torno a 7.000 personas en 25 días.

El ECDC calcula que los casos de coronavirus en Europa se más que multiplicarán por cinco antes de fin de mes, pese a que las hospitalizaciones y muertes se han mantenido estables.

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés ha publicado un informe de previsiones en el que prevé que los nuevos casos de coronavirus se multipliquen más que por cinco de aquí a la primera semana de agosto en el conjunto de la Unión Europea. En el caso de España, la incidencia de casos de covid podría rozar los 2.400 casos por cada 100.000 habitantes según las previsiones del organismo europeo.

Concretamente, el informe del ECDC calcula que en la Unión Europea la incidencia en la semana 27 del año, la que terminó el 11 de julio, se situó en 89.6 casos por 100.000 habitantes (frente a los 51,6 casos de la semana previa, en la que ya había crecido respecto a la anterior, pese a que las hospitalizaciones y las muertes se mantenían estables desde hacía seis semanas)

Este incremento en los casos, asociado a la variante delta, que se espera represente casi el 90% de nuevos casos a principios del próximo mes, ha provocado que ocho países, incluida España, hayan empeorado su situación en el semáforo de riesgo, y que dos, España y Portugal, se sitúen en el nivel más alto.Concretamente, el semáforo de riesgo del ECDC puntúa el riesgo de España en esta semana que concluyó el pasado domingo con un 7 sobre 10 en riesgo, la puntuación más alta de toda la UE junto a Portugal. A España y Portugal les siguen, aunque ya en un nivel de riesgo más bajo, Chipre, Holanda, Luxemburgo y Malta.

 

Las previsiones para las próximas cuatro semanas no son buenas. Hasta la semana que finaliza el 8 de agosto, el ECDC prevé un incremento de los casos hasta alcanzar los 622,9 casos por 100.000 habitantes y 10,5 muertes por millón de habitantes en la UE. Los casos crecerán hasta la semana 31, la que acaba el 8 de agosto, según sus previsiones en 20 países, incluida España: Austria, Bélgica, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Holanda, Portugal, Eslovenia y España.

Concretamente, en España las previsiones del ECDC calculan una incidencia de 2.384 casos por 100.000 al concluir la primera semana de agosto, una cifra sólo superada por Chipre y Holanda, y hasta 21,5 muertes por millón de habitantes, una cifra que sí superarían otros países como Grecia, Chipre, Holanda o Malta.

El ECDC ha concluido su informe de previsiones advirtiendo que en los países más afectados el mayor número de casos notificados se está dando en población de entre 15 y 24 años, habiéndose observado un incremento muy limitado en personas mayores de 65 años.

En consonancia con ese perfil más joven de población afectada, el número de muertes y hospitalizaciones se habría mantenido, pese al incremento de casos, bastante estable.

El diagnóstico de cómo estábamos hace un año es mucho más ajustado que el actual, por lo que la comparación varía según la fuente que usemos. Entre el 21 de junio y el 15 de julio de 2021, los datos del Instituto de Salud Carlos III arrojan 4.626 hospitalizaciones, pendientes de actualizar varias jornadas, frente a los 1.039 ingresos que se produjeron en esos mismos días de 2020.

Si sumamos los ingresos registrados en las últimas 24 horas de los informes que publica Sanidad de lunes a viernes, sin contar fines de semana, llegamos a las 9.305 hospitalizaciones, que son 8,9 veces más que hace un año. Con las muertes ocurre algo similar: a falta de consolidar y actualizar datos, los decesos que se han sumado al informe diario de Sanidad desde el 21 de junio de 2021 son 407, cifra que supera en más del doble a la ya consolidada de un año atrás, que es de 161. En los datos del Carlos III, hay ya consolidadas 241 en lo que va de verano.

De un modo u otro, nos hallamos en una situación más complicada que hace un año. «Un factor clave que se pasa por alto es la diferencia entre valores relativos y absolutos. La gravedad en jóvenes es mucho menor en términos relativos, pero, si vamos a un número enorme de contagios, los valores absolutos de enfermedad grave o incluso muerte ya no son despreciables», apunta Antonio Guirao, investigador de la Universidad de Murcia y experto en la evolución de la epidemia.

«La mortalidad en jóvenes es entre 10 y 100 veces menor que en la población de más de 60 años. En números redondos: en jóvenes es del orden de 0,1%, uno por mil; y en los más mayores, del orden de 10%», continúa Guirao. «Por lo tanto, si los contagios en la población joven siguen disparándose, podría ocurrir esto: si llegamos a picos de entre 25.000 y 50.000 casos diarios, podríamos estar hablando de entre 25 y 50 muertes diarias en jóvenes», previene. Con las hospitalizaciones, la tendencia sería similar en este escenario.

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