El ex dirigente socialista ha adquirido mayor protagonismo en las últimas semanas

Cita reservada en Moncloa entre Rajoy y Felipe González para afrontar la crisis en Cataluña

La iniciativa fue del presidente, no figuraba en la agenda y no se ha informado de su celebración ni de su contenido. Vuelve de nuevo la opción de un Gobierno de concentración

Felipe González y Mariano Rajoy con el rey.
Felipe González y Mariano Rajoy, en una imagen de archivo.

Cumbre de alto nivel en La Moncloa, pero llevada con la máxima discreción. Tanto, que nada ha trascendido hasta ahora, ni de su celebración, ni por supuesto del contenido de lo tratado. Mariano Rajoy se citó en secreto con el ex presidente del Gobierno, Felipe González.


Rajoy y González vienen manteniendo estos días contactos discretos para intentar llegar a una solución que encauce la crisis en Cataluña. Encima de la mesa, el apoyo del PSOE a la respuesta del Gobierno al desafío independentista, y también la posibilidad de un Gobierno de concentración.

Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes solventes, esa discreción máxima tiene como objeto evitar filtraciones, pero sobre todo no tensionar más el ambiente como consecuencia de informaciones previas que aparezcan en la prensa.

Una cita reservada en La Moncloa

El presidente y González han decidido establecer la mayoría de estos contactos por teléfono. Se ha considerado que resulta el canal más fluido, dada la intensa agenda internacional del ex líder socialista.

Sin embargo, según los datos recogidos por ECD, uno de los últimos encuentros reservados se celebró hace unos días: una cita a solas en el Palacio de la Moncloa.

Mariano Rajoy decidió que debía pasar a la acción, y solicitó verse con Felipe González. Para ello, contactó directamente con el ex presidente y le comentó que deseaba hablar con él para intercambiar impresiones sobre Cataluña.

Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes conocedoras del encuentro, Rajoy recibió a González en visita privada. El ex presidente socialista se desplazó hasta el complejo de La Moncloa de forma reservada, sin fotógrafos, cámaras ni periodistas.

La cita no figuraba en la agenda de ninguno

El encuentro no figuraba en la agenda de ninguno de los dos mandatarios y, por el momento, no se ha informado ni de su celebración ni de su contenido.

En el equipo del presidente del Gobierno confirman a ECD que estos contactos existen, y añaden que son “constantes y habituales, dada la situación de extrema gravedad en el país”.

Sobre la cita Rajoy-González, la respuesta oficial es que “ni confirman, ni desmienten” que esta reunión se haya producido.

 

Es la misma respuesta que se ofrece en el entorno de máxima confianza del ex presidente Felipe González.

Las fuentes consultadas por ECD insisten en que ambos se comprometieron a mantenerla en secreto, precisamente para evitarse problemas. En el caso de González, problemas con su partido, el PSOE, y con Pedro Sánchez.

La opción de un Gobierno de concentración

Tras esa discreta reunión en Moncloa, en ámbitos políticos y en los medios ha vuelto a ponerse encima de la mesa la opción de formar un Gobierno de concentración para afrontar la crisis en Cataluña.

En la entrevista en El País publicada el pasado 8 de octubre, Rajoy se refirió a esa posibilidad: “Un Gobierno de concentración podría ayudar pero bastaría con estar juntos”, respondió el presidente a la pregunta del director del periódico, Antonio Caño.

Hay que recordar que un Gobierno entre PP y PSOE fue la propuesta que lanzó Felipe González en 2014 para desbloquear la formación de un nuevo Ejecutivo y ante la amenaza de Podemos. Utilizó como argumentos, precisamente, los peligros de la independencia de Cataluña y que el fin del bipartidismo podía convertir a España en ingobernable.

El entonces presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, era otro de los defensores de esta solución y ambos la promovieron a todos los niveles, incluida La Zarzuela.

El apoyo del PSOE al Gobierno resulta clave

Además de con González, en el entorno del presidente del Gobierno reconocen también a ECD contactos, aunque menos habituales, entre Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero.

En Moncloa recuerdan que el apoyo del PSOE al Ejecutivo en este asunto resulta fundamental.

Al mismo tiempo, se ha producido un cambio de postura de Pedro Sánchez respecto al apoyo al Gobierno sobre Cataluña.

Desde el lunes de la semana pasada, el líder socialista ha variado su discurso. Tras la reunión de la ejecutiva del PSC en Barcelona, manifestó que el PSOE apoyaría la respuesta del Estado si finalmente Puigdemont declaraba la independencia.

Reforma de la Constitución

Tras la confusa proclamación en el Parlament de la independencia por parte del presidente de la Generalitat, Sánchez se desplazó de urgencia al Palacio de la Moncloa para consensuar con Rajoy la reacción del Estado al desafío. Llegaron a un principio de acuerdo para comenzar a trabajar en una reforma de la Constitución. Un anuncio que, aunque sin muchos detalles, protagonizó después en primera persona el líder del PSOE.

Hasta entonces, el discurso oficial de la dirección socialista era limitarse a una llamada al diálogo entre dirigentes de la Generalitat y del Ejecutivo central para evitar una fractura social e institucional mayor en Cataluña.

Sin embargo, destacados ex ministros y diputados socialistas se venían expresando días antes a favor de una respuesta más contundente frente a la quiebra del Estado de Derecho que venía anunciando el Govern tras el referéndum del 1-O.

El más contundente fue Alfonso Guerra. El ex vicepresidente del Gobierno con Felipe González abogó públicamente por la aplicación del artículo 155 de la Constitución contra la actuación “de los golpistas”, y se mostró en total desacuerdo con la estrategia del diálogo defendida por el secretario general del partido.

Mayor protagonismo de Felipe González

Tampoco ha pasado desapercibido el mayor protagonismo que ha adquirido Felipe González en las últimas semanas.

Se pronunció sobre la deriva independentista en Cataluña, criticando a Rajoy por no actuar con mano dura y suspender la autonomía, y añadiendo que, si él fuera presidente, aplicaría de inmediato el artículo 155.

“Yo soy un representante del régimen del 78, sí, estoy orgulloso de serlo y quiero que todo el mundo lo sepa”. Fueron las palabras, el pasado 12 de octubre, del ex presidente del Gobierno, día en que asistió a la celebración del día de la Fiesta Nacional, a la que hacía años que ya no acudía. González fue colocado por el protocolo del Estado en un lugar preferente en la tribuna de personalidades.

No hay nada de lo que hablar con Aznar

Las fuentes a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital revelan que Mariano Rajoy ha dejado a José María Aznar fuera de esta “ronda de consultas” con los ex presidentes del Gobierno.

En su equipo reconocen que el jefe del Ejecutivo está “profundamente decepcionado” con el que fuera su antecesor en la presidencia del PP y del Gobierno.

“Ya dice en público, a través de FAES, todo lo que quiere. Por tanto, sabemos lo que opina. Así que no hace consultarle”, responde un estrecho colaborador de Rajoy.

Destacan sobre todo el último “duro ataque” lanzado al presidente del Gobierno desde la fundación de ideas de Aznar. En un análisis sobre Cataluña, FAES le reclamó hace dos semanas que activase el 155 para frenar a Puigdemont o que, “si hubiera que reconocer su incapacidad”, convocase elecciones generales para que otro Gobierno asuma la gestión de la crisis.


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