Artur Mas da marcha atrás y renuncia a quitar a Renfe el servicio de Cercanías en Cataluña. La francesa SNCF queda fuera por el ancho de vía y la falta de convoyes
La Generalitat va a renovar su contrato con Renfe para que continúe prestando el servicio de Cercanías en Cataluña. El nuevo acuerdo se produce después de que Artur Mas haya fracasado en su intento de 'expulsar' a Renfe de los trenes regionales de la comunidad. La francesa SNFC ha desestimado la propuesta que le hicieron las autoridades catalanas.
Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes próximas a las negociaciones, el acuerdo entre la Generalitat y Renfe para que el operador español siga prestando el servicio de Cercanías en Cataluña se firmará en los próximos días. El contrato se extenderá hasta diciembre de 2015.
Liberalización del servicio
Hasta ahora, Renfe ha sido el operador encargado de prestar el servicio de cercanías en Cataluña, además de hacerlo con las líneas de media y larga distancia que discurren por la comunidad, utilizando para ello la infraestructura propiedad de ADIF, el administrador dependiente del ministerio de Fomento.
Sin embargo, después de que el Gobierno central aprobara, en julio pasado, la liberalización del transporte ferroviario, la Generalitat tenía vía libre para elegir el operador que preste el servicio de Cercanías en Cataluña.
Contactos con la francesa SNFC
Tal y cómo se contó en este confidencial, altos cargos de la Generalitat han mantenido en los últimos meses contactos con la SNFC, la Société Nationale des Chemins de Fer Français (SNFC), el operador estatal francés de transporte ferroviario, el homólogo de Renfe en el país vecino.
La SNFC va a perder también el monopolio ferroviario en Francia, igual que va a ocurrir en España tras el proceso de liberalización puesto en marcha por el ministerio de Fomento, y por ello el operador francés se muestra abierto a negociar nuevos contratos de explotación, también fuera del país.
SNFC dice ‘no’ a la oferta de Mas
Fuentes próximas a las conversaciones, a las que ha tenido acceso ECD, revelan que los contactos se han paralizado recientemente, lo que ha llevado a la Generalitat a dar marcha atrás en su idea de prescindir de Renfe, y a retomar las conversaciones con la compañía española, impulsadas por el nuevo conseller de Territori i Sostenibilitat, Santiago Vila, en sustitución de Lluís Recoder.
El propio presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, ya advertía hace unos días que la sustitución de un operador nacional de transporte ferroviario por otro internacional “es un proceso extremadamente delicado y complejo”.
Problemas para un operador extranjero
Renfe opera cada día 806 servicios de Cercanías en Barcelona, con 200 trenes que son de su propiedad.
Por tanto, según las fuentes consultadas, uno de los aspectos que más ha tenido en cuenta la compañía francesa, a la hora de evaluar la oferta catalana, era si contaba con suficientes convoyes preparados para prestar el servicio en Barcelona. Al no ser así, al menos de momento, una de las soluciones pasaba por alquilar sus trenes precisamente a Renfe. Un escenario que se habría encontrado con el rechazo del operador español.
La firma francesa también ha tenido en cuenta que sus convoyes son de ancho europeo, y por tanto debían adaptarse para circular en una infraestructura como la española, que es de ancho ibérico.
Órdago para reclamar 3.500 millones
Según las fuentes consultadas, el Ejecutivo de Artur Mas ha retrasado lo máximo posible la firma del contrato con Renfe, para intentar forzar a Fomento a cumplir con las inversiones prometidas en la red en Cataluña, que se fijaron en 2009 en alrededor de 4.000 millones de euros.
Aunque no se va a lograr totalmente esa petición de dinero, sí está previsto que el nuevo contrato con Renfe venga acompañado de una inversión de más de 800 millones en las infraestructuras ferroviarias de la región, según fuentes próximas al operador español.
