Camps será el candidato. Rajoy se impone a las críticas internas al presidente valenciano, al que se echa en cara su falta de iniciativa y que no haya aprovechado el “caso Bono”

Mariano Rajoy ha cortado con contundencia y ha puesto fin a las especulaciones. Francisco Camps será el candidato del PP a la Comunidad Valenciana, según afirmó ayer el presidente ‘popular’ en Onda Cero.

Con su intervención, Rajoy ha cortado de raíz los movimientos internos que buscaban desacreditar a Camps, ordenando en la práctica un cierre de filas en torno al presidente valenciano, que contaba con no pocas resistencias internas en Génova.

En los últimos tiempos, por ejemplo, según las fuentes de la dirección ‘popular’ consultadas por El Confidencial Digital, al presidente valenciano se le acusaba de haberse “escondido debajo de la mesa” cuando debía salir a los medios para instar a los fiscales a centrar sus esfuerzos en la investigación del abultado patrimonio del presidente del Congreso, José Bono.

A esto cabe añadir la gran preocupación existente entre los ‘populares’ ante lo que ocurra el día 12 de este mes, momento en el que el Tribunal Supremo decidirá si envía a Camps al banquillo por el presunto cohecho impropio de haber aceptado trajes como regalo, tal y como pidió el juez Flors, instructor de la causa en Valencia, o si bien exonera al presidente valenciano, tal y como decidió la mayoría de los magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de su comunidad autónoma.

El PP, cabe recordar, había movilizado a Federico Trillo, su enlace con el mundo judicial, para sondear el estado de las acciones judiciales, si bien altas fuentes de la magistratura, adscritas al ala conservadora, rebajan la buena acogida de Trillo entre los magistrados.

En los últimos días, con todo, ha cambiado no poco el estatus interno de Camps. Así, de “depender de sí mismo” y de “estar solo y suelto”, como han confirmado fuentes de la dirección ‘popular’ a El Confidencial Digital, no pocos de los críticos del presidente valenciano han rectificado sus posturas tras conocer unas recentísimas encuestas que dan a Camps una victoria sin matices de presentarse como candidato a la Generalitat.

Asimismo, en el PP ha ido haciéndose presente el siguiente argumentarlo: “Camps no es un corrupto, porque esas cosas terminan por notarse en el nivel de vida”, y se alude a que el nivel de vida de Camps y su mujer no ha variado desde que el valenciano se hizo con el poder en su comunidad autónoma, manteniéndose en los límites de una cierta modestia.

Finalmente, Rajoy, aprovechando una intervención con Julia Otero en el programa Julia en la Onda, de Onda Cero, para cortar todo desapego a Camps. La secretaria General del partido, María Dolores de Cospedal, ya había dejado la puerta abierta en una intervención de esta misma semana, que sorprendió a propios y extraños por haber sido más explícita de lo habitual en su defensa de Camps. Ahora es Rajoy quien ha cortado las posibilidades de un nombre que había sonado mucho en la cúpula de Génova, el de Esteban González Pons, hombre que contaba con buen perfil para ser candidato en la Comunidad Valenciana “por no ser de Zaplana ni de Camps” y haber resurgido con fuerza tras unos inicios titubeantes nada más ascender a los órganos de dirección del partido.

 

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