La debacle sufrida en Cataluña ha encendido todas las alarmas en la organización

Barones del PP reclaman a Rajoy un cambio de Gobierno ya

Objetivo: recuperar la iniciativa política. Plantean los ceses de Dastis, Montoro y Méndez de Vigo, e incluso de Sáenz de Santamaría y Cospedal, para buscar caras nuevas

Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa.
Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa.

Dirigentes locales del PP, entre ellos por supuesto algunos de los barones más importantes, han comenzado a transmitir a la dirección del partido, para que lo eleve a Mariano Rajoy, la necesidad de que proceda a un cambio de Gobierno, como único modo de recuperar la iniciativa política, muy en baja como se ha comprobado por lo ocurrido en las elecciones catalanas.

Según revelan a El Confidencial Digital líderes regionales, el impacto del fracaso electoral en Cataluña ha sido muy duro dentro de la organización. De hecho, desde la periferia del partido está llegando a la sede de la calle Génova el mensaje de que lo ocurrido el 21-D ha sido demoledor, entre dirigentes y militancia.

El análisis interno es que el desastre de Cataluña no ha sido un hecho aislado, sino algo más profundo, porque el partido “está tocado”. Tal como se ha contado en estas páginas, al PP le falta nervio a todos los niveles, no está activado. Y hay que poner remedio, en palabras de dichas fuentes.

El PP tiene banquillo

Como remedio para salir de la difícil situación en que se ve al PP, piden que Rajoy proceda a introducir cambios en el Gobierno, más pronto que tarde. El presidente “tiene que mover banquillo”, dicen.

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD insisten en que hay que dar paso a gente nueva, otras caras, personas muy válidas que existen sin duda en las filas del partido.

Citan, por ejemplo, al conjunto de secretarios de Estado y subsecretarios que ya trabajan en la estructura del Gobierno, donde hay caras y currículos de sobra para encontrar ministros. Sin olvidar a alguno de los jóvenes dirigentes incorporados al equipo de Génova.

Recuperar la iniciativa perdida

De acuerdo con esas fuentes, el eco mediático que suele provocar cualquier cambio en la composición del Gobierno, incluyendo el anuncio de los nombramientos y las tomas de posesión, devolvería al actual Ejecutivo el protagonismo y la iniciativa política de los que ahora carece, algo que los dirigentes regionales y locales comprueban en su territorio todos los días.

En ese sentido, la remodelación ministerial tendría que abordarse cuanto antes, para salir del estado de pesimismo y postración que existe en la militancia, y hasta en los votantes incondicionales.

Incluso no habría que esperar al mes de junio para hacerla coincidir con la anunciada salida de Luis de Guindos para cubrir la vicepresidencia del Banco Central Europeo, que queda vacante en mayo.

Dastis, Montoro, Méndez de Vigo

Esos líderes regionales del PP ponen la diana sobre todo en tres ministros, cuya cabeza reclaman:Alfonso Dastis, Cristóbal Montoro e Íñigo Méndez de Vigo.

 

Respecto al titular de Asuntos Exteriores, internamente se critica su falta de iniciativa, pero sobre todo el enorme fracaso cosechado por España a nivel internacional respecto al problema de Cataluña.

Le echan en cara que los principales medios de comunicación del mundo se hayan ocupado del desafío independentista posicionándose en favor de las tesis separatistas, que han justificado repetidamente.

¿Qué han hecho los embajadores en todo este tiempo? ¿Qué hacen los agregados de Información de las embajadas? ¿Cómo no han sido capaces de llegar a los grandes medios para trasladar la visión correcta del desafío catalán?, preguntan.

Algunos de estos dirigentes del PP le echan en cara también que, siendo el ministro que más inadvertido ha pasado, sin embargo ha cosechado dos reprobaciones del Congreso. La primera, por haber incumplido la cuota de refugiados fijada por la UE; la segunda por una declaraciones a la BBC sobre la "no enseñanza del castellano en la escuela pública catalana".

El "ramalazo socialdemócrata" de Montoro

La petición de destitución de Cristóbal Montoro la justifican en lo que algunos líderes del PP llaman “ramalazo socialdemócrata” del ministro de Hacienda.

Le echan en cara que la política fiscal de su ministerio castiga sobre todo a las clases medias, es decir, a los sectores de población que en principio votan al Partido Popular. Sectores que, de esa forma, se están alejando.

“Montoro fríe con impuestos y cargas a la gente que nos vota”, es la acusación resumen que se escucha entre los dirigentes populares que piden su salida del Gobierno.

Méndez de Vigo pidió perdón

Contra el ministro de Educación, y portavoz del Gobierno, las fuentes citadas le acusan de ser excesivamente blando en sus posiciones públicas, y de dar la impresión de que solo le interesa salvar sus intereses y figura.

Le echan en cara que sale indemne de todo a base de repetir las sonrisas, pero a cambio de no haber hecho nada de nada, por ejemplo, con la situación de la educación en Cataluña, una de las causas profundas del imparable avance del independentismo en esa comunidad.

Y también le critican que “hasta pidió perdón” por la decisión de devolver a Sijena las obras de arteque se guardan en Lérida.

Soraya ha fracasado en Cataluña

La demanda de colocar “caras nuevas” en el Gobierno incluye también, aunque de rebote, a las "número dos" del Gobierno y del partido: Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Uno de los argumentos es que se trata de figuras políticas desgastadas.

En el caso de la vicepresidenta, la opinión general en el Partido Popular es que se trata de una de las principales culpables del fracaso electoral en Cataluña. Consideran que el trabajo realizado por ella es “manifiestamente mejorable”, como han demostrado los hechos.

Salvo arreglar las cuentas de la Generalitat, que eso sí lo ha logrado, nada ha salido bien en su gestión. Le acusan de haberse dejado engañar por Oriol Junqueras, con el que se veía a todas horas pero que al final le ha tomado el pelo.

Cospedal no se ocupa del partido

La crítica a María Dolores de Cospedal se resume en que apenas se ocupa del partido. Se dedica sobre todo al ministerio de Defensa, y no pasa por el despacho que tiene en la calle Génova.

Una parte de la desmotivación y desmovilización del Partido Popular en los niveles local y regional tiene que ver con la falta de iniciativas y de pulso desde la dirección nacional, y en concreto de la secretaria general del PP.

Según las fuentes a las que ha tenido acceso ECD, la demanda de que se proceda a un cambio de Gobierno, y cuanto antes, es compartida por barones regionales del PP como Alberto Núñez Feijóo, Cristina Cifuentes, Juan Vicente Herrera, etc.


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