Ciutadans tiene dificultades para crear un programa electoral que aúne a sus votantes y halla un nuevo “caladero” en el centro derecha

En el día de ayer Ciutadans de Cataluña -ahora bajo la denominación de Ciudadanos, Partido de la Ciudadanía- dio a conocer que Albert Rivera, el recientemente elegido presidente del partido, será su candidato a las próximas elecciones autonómicas catalanas. Según ha podido saber El Confidencial Digital en fuentes cercanas a la Ejecutiva del nuevo partido, las esperanzas están puestas en la consecución de algunos escaños en la Generalitata través de la explotación de nuevos “caladeros de votos”.   Si en los inicios de Ciutadans se afirmó que el partido creado por el impulso de Albert Boadella, Arcadi Espada y Francesc Carreras, se nutriría de la masa abstencionista de la clase media baja, la percepción actual de los responsables de la formación ha virado hacía otras posiciones.   Hoy día en el seno de Ciutadans consideran que pueden ser dos los perfiles de sus potenciales votantes para estos primeros comicios. En primer lugar, confían en el ex votante del PSC desencantado con la deriva nacionalista del partido de José Montilla. En segundo termino, apuestan por atraer a votantes de clase media-alta, de profesiones liberales preferentemente, que se situarían ideológicamente en el centro e incluso en el centro derecha. Esto choca con sus primeros posicionamientos- aún como asociación- cuando declaraban sentirse "una formación cercana  a la izquierda moderada".   Los estrategas del partido afirman que esos dos perfiles no son incompatibles y se pueden sentir atraídos por el mensaje no nacionalista defendido por Ciutadans. El problema que reconocen las fuentes consultadas por ECD es que “es muy difícil crear un programa electoral” y definir unos lemas que gusten tanto a los dos sectores citados como a la masa de votantes que no ha encontrado hasta la fecha una formación que les complazca y que no votarán al PPC. A esto se añaden las dudas que aún sostienen los dirigentes del partido sobre la penetración del mensaje entre el electorado ya que no han podido realizar aún ninguna encuesta.   La idea que pregonan los dirigentes del partido recién nacido es la de hacer una política práctica, alejada de la grandilocuencia. Pretenden “bajar” a la calle y a los problemas de los ciudadanos. Pero esta nueva “pedagogía política” no se puede hacer en campaña donde lo único útil es repetir machaconamente dos ideas a lo sumo. La tarea que ahora tienen por delante los ideólogos de Ciutadans es – según afirman- crear esos lemas para atraer a los votantes con un discurso no nacionalista y “un mensaje claro contundente y agresivo”.   Desde Ciutadans se confía en el tandem Albert Rivera-Antonio Robles porque en ambos están representados los sectores catalanes a los que se dirige el mensaje del partido. Rivera es muy joven y ajeno a la política, por lo que “aportará el pragmatismo que necesita la candidatura”, advierten. Antonio Robles, elegido hace unos días secretario general del partido, encarna la sensibilidad de los inmigrantes llegados en la primera hora a Cataluña que según sostienen en el partido “han sido maltratados y marginados por el poder nacionalista”.   El partido ya se encuentra trabajando en lo que será el programa electoral de la formación. Han decidido dividirlo en tres áreas: Libertades y Ciudadanía, Instituciones en Cataluña y Desarrollo y Bienestar. El programa será presentado próximamente a los ciudadanos con el título “Cien propuestas para mejorar Cataluña”.