El grupo Cantoblanco pierde la cafetería del Congreso de los Diputados tras dos décadas de servicio
El grupo Cantoblanco, propiedad del presidente de los empresarios madrileños Arturo Fernández, ha dejado de gestionar la cafetería del Congreso de los Diputados. Lo hace tras dos décadas consecutivas manteniendo la concesión del servicio. Mientras, continúa la polémica por la subvención de bebidas alcohólicas a los parlamentarios.
Según recoge el Boletín Oficial del Estado, la empresa Eurest se hace con el contrato de servicios de cafetería para los próximos cuatro años. Por cada uno de ellos, la empresa adjudicataria recibirá una subvención anual superior al millón de euros –para cubrir los descuentos que aplican a los productos ofertados-.
El empresario Arturo Fernández, propietario del grupo Cantoblanco de restauración y vicepresidente de la CEOE, pierde así uno de sus más emblemáticos contratos que había ostentado ininterrumpidamente durante las dos últimas décadas.
El servicio ahora gestionado por Eurest incluye las cafeterías de la 3ª y 6ª planta, así como el servicio de café del hemiciclo y las zonas de autoservicio distribuidas por la Cámara Baja.
Polémica por los gin-tonics
El pasado mes de junio, la cafetería del Congreso fue objeto de polémica tras conocerse las subvenciones que la Cámara Baja aplicaba a las bebidas alcohólicas, y que permitían por ejemplo consumir un gin-tonic por un precio inferior a los 3,5 euros.
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Tras la polémica, el presidente del Congreso Jesus Posadas decidió eliminar la subvención a los licores, manteniendo únicamente las del vino y la cerveza. Pese a la eliminación, el precio de los licores se mantuvo.