Los militares destinados en Afganistán y Líbano están preocupados porque los recortes de Defensa para ayudas a la población disminuyen su seguridad

Según fuentes del Estado Mayor de la Defensa consultadas por El Confidencial Digital, la decisión última de destinar más fondos a las misiones corresponde al Consejo de Ministros. De momento, se ha manifestado que existe preocupación por el aumento de hostilidades principalmente en Afganistán.

Concretamente, los militares han argumentado que el recorte presupuestario no debería aplicarse a las misiones en el exterior y sobre todo a aquellas partidas que afectan a la población. 

La voz de alarma se inició por los denominados como equipos CIMIC –Cívico-Militares-, encargados principalmente de las relaciones con los lugareños. Escuchan y atienden sus necesidades. Y en la medida de lo posible responden con iniciativas que ayuden a solventar sus problemas, que van desde la construcción de carreteras a puentes o atención sanitaria. Sólo con los fondos necesarios puede desarrollarse estas actividades que se han visto reducidas en los últimos meses.

Hay que recordar que como contrapartida a la ayuda a la población, los militares reciben información de relevancia para el desarrollo de otras operaciones. A veces los locales colaboran en la identificación de los terroristas o sus principales emplazamientos y arsenales. En otras ocasiones la utilidad del intercambio de información permite elegir mejores rutas para las patrullas españolas. En definitiva, los militares explican que la falta de trato entre los soldados y la población provocada por la falta de dinero “aumenta la peligrosidad en la zona”.