A Bono se le ‘escapó’ que los servicios de información graban las deliberaciones de los etarras y que él las ha escuchado

"He escuchado algunas veces a los etarras y conozco cuál es su calaña". Este comentario se le ‘escapó’ recientemente a José Bono, reconociendo así que, cuando era ministro de Defensa, tenía acceso a grabaciones regulares que se realizan a miembros de ETA.

Una confesión tan imprudente, porque reconoce una circunstancia que puede alertar a los terroristas, la hizo en un programa de radio, el mismo día que ETA asesinó en Mondragón al socialista Isaías Carrasco, en el calor de la indignación por este execrable atentado.

"Les he escuchado algunas veces y conozco cómo son. Son bebedores, coléricos, se odian entre ellos…", comentó el ex ministro de Defensa. Quien, dándose cuenta de lo que acababa de decir, añadió que había tenido acceso a esas escuchas "a través de los servicios de inteligencia.

También reveló, que, de acuerdo con esas grabaciones, a los etarras “no les dolió la prisión de Otegi. Al contrario, lo celebraron”.

Respecto a esto último, resulta chocante que José Bono hubiera podido escuchar esos comentarios porque cuando Arnaldo Otegi ingresó en prisión, el 8 de junio de 2007, él ya no era ministro de Defensa (cesó en abril de 2006) y por tanto no tenía ninguna atribución sobre el Centro Nacional de Inteligencia, donde, por cierto, continúa al frente la persona que él nombró, el manchego Alberto Saiz.

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