Asesores del Gobierno en La Moncloa reconocen en privado que trabajar con Zapatero es “muy desconcertante”: no hace caso a los papeles de su equipo

Sucedió hace unos días, en un encuentro donde coincidieron varios profesionales de La Moncloa e incluso, destacados miembros del Gobierno. Durante una charla informal, se escucharon algunas apreciaciones sobre el modo de trabajar del presidente, que algunos consideran en ocasiones “desconcertante”.

Se trataba de una cita informal en la que estuvieron presentes varios socialistas de renombre. Estaban, entre otros, el vicepresidente económico, Pedro Solbes; el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; o el director de Gabinete de la Presidencia del Gobierno, José Enrique Serrano.

Según ha podido confirmar El Confidencial Digital por el testimonio de testigos presenciales, durante esa reunión se habló por extenso de política, de la situación del principal partido de la oposición, y de la marcha del Ejecutivo. No faltaron, como se ha dicho, comentarios críticos sobre algunas facetas del presidente.

En un momento de la conversación, un experto conocedor del trabajo diario del presidente manifestó que trabajar con José Luis Rodríguez Zapatero es “muy desconcertante”. Y precisó: “Por ejemplo, muchas veces no sigue los papeles que se le preparan y opta en demasiadas ocasiones por la autonomía”.

Los asistentes escucharon, entre sorprendidos y curiosos, la sentencia. Todavía hubo tiempo para ver cómo un importante miembro del Ejecutivo, se encogía de hombros mientras dejaba caer, como disculpándose, que él ya está de salida.

Hay que recordar que el ex director de Información Internacional de La Moncloa, Javier Valenzuela, ya dejó constancia en su libro ‘Viajando con ZP’ sobre algunas peculiaridades en el modo de trabajar del jefe del Gobierno. Singularidades que suelen dar, explicaba, algunos ‘dolores de cabeza’ a sus más estrechos colaboradores.

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Valenzuela citaba expresamente su “dificultad para trabajar con equipos”, confiar todo en “una excesiva seguridad en sí mismo” o su predisposición aimprovisar con frecuencia”. Hay que recordar que esta tendencia a la improvisación, revelada por sus colaboradores, ha provocado algún que otro contratiempo importante.

Se puede recordar, por ejemplo, el reciente caso del olvido presidencial en Roma, cuando Zapatero se saltó el discurso previsto y no mencionó ante los jefes de Estado que le escuchaban el anuncio estrella de aquella cita: España iba a donar 500 millones de euros (recuerde aquí los pormenores de esa noticia).