La Asociación de Diplomáticos pide al Gobierno del PP que cambie la política de Trinidad Jiménez y que la comunicación de Exteriores la lleve un diplomático
Los diplomáticos quieren recuperar un puesto que fue a parar a manos de una periodista cuando Trinidad Jiménez se hizo cargo del ministerio, hace algo más de un año: la dirección general de Comunicación Exterior, que antes de la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al poder se llamaba Oficina de Información Diplomática.
El autor del cambio de denominación fue Miguel Ángel Moratinos, aunque siguió contando, como era tradición, con un diplomático para ese puesto. De hecho, hasta cuatro distintos lo han ocupado durante los más de seis años que dirigió el ministerio: Carmen Fontes, Manuel Cacho, Julio Albi y Dámaso de Larios.
Fue Trinidad Jiménez la que decidió ofrecer el puesto a una periodista, María Jesús García, persona de su máxima confianza, que le había acompañado en los últimos años, tanto en el Ayuntamiento de Madrid como en la Secretaría de Estado de Iberoamérica y en el ministerio de Sanidad y Consumo.
La decisión molestó sensiblemente a los diplomáticos, que, a través de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), presentaron un recurso contra el nombramiento, porque fue aprobado antes de que se modificara la norma que establecía que el puesto debía ser cubierto por un funcionario, requisito que María Jesús García no cumplía.
Ahora, la ADE, que agrupa al 70 por ciento de los diplomáticos, ha aprovechado la inminencia del cambio de Gobierno y de titular en Exteriores para incluir, en un largo escrito sobre la situación en que se encuentran la Carrera y el ministerio, la demanda de que el puesto de director general de Comunicación Exterior sea ocupado por “un miembro de la Carrera Diplomática de reconocido prestigio”.
