La Convención del PP deja al partido con el ánimo alto y a Rajoy un poco más asentado como líder

Desde el punto de vista material, la cumbre popular ha sido un éxito en su desarrollo. Las ideas importadas desde fuera, por ejemplo de Estados Unidos, se han demostrado acertadas. Todo el mundo lo pasó bien, todo salió bien, y las sorpresas abundaron.

En cuanto al fondo, según todas las impresiones, Mariano Rajoy sale de la Convención más asentado como líder. Se ha sentido un poco más seguro, y sobre todo los dirigentes se han convencido de que ésa es la apuesta de este momento y, por tanto, tienen intención de abandonar cualquier reticencia del pasado.

La estrategia de colocar a Aznar al principio y a Rajoy al final ha sido un acierto, porque el mensaje del pasado se escuchó sobre todo al inicio, pero el del futuro, el de la recuperación del centro, el de la posibilidad de ganar al PSOE, ha aparecido al final y personalizado en Rajoy, el nuevo líder.

Algunos ases en la manga han sido bastante originales y con proyección. Como por ejemplo anunciar la intención del PP de plantear una reforma para que los emigrantes puedan votar en las elecciones generales. Con ello se quita una bandera al PSOE y se gana apoyos entre esa población para el futuro. Y Sarkozy fue una auténtica “estrella”.