Consignas de emergencia de Cospedal en Génova el día después de las andaluzas: nos hemos confiado, no usar la palabra “derrota”, frente al silencio ahora tenemos que hablar
Gabinete de crisis en Génova el lunes, 26 de marzo, el día después de las elecciones en Andalucía y Asturias. María Dolores de Cospedal convocó a la cúpula del partido para analizar por qué no se había logrado la mayoría absoluta en Andalucía que pronosticaban las encuestas, y dar indicaciones sobre cómo comportarse ante esos malos resultados.
Según ha sabido El Confidencial Digital, de fuentes directivas del PP, la secretaria general, en ausencia de Mariano Rajoy, que se encontraba en Seúl, contactó el lunes con todos los miembros de la nueva ejecutiva para convocarles a una reunión, en la que se procedió a realizar un exhaustivo análisis de lo sucedido durante la jornada del domingo. Y se acordaron unas nuevas pautas de comportamiento de cara al inmediato futuro.
Esas fuentes relatan que María Dolores de Cospedal empleó un discurso “firme pero tranquilo”, en el que dejó claro que se habían cometido errores durante la campaña electoral, pero añadió que “había que levantarse desde ya” y seguir trabajando.
“Nos hemos confiado en exceso”
Uno de los principales reproches que hizo la secretaria general del PP a los suyos es el que todos los dirigentes del partido diesen por buenas las encuestas, propias y ajenas, que otorgaban al partido una holgada mayoría absoluta en Andalucía: “Hemos pecado de un exceso de confianza, dando por hecho que ganábamos”, concluyó Cospedal.
Esa actitud “ha provocado que nos relajemos y hayamos estado más parados de lo habitual en Andalucía, sin apenas presencia de dirigentes nacionales, salvo en el acto final de campaña y en la jornada electoral”, fue otra de las críticas.
Además, “no reaccionamos ante la campaña del miedo impulsada a última hora por PSOE e IU tras convocarse la huelga general por la reforma”, y por eso que “no supimos contrarrestar la movilización de muchos votantes de izquierdas que en principio no iban a acudir a las urnas el pasado domingo y que sí lo hicieron finalmente”.
La conclusión de la número dos del PP era: “No metimos más leña al fuego porque las encuestas que nos llegaban eran positivas. Y quizá debimos hacerlo”.
No hablar de derrota
Las fuentes consultadas por ECD reconocen que en Génova de lo que se hablaba era de “derrota moral del partido”, ya que “es obvio que teníamos el mejor de los escenarios para gobernar en Andalucía y, pese a ello, no lo hemos logrado”.
Sin embargo, el mensaje de Cospedal a la cúpula fue rotundo: “Hay que transmitir un mensaje público positivo, porque fuimos la fuerza más votada”. Remachó que no había que utilizar la palabra “derrota”.
La número dos del PP insistió en que “no hay espacio para la depresión: tenemos mucho trabajo por delante. Hay que dar la cara y responder a los vítores del PSOE”.
“Se acabó el silencio”
María Dolores de Cospedal aseguró también ante la ejecutiva que consideraba un error la estrategia impulsada por dirigentes del partido de convocar ruedas de prensa sin preguntas.
En opinión de la número dos del PP, “no es bueno esconderse”. Por lo que animó a todos los presentes a impulsar una nueva estrategia de comunicación con los periodistas, mucho más abierta, porque “eso nos acercará más a la gente”.
La propia secretaria general fue la primera que compareció públicamente el domingo, una vez conocidos los resultados de las elecciones y el fiasco en Andalucía y Asturias.
En la sede nacional del partido, y ante un nutrido número de periodistas, respondió a todas las preguntas que le fueron planteando, asegurando además que lo ocurrido en la jornada electoral no iba a cambiar las políticas emprendidas por el Gobierno hasta la fecha.
