La presencia del general Asarta al frente de la ONU en Líbano le convierte en un personaje clave en Oriente Medio. Todo el mundo diplomático le pregunta y le visita

El cargo que ostenta el general español Alberto Asarta es clave en las diplomacias americana y europea. Paso obligado de cualquier mandatario que quiera acercarse a Oriente Medio a conocer de primera mano la situación de la zona. Máxime cuando la situación actual es de calma entre Israel y Líbano a pesar de que el propio Asarta reconoce que ‘puede desestabilizarse en cualquier momento’

El general Alberto Asarta acaba de tomar posesión de su cargo como jefe de Finul, la misión de Naciones Unidas para Líbano. No lleva ni una semana en este puesto aunque ya es veterano en la materia y está bien considerado no sólo en el Ministerio de Defensa sino también en la esfera internacional –véalo aquí-.

Expertos en política internacional consultados por El Confidencial Digital destacan el papel más que relevante que supone este cargo, ahora desempeñado por un español. Anteriormente por un italiano, Claudio Graziano.

El Líbano, y más concretamente, Beirut es un ‘paso obligado’ para toda la diplomacia, un referente para Oriente Medio’, es lo que dicen a este confidencial. Recuerdan que es una zona ‘caliente’ aunque la situación actual sea de cierta tranquilidad. Se tienen que resolver problemas de distinta envergadura a diario y la presencia en los medios de comunicación es elevada.

Por esta razón, el general Graziano tenía un amplio equipo de comunicación, algo que tendrá que valorar también Asarta si quiere mantener la actividad que requiere su cargo. Es constante la presencia del máximo responsable de Finul en los medios periodísticos.

Se valora además su perfil de observador occidental con una doble vertiente, la militar y la civil. El propio Asarta ya manifestó en alguna entrevista que su prioridad era buscar el diálogo y el contacto con Israel estableciendo líneas de comunicación con Líbano.

Según las informaciones que ha recogido este confidencial no hay expectativas a corto plazo de que la situación empeore y se ponga en peligro a las tropas de la ONU. Primero debería de producirse un deterioro político que no se vislumbra por el hecho de que Hezbolá ha conseguido incluir en el gobierno libanés a dos ministros.

El trío formado por Israel, Siria y Líbano se considera del alto riesgo aunque en estos momentos la diplomacia y la voluntad de mantener la paz son superiores a la posibilidad de mayores conflictos. Aún así no hay que olvidar que Hezbolá se mantiene armado y que su resistencia a cualquier maniobra de Israel es elevada.

 

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