Conversación telefónica Zapatero - Rajoy: el líder del PP condicionó su apoyo frente a la quiebra de cajas a que los actuales gestores no salgan ‘premiados’

La posibilidad de que alguna caja de ahorros pueda quebrar fue el motivo de la imprevista llamada telefónica que hizo el presidente del Gobierno al líder de la oposición. Mariano Rajoy se mostró dispuesto a ayudar, pero puso condiciones muy claras.

La conversación entre Rodríguez Zapatero y el presidente popular, iniciativa del inquilino de La Moncloa, se produjo en la semana siguiente a las elecciones vascas y gallegas y, según ya se ha informado, fue una conversación breve, de apenas dos minutos.

Fuentes próximas al Partido Popular, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, confirmaron que, en efecto, el objeto de la llamada fue una petición de ayuda por parte del presidente del Gobierno, ante la eventualidad posible de que alguna caja de ahorros llegue a quebrar.

Las mismas fuentes consideraron que las dificultades que atraviesan no pocas de estas entidades de ahorros son graves y que, dada la importancia de este sector financiero en el conjunto de la economía del país, se trata de un problema de mucho calado.

La respuesta de Mariano Rajoy a Rodríguez Zapatero se centró en exponer que el PP no está por la aprobación de ‘soluciones parche’, por medidas aisladas y tomadas caso por caso, caja por caja, sino que reclama una “solución global”, un diseño conjunto para todo el sector, que luego se aplique a cada una de las situaciones.

En el Partido Popular se piensa que los problemas de las cajas no son iguales para todas ellas, sino que hay circunstancias diversas, y que lo que hace falta es un diseño global de su actividad, para luego ir aplicándolo a cada una. Si el Gobierno reclama el apoyo del PP, tendrá que redactar ese plan general, frente al recurso a fusiones aisladas y esporádicas.

Otra de las exigencias que pondrá la oposición, para dar su apoyo a unas medidas que salven el sector cajas de ahorro, es que, en caso de fusiones o integraciones, los actuales gestores, los que han llevado a cada institución a tan difícil coyuntura, no salgan al final ‘premiados’.

En la mente de la dirección nacional del PP está, por ejemplo, la peripecia del presidente de Caja Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, que, a pesar de los graves problemas a que ha llevado su gestión en CCM, aspira a seguir en la cúpula de la nueva entidad que surja de la fusión con Unicaja, e incluso a presidir la nueva institución.

El PP recuerda que ya dio su apoyo al plan de rescate de bancos que dictó el Gobierno, y que de igual manera puede respaldar un plan global de salvación de las cajas.

 

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